Vóley

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Luana:

Hoy sería un día muy especial para mí ya que hoy tengo un partido de vóley, y a decir verdad amo el vóley.

Me faltaba una hora y media pero yo siempre me alisto antes cosa de llegar y practicar un poco con mi equipo. Me levanté de la cama porque me había tirado a dormir una siesta con Matt por la tarde, pero me levanté para arreglarme, fuí al placard y agarré mi camiseta número 10 me puse unos shorts negros, las zapatillas y las rodilleras, luego me fuí al baño para atarme el pelo y una vez que terminara con eso me pondría la vincha para que no me moleste tanto el flequillo.

Tardé como unos quince minutos viendo si me hacía una colita o trenzas, pero luego opté por despertar a Matt para que decidiera por mí. Salí del baño y volví a la habitación.

—Matty ¿Estás?

—¿Hm? Sí amor ¿qué pasó? —me miraba con esos hermosos ojos recién despiertos—

—¿Qué te gusta más? ¿Que me haga una colita? o ¿que me haga dos trenzas?

—Hmmm, la colita es muy básica, las trenzas te quedan más lindas y te hacen ver sexy, más si llevas esos shorts ajustados.

—¡Matt!

—¿Qué? ¿No puedo decir lo sexy que te ves usando tu uniforme de vóley?

—Okey, sí tenés todo el derecho.

—¿Querías algo más cariño?

—No, solo era eso, gracias. —me acerqué a Matt y le dí un beso en sus labios—

—Te amo Matty.

—Yo te amo mucho más preciosa. —Matt me abrazó y me pegó una nalgada.

—¡Ay! eso me dolió.

—Uff, cuidado chica sexy, te voy a estar vigilando de esos gatos que quieran coquetearte.

—Como digas, pero yo no tengo ojos para nadie más que mis ojitos claros.

—No puedo evitar verte con shorts ajustados, ¡Dios!

—¡Matt!

—Claro... Pero vos ¿qué? No podés evitar verme sin remera.

—Pero eso es diferente.

—No lo creo, la otra noche dijiste también que te gustaba verme sin... —lo interrumpiste—

—Bueno, yá... Me voy a terminar de arreglar, no quiero llegar tarde al entrenamiento.

—¡Me calientas mi chica sexy! —te da otra nalgada—¡haceme hijos!

—Tus hijos pueden esperar, ahora tengo que terminar.

—Después de tu partido no vendría nada mal...

—Matthew Bernard Sturniolo, cuando me jubile del vóley voy hacerte hijos, ahora no es el momento.

—Ufaa, bueno está bien, al menos no me lo negaste. Te amo nena, pero no te voy a soltar hasta que te remarque bien ese chupón.

—Ahg, que celoso que sos.

—No son celos cariño, simplemente que marco lo que me pertenece, así también los gatos huyen y no me dan tanto trabajo.

Esperé hasta que Matt terminó con su trabajo y después me fuí al baño otra vez para hacerme las trenzas y una vez que terminé Matt me llevó a la cancha.

Imagina | Matthew Sturniolo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora