Capítulo XX. Sanando heridas, un movimiento conveniente.

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Samary.

- "No creo que pueda hacerlo, Vale, no sé estar a solas con un hombre, nunca lo he sabido, ni en estos tres años lo he conseguido. Aunque cuando Constantine y yo hablamos de que no había que apresurar al cosas, cuando hicimos este trato y firmamos el contrato, eso no me da seguridad, y encima no te tendré a ti, ni a mis prototipos para calmar mi ansiedad, sé que Constantine dijo que estas dos semanas estaremos juntos y solos en una isla griega perteneciente a la familia Nikolaus, ¿Cómo podré sobrevivir a esto sin que me dé un colapso, o algo peor?."- le dije a mi mejor amiga mientras me cambiaba para la recepción que tendría lugar en uno de los salones de eventos más prestigiosos de Nueva York.

- "Siempre te he apoyado en todo, y he estado a tu lado en momentos como este, pero creo que he cometido un error grave, dejando que huyas cuando ocurren cosas como estas. Te tengo una noticia que no te va a gustar, Batgirl, esta vez no puedes huir, ese hombre es ahora tu marido, y aunque esta relación empezó por una venganza, cuando esto acabe, él seguirá siendo tu marido, y si cumples con tu parte del trato, el padre de tus hijos. ¿Cómo has decidido que lo vas a hacer? Porque ya no hay marcha atrás, hemos cruzado ya la línea de no retorno. Sólo te queda comerte la cena que tu sólita preparaste."- me dijo con toda la razón del mundo.

Yo fui quien decidí seguir este camino, yo fui quien decidí que valía la pena entregar el resto de mi vida a ese hombre, a cambio de vengar la vida de mi padre. En mi anterior vida, comportarme con miedo, y de manera insegura, no me dio más que problemas, me volvió la víctima perfecta para un depredador como Akon García.

- "Samary, cuando iniciamos todo esto, me pediste que dejáramos atrás a Kayla, que ella murió esa noche. Y como tal lo hicimos, además de que decidimos darle a "ella", el futuro que nunca tuvo, y ahora estas viviendo la vida por las dos. Pero hoy, en este momento, voy a preguntarte algo que me prometí que nunca haría, pero que creo que es necesario que saques fuera, para que continues con tu vida. Se que esto debería hacerlo un psicólogo, o un terapeuta, pero hay cosa que nunca le podrías explicar, sin que te conviertas en un espécimen de estudio."- dijo mi amiga bromeando.

- "Bien, ¿Qué quieres preguntarme?, sabes que no te puedo ocultar nada."- le dije.

- "Si te sientes incomoda por la pregunta simplemente dime que no puedes contestar y lo entenderé."- me dijo una seria Vale.

- "¿Quieres ir al grano ya?, no tenemos mucho tiempo."- le respondí.

Por un segundo me miró como pensando si se atrevía a hacerme la pregunta. Pero finalmente se decidió, y yo me paralicé al escucharla.

- "Siempre me has hablado de cómo era ese cerdo contigo, de lo que ocurrió el día de tu boda, si entrar en mucho detalles, pero creo por el bien de la nueva vida que vas a emprender que por lo menos deberías hablarme de tu noche de bodas, de la noche en que te asesinaron. ¿Qué fue lo que sentiste? ¿Cómo te engañaron?, todo lo que puedas sacar de tu interior. Y una vez que lo saques, lo cogeremos, le haremos una bola, y lo tiraremos lejos de tu nueva vida."- le dije.

Al principio quise negarme, necesitaba negarme, pero sabía que para seguir adelante necesitaba hablar del peor momento de mi anterior vida, después del día que me enteré de la muerte de mi padre.

Así que comencé con miedo y precaución mi relato. Era verdad que nunca había contado nada de lo que viví en mi supuesta primera y única noche de bodas, más bien hice un resumen rápido de lo que sucedió. Pero no hablé de la ilusión ciega del principio, mientras la limusina nos llevaba al puerto, ni lo aparente cariñoso y feliz que se veía Akon, incluso más que durante la boda, y los días previos. Tampoco conté el miedo que sentía a mi primera vez, para mí era como pasar de cero a cien en pocas horas, la verdad era que, Akon y yo, nunca fuimos muy afectivos el uno con el otro, más que por unos besos ligeros. Yo pensé siempre que era por respeto a mí y a la memoria de mi padre, pero no fue así, como demostraron lo hechos posteriores.

Casada con el enemigo de mi esposoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora