Capítulo 6 : Atada a la Oscuridad.

152 6 0
                                    

---

Lilith

El aire se espesó aún más, cargado de algo denso, vibrante, casi eléctrico.

Sentía mi propio aliento irregular, mi pecho subiendo y bajando con el peso invisible del deseo que se anidaba en mi vientre.

Pero esto no era normal.

Nada de esto lo era.

Ellos no solo me estaban mirando.

Me estaban probando.

Sus ojos eran brasas encendidas en la penumbra, y el roce fantasma que me recorría el cuerpo se hizo más insistente.

No podía verlo.

Pero lo sentía.

Deslizándose por mis muslos, envolviendo mis tobillos, trepando por mi vientre con la delicadeza de un amante invisible.

—¿Qué me están haciendo? —pregunté otra vez, mi voz sonando más débil, más afectada.

Dostin sonrió, una mueca oscura y depredadora.

—Despertándote.

La habitación pareció oscilar.

Mi espalda tocó el colchón sin darme cuenta.

Las sombras a mi alrededor se movían como si fueran líquidas, como si estuvieran vivas.

No podía verlas realmente, pero podía sentir cómo se envolvían en torno a mis muñecas, sujetándolas con una presión suave, no dolorosa, pero ineludible.

Abrí la boca para protestar, pero un gemido escapó de mis labios cuando la presión en mis tobillos me inmovilizó también.

Estaba atrapada.

Atada por la oscuridad misma.

Mi respiración se entrecortó cuando un calor comenzó a florecer entre mis piernas, una sensación que no podía controlar.

Dios.

Esto no podía estar pasando.

Era un sueño.

Tenía que serlo.

Pero entonces, Draken habló.

—No puedes luchar contra lo que eres.

Mis pupilas se dilataron.

La oscuridad se cerró a mi alrededor, cada sombra serpenteando sobre mi piel, explorándome sin tocarme realmente.

Y en ese instante, supe la verdad.

Ellos no solo me reclamaban.

Ellos me conocían.

---


Darek

—Míranos, pequeña.

Su pecho subía y bajaba con violencia.

Podía ver la confusión en su rostro, la negación, el deseo retorcido que brillaba en sus ojos oscuros.

Era un espectáculo hermoso.

Su piel desnuda brillaba bajo la luz tenue, el contraste entre sus pezones oscuros y la pálida claridad de su vientre era embriagador.

Las sombras se deslizaban sobre ella, abrazándola como si fueran parte de nosotros.

—Eres nuestra desde antes de nacer.

Su respiración se cortó.

Sus muslos se tensaron con más fuerza.

Sí, lo sentía.

Lo que éramos.

Lo que ella era.

Pero aún no estaba lista para aceptarlo.

No del todo.

Dostin se acercó a la cama, su mano extendiéndose lentamente hacia ella.

—Deja que te mostremos quién eres realmente.

Lilith jadeó cuando su piel se erizó al primer contacto.

Y en ese instante, la temperatura de la habitación descendió hasta helarse.

Un viento inexistente recorrió su cuerpo, y un grito silencioso se ahogó en su garganta.

Porque algo dentro de ella…

Despertó.



---


Cortico pero sustancioso.

Editado 🌸

Estrategia +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora