Capítulo XIV. Una reunión que lo inicia todo.

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Samary.

Mientras estaba sentada delante del ordenador del enorme despacho del presidente de Nikolau L.G. Electronic. Aun no me lo podía creer.

- "¿Qué hacía yo allí?"- pensé. Simplemente me había dejado guiar por el Demonio.

Cuando llegamos al parking privado de la empresa Nikolau, la limusina nos dejó en el aparcamiento reservado para el presidente, y allí tomamos el ascensor privado que lo llevaba hasta sus despacho.

Cuando le pregunte para que era el otro botón que ponía ático, me explicó que ese botón era para un apartamento tipo ático para ejecutivos, que había mandado hacer su abuela, cuando su nieto trabajara hasta tarde, pudiendo así descansar, sin que ella se preocupara.

Esto era comprensible, la abuela del demonio lo había criado. Mientras investigaba a Constantine Nikolau había descubierto que su padres habían muerto cuando él tenía dos años, por culpa de una avalancha cuando esquiaban en los Alpes Suizos. Era una pareja muy aventurera y todos los años dedicaba dos semanas a sus viajes de aventura. África, Nepal, Las Montañas Rocosas, las Antípodas, siempre buscaban un lugar exótico donde tener aventuras o practicar deportes de riesgo. Habían pasado ya tres años desde que viajaron la última vez, a causa del embarazo de la madre de mi prometido, tras el parto y sus dos primeros años de vida, decidieron volver a sus prácticas habituales. Dejaron a su hijo con los abuelos, y se fueron a su viaje aventurero anual de dos semanas, lo que esta vez, ya no volvieron, y el pequeño, fue criado por sus abuelos y su tío.

Así que desde Constantine Nikolaus, fue nombrado presidente de la empresas familiar, su abuela, mando a habilitar el ático de la torre Nikolaus. Al parecer, y por lo que había descubierto del Demonio, mi prometido era como sus padres, un aventurero que adoraba el riesgo, pero sus padres eran más de riesgos físicos, y su hijo era de riesgo financieros, y por lo visto le había salido bien, la empresa familiar había crecido, bajo el mandato del Demonio. más de una setenta por ciento en ocho años, tiempo en el que él había cogido la presidencia.

Así que era normal que sus rivales, lo denominaran así "El Demonio", y a él, por el contrario, parecía gustarle ese apodo, porque cada vez hacía sufrir más su víctimas.

Había elegido un buen aliado, para acabar con esos dos malnacidos. Con el Demonio a mi lado, el sufrimiento Akon García y Nicole Courcel estaba asegurado, y seria eterno.

-"Señorita De Angeleis, el presidente me ha indicado que le abra el circuito interno de audio y de video de la sala de juntas, además de que deseaba preguntarle si quiere algo de tomar, ¿una café, un té, un zumo?, sólo tiene que pedirlo y se lo traeré encantada. "- me dijo Eleonora, la secretaría del Demonio, era una atractiva mujer de mediana edad, y debía tener sobre unos cuarenta y pocos años, por el anillo que llevaba en su dedos debía de estar casada.

Pero lo que más me gusto cuando me la presentó mi prometido, era como trataba su jefe, a pesar de que todos le temían, al parecer, Leonora no era sí, y hasta tuvo el atrevimiento de reprocharle por haber llegado tarde, cuando sabía que tenía una cita programada para esa hora.

Luego cuando mi prometido, se dirigió a la sala de juntas con sus asesores para la entrevista con el estúpido de Akon. Leonora me explicó, lo contenta que estaba de que su jefe se fuera a casar. Ella había sido la secretaria de su abuelo, y cuando hace ocho años el Demonio, cogió las riendas de la empresa, ya su abuelo le advirtió de que Leonora era uno de sus bienes más preciado, conocía Nikolaus L.G. Electronic, como si fuera la palma de su mano, y nada se le escapaba a esa mujer. Así que fue de gran ayuda para los inicio del Constantine Nikolaus, y le era totalmente fiel.

- "Por lo tanto no te asustes si de vez en cuando lo reprendo como si fuera un niño pequeño, creo que soy la única persona que se ha ganado ese derecho, aparte de la abuela, y lógicamente ahora tú. Recuerda que pronto será tu marido, y uno de tus deberes, como esposa, es tirarle de las orejas, cuando su ego, y su forma de ser domínate, se vuelva tan grandes, que no quepan por la puerta."- ese comentario de la secretaria me hizo reír, dudaba que fuera capaz de controlar esa parte de mi futuro marido.

Casada con el enemigo de mi esposoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora