Capítulo IV. Un beso que vale un acuerdo.

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Samary.

Cuando llegamos a la gran sala, enseguida fui asaltada por algunos admiradores, lógicamente todos hombres, muchos de ellos pensaban que por ser modelo era accesible. La mayoría era millonarios que compraban todo con dinero. Esto era lo peor que llevaba del trabajo de mi salvadora, aprendí, gracias a Vale, a eludirlos, simplemente mostrando una actitud fría y prepotente, como diciéndoles que ellos no tenían lo que yo buscaba, y desde luego no obtendrían mis favores.

Como medida de protección, el equipo de seguridad del evento nos escoltó a la zona VIP. Me dio rabia porque desde allí solo podía localizar a mi objetivo, desde arriba, desde la segunda planta.

Por lo visto el organizador del evento había hecho dos niveles, estaba la zona central que era la gran sala del evento, y una VIP, por la que se accedía mediante una escalera, comprendía una segunda planta, que rodeaba la zona central, eran como terrazas muy bien decoradas, esa era en la que Vale y yo, habíamos sido invitadas, justamente la zona donde se encontraban las grandes multinacionales de avances tecnológicos del país y muchas del extranjero. Elegimos esa zona porque era donde seguro localizaríamos a el presidente de Nikolau L.G. Electronic.

Pero en la primera vuelta que hicimos no lo encontramos, por eso bajamos la primera planta, y después de nuestro encuentro es ese pasillo, sospechaba que estarían ahora allí.

- "Desde luego Vale, no tenemos suerte, somos unas espías horribles."- le dije subiendo por las escaleras mientras de vez en cuando echaba una mirada hacía el salón para ver si veía por un casual, a esos cuatro hombres juntos.

- "Simplemente hoy no tenemos suerte, pero si ese hombre encuentra el broche de seguro te buscará para devolvértelo, está hecho con piedras preciosas de verdad, con rubís y diamantes, por su valor, tendrá que devolvértelo seguro."- me dijo no muy segura, mi mejor y única amiga.

- "O no, lo mismo se lo regala a su novia, es un diseño exclusivo."- le dije intentando ser lógica.

- "¿Pero no has oído que se tiene que casarse en tres meses?, ¿qué te hace pensar que si tuviera novia estaría ahora en este problema? Me suena más que ese hombre o huye del compromiso, o es gay. Me declino más por lo último, sino no entendería que, al tener a tremenda diosa como tú, en sus brazos, haya dicho es o de "no estoy interesado", como me dijiste que le oíste decir."- me contestó la rubia con una sonrisa burlona.

- "¿Y si es gay como voy a convencerlo para que se case conmigo?."- le dije mientras llegábamos a la zona VIP.

- "Haciendo un trato, no creo que tú quieras tener relaciones sexuales con él, primero porque nunca las has tenido, eso es algo que tú y .... Ya sabes, también compartían, ella porque odiaba a los hombres, a causa del intento de violación que sufrió cuando empezó a ser modelo, y tú por culpa de ese cerdo que te engañó. Así ese cuerpo que las dos compartisteis no ha sido tocado más que para las religiosas y sensuales fotos de modelaje por un hombre, de resto compartís la misma enfermedad que la Virgen María. Cosa que una mujer como yo, activa sexualmente, aun no entiendo."- no le conteste a sus estupideces, la verdad yo no estaba para esto. Simplemente necesitaba vengarme, y tras eso, lo mismo moriría, o vete tu ha saber que me ha preparó quien quiera que me haya dado esta segunda oportunidad.

Así que debía darme prisa, y cumplir con nuestro plan. El audio seguía funcionando, había activado el altavoz de uno de mis pendientes, y los oía hablar de negocios, en un par de ocasiones habían hablado de la empresa de mi padre, y que la mayor ventaja de industrias Donnelly Optics, hubiera desaparecido, resulta que se referían mí. Estaba tan concentrada escuchando la conversación, que casi salté cuando oí decirme a Vale al oído.

- "Allí están sentados, a la izquierda, junto a esa jardinera."- levanté la mirada y los vi allí, reconocí al rubio que se había propasado con mi amiga Vale. Observé todas las chaquetas en busca de mi Valentino, y allí estaba.

Casada con el enemigo de mi esposoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora