Cosas del Destino. (Avocato x Lectora)

Episodio 6.

- Gra-gracias. Oye Avocato yo...

- Shh, quedate callada. No arruines el momento con palabras inservibles.- Dijo, estiró la pierna y cerró la puerta de mi habitación por completo. Su cara la acercó a la mía, y me besó.

 Cerré ojos automáticamente, él ya los había cerrado. Y me dí cuenta, que sí, si lo amaba, y él a mi, como nunca. Ese sentimiento es increíble, solo que nunca creí experimentarlo en un extraterrestre, y mucho menos en un Ventrexiano, y muchísimo menos en uno que hubiera intentado matarme. 

Me estaba quedando sin aire, retrocedí y lo abracé. Estaba llorando, llorando de alegría,

- ¿Estás bien? Estás llorando.- Se preocupó Avocato.

- Si, estoy mejor nunca.- Lo miré a la cara, puesto que ya le había llenado la camiseta de lágrimas. Me secó las lágrimas de la cara.- Creo que debemos ir a buscar a tu hijo, ¿No crees, Avocato?

- Si... tal vez.- Se levantó y se fue de mi habitación, seguido de mi. 

Cuando llegamos a la sala Quinn y Gary estaban sentados en la mesa. En la misma había un holograma de, quién parecía ser,  Little Cato,

Little Cato.- Papá, estan son mis coordenadas, ven por mí, digo a tu tiempo, pero con prisa, sería genial.

- ¿Ese es tu hijo?- Pregunté agarrando la mano a Avocato.

- Si... ¡Iremos por mi hijo!

- No lo creo, tenemos una Brecha que cerrar, Avocato.- Dijo Quinn.

- Muy bien, pero primero iremos por mi hijo.- Dijo Avocato soltando mi mano, sacando una arma y apuntandola a la cabeza de Quinn.

- No lo creo, la Tierra está siendo tragada por la Brecha.- Le respondió Quinn a Avocato, también poniéndolo en la mira de su arma.

-¿Qué eliges, Gary? Mi hijo, o la Brecha.- Le preguntó Avocato a mi hermano. Quitando su arma de la cabeza de Quinn y poniéndola en la cabeza de Gary. Y Quinn copió su movimiento.

- Elijo ambas.

- Entonces... ¿Que eliges ______?- Preguntó Avocato bajando su arma. Al parecer no quería amenazarme como a Gary o a Quinn.

- Lo siento Quinn, iremos por el hijo de Avocato primero.

Yo ya sabía lo de la Brecha ya que Quinn me había mencionado ese tema hace varios años. Avocato amarró a Quinn a una silla.

- KVN, cuida que no se escape. Iremos por mi hijo.

- ¿Estás diciendo que tu hijo...?- Preguntó Quinn.

- Si, Little Cato vale más que un planeta entero.