Imagina | Matthew Sturniolo

Nuestra noche parte 2

Leer bajo precaución

Luana:

Cuando terminamos de cenar me impresionó que Matt pidiera una botella de whisky para llevar.

-Matt no te voy a permitir que tomes mientras vas manejando.

-No amor, nuestra velada no termina aquí.

En mi mente se me venían un montón de cosas que Matt tiene pensado hacer, pero aún así prefiero no decir nada y hacer de cuenta que no sé.

Una vez que volvimos a casa Matt fué a la cocina a buscar los shots que guarda por alguna ocasión.
Cuando los encontró los agarró e hizo que me sentara en el sillón de enfrente que tenía él y colocó el whisky con los vasitos en la mesita. Por último prendió la tele y puso YouTube, buscó una canción y después concentró su mirada en mí.

Yo solo me serví un shot de whisky, pero Matt no sacaba la mirada de mí.

—Hmm, cómo amo el whisky. —Matt imitó mi acción y tomó un shot también—

Pero en menos de cinco minutos me tomé tres shots más.

—Uff no sé que me pega más fuerte, el whisky o vos Matt. —se acercó a mí—

—¿Quieres bailar?

—Obvio que quiero.

Rodeé el cuello de Matt con mis brazos mientras él ubicaba sus manos en mis caderas y nos comenzamos a bailar al compás de la música.
Todo mi cuerpo ardía no solo por el whisky, sino porque también tener a Matt a centímetros es algo que quema.

—Deseaba tener una noche así para ambos.

—Yo extrañaba sentir esta sensación.

Mientras bailabamos, ninguno de los dos nos sacamos la mirada de encima. Matt cada tanto bajaba su mirada a mis labios y yo también hacía lo mismo.

—Cada vez que te veo quiero más que besarte.

—Dilo... Quiero escucharlo. —hablé en un susurro —

—Estoy tan hechizado por tí que me imagino tantas cosas.

—Creeme que no eres el único con esa imaginación.

—¿Me dejarías hacerte mía una vez más?

—Siempre mi amor.

Matt comenzó a besarme apasionadamente mientras que una de sus manos recorría mi cuerpo. Luego sus labios bajaron a mi cuello.

—Me encanta tu aroma preciosa.

Matt mordisqueaba mi cuello y mi clavícula, y subió un poco mi vestido para tocarme haciendo que me estremeciera por el tacto.

—No pares..

—Me enciendes tan rápido.

Matt me levantó y me acostó en el sillón.

—¿Puedo? —haciendo referencia a quitarme el vestido—

Yo solo asistí con la cabeza y comencé a sentir como acariciaba cada parte de mi cuerpo con sus manos; pero antes de que siguiera hice que se sentara y yo solo me senté en su regazo.
Empecé a quitarle la campera de cuero negra que traía y también la remera dejando ver su cuerpo y sus tatuajes.

—Tus tatuajes te hacen ver tan caliente.

Le quité los pantalones que traía y él se quitó los zapatos dejándolos desparramados por toda la habitación.

Él tomó ventaja y desabrochó mi sostén dejando ver mis pechos.

—Podría comerte toda la noche amor.

—Nada te lo impide cielo.

Dejó un montón de marcas notorias en tus pechos y luego se quitaron los restos de ropa que les quedaba.
Matt se ubicó en tu centro y vos solo te quedaste encima de él moviendote.
Y así siguieron toda la noche mientras tomaban whisky.