Capítulo XXVI. Alcohol, sexo y otras locuras II. La primera oleada de venganza.

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Valerie.

Cuando llegué al salón me encontré con que ya había llegado el desayuno, el café estaba caliente, y por servir, en una mesa auxiliar con algunos platos extras de desayuno, que sinceramente no me parecieron nada apetecible en este momento, dado el estado nada estable de mi estómago.

Busqué a Bacon y no lo encontré, hasta que me acerqué a la terraza, donde lo vi sentado en un cómodo sillón rodeado de enormes plantas, junto a una gran yacusi. Estaba revisando su móvil, y su cara era todo un poema.

- "¿Más malas noticias?"- pregunté preparada para todo, después de saber lo que mi gemela diabólica borracha fue capaz de hacer anoche, nada ya me sorprendía, o eso creía yo.

- "Pues no sé señora Martin, como lo va a considerar, lo que, si queda claro que después de lo que tengo yo en el móvil, y probablemente también usted en suyo, vamos a estar casados mucho tiempo."- dijo el pervertido haciéndome temblar.

Me acerqué rápidamente a su móvil y lo cogí. Allí estaba en primera plana de todo los noticieros digitales, una grabación hecha con uno de los móviles de los dos, donde se nos veía claramente borrachos, yo estaba vestida de novia, delante de una capilla, junto al más que atractivo Bacon, también gravemente perjudicado.

- "No se preocupe Constan... Consta... Demonio, yo me haré cargo de él, yo lo cuido, ... me hago responosable que su... reprotacion... digo repunatación, con su amigo... cierto pervertido, lo conviertooo en la señora... ¡Esposooo.... creo que no lo he dicho, bien!"- me vi diciendo mientras me agarraba a su brazo para no caerme.

- "Da igual... yo igualmente... digo si quiero, ¡Párroco, cásenos, ya! que deseo mi noche de bodas.... ¿Verdad guerrrera?" decía un claramente perjudicado Bacon, mientras yo estallaba de risa.

- "Siiii... sexoooo con mi maridooo"- decía entre carcajadas

Y eso seguía mientras alguien grababa la dantesca boda, no entendí como los que oficiaban la boda no detuvieron esto, se veía claramente que ninguno de los dos estaba en su cabales ¡por dios!

- "¿Y dices que esto ha salido en las noticias?"- pregunté en un hilo de voz.

- "Si y no sólo eso yo por lo menos sé que se lo envié a Constantine directamente, lo que me ha contado que esta mañana tenga como ocho llamadas y quince mensajes que ni me atrevo a abrir, por no hablar de amigos, y rolletes que no paran de enviar mensajes, hoy tengo amigos, que no van a parar de reír en todo el día, así y mis padres...que no se nos olvide"- dijo en un gruñido ronco

Al oir esto, tuve la sensación de que todo giraba a mi alrededor, hasta que me vino la imagen de Samary, y tras un gritito agudo, corrí a la habitación, en busca de mi móvil.

- "¡No!, ¡por favor no!"- iba murmurando mientras buscaba entre los restos de ropa arrancada y quitada anoche en nuestro arrebato de pasión. Finalmente, bajo la cama encontré mi bolso con mi móvil dentro.

Pero como llevaba sucediendo toda esa mañana, lo que yo deseaba no encontrar en ese maldito aparato de los infiernos, allí estaba, no sólo se encontraba las quince llamadas y veinte mensajes de lo que suponía yo era una Samary iracunda, en algunos mensajes me amenazaba con encerrarme de por vida, por no saber comportarme cuando me quedaba sola.

Había, también, como doscientos mensajes más de personas del mundo de la moda, agentes, modelos amigas y no tantos, diseñadores, y hasta dos o tres periodistas o agentes publicitarios. Mi móvil estaba inundado.

Y como guinda a ese pastel, tras todo eso, en mi galería, un video que había enviado a mi amiga, como según ponía testigo, me dejó claro que era lo que verdaderamente había ocurrido. Y que el pervertido y yo éramos los verdaderos culpables de que ahora mismo, yo no sólo fuera el hazme reír de la profesión, sino de estar casada con el único hombre que, por años, hacia que mi sistema emocional se encontrara como en una montaña rusa, donde tenía periodos que deseaba estrangularlo, con periodos que lo desnudaría totalmente para devorarlo.

Casada con el enemigo de mi esposoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora