Pasada de tragos se vuelve caliente

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Luana:

A mí y a Matt nos invitaron a una fiesta, así que decidimos ir para distraernos un rato.

—¿Cómo me veo?

—No hace falta que preguntes, porque ya sabés la respuesta. Siempre te ves hermosa mi amor.

—¿Qué color decís que me quedaría? —le mostré los veinticinco tonos distintos de rojo y rosado de labial a Matt—

—Mmm.... El rosa muy clarito no se te notaría, ese rosa fuerte no combinaría con tu vestido, así que yo diría... Éste rojo oscuro.

—Okey

—¿Puedo pintarte los labios?

—Sí, bebé.

A Matt siempre le gustó pintarme los labios, lo que más le gusta es cuando lo beso y le quedan los labios rojos.

—Perfecta como siempre mi nena. ¿necesitas algo más?

—Tengo que ponerme los aritos y por último los anillos.

—¿Te puedo ayudar?

—Obvio mi vida. ¡Ay! eso... ¿Aritos de estrella? O ¿los redondos grandes?

—Las estrellitas son muy poco notorios, creo que los redondos grandes te quedan más llamativos.

—Okey.

Matt se aseguró de que los aritos queden bien cerrados, después le mostré la cajita con mis anillos y él fué eligiendolos. Cuando pensé que ya había terminado él se retractó y decidió cambiarme dos de ellos, yo solo lo miraba.

—¿En serio vas a intercambiar dos de mis anillos por los tuyos?

—Sí, me gusta compartir mis cosas con vos preciosa, a parte te queda sexy una parte de mí en tu elegante estilo de chica fina.

—Aww te amo bebito hermoso. —tomé con mis dos manos su mandíbula y lo besé—.

—¿Te hace falta algo más mi amor?

—Ya me planché el pelo, me puse perfume, me cambié, ya podemos irnos.

—Esta bien.

1:00AM

Cuando llegamos a la fiesta nos sentamos en una mesa donde estaban unos amigos nuestros, Matt quiso que me sentara encima de él, después conversamos un rato.
Al rato se fueron a bailar dejándonos a mí y a Matt solos.

Al pasarme de tragos y escuchar buena música comencé a bailarle a Matt, pero en ningún momento me levanté. Sabía que a él le gustaba que hiciera eso, pero su única reacción fue poner sus manos al rededor de mi cintura.
Estuve así por un rato hasta que decidí poner las cosas más intensas. Me dí vuelta y me acomodé de mejor manera para después comenzar a besarlo apasionadamente.

Él solo me seguía, en una oportunidad bajé mis besos a su cuello y subía un poco hasta su mandíbula. Ya conocía sus puntos más débiles.

Matt:

Lua sabe mis partes más débiles y eso le daba más poder sobre mí. Ella sabía cómo prenderme. Cada vez que se le pasan los tragos se vuelve tan caliente.

—Como que hace mucho calor acá ¿Viste amor? —me miró y fijé mi vista en sus labios, podía ver qué el labial se le había corrido todo, eso la hacía ver tan sexy—.

—Que raro que te agarre calor nena ¿Por qué será no?

Ella solo sonreía y seguía moviéndose encima de mí, provocándome como siempre.
En eso le susurré.

—Nena quedate quieta, este no es un buen lugar para la intimidad.

Y como era de esperarse ella seguía moviéndose mientras que me clavaba un poco las uñas en el cuello.

—¿Quieres ir a bailar?

—Sí, de todas formas seguiremos con esto en casa... —susurré en su oído mientras la besé por última vez para después ir hasta la pista de baile—.

Imagina | Matthew Sturniolo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora