Casada con el enemigo de mi esposo

Capítulo VIII. El anillo y el fuego.

Samary.

- "Bien como condiciones generales queda establecida las siguientes: En dos semanas, Samary De Angeleis y Constantine Nikolau se casarán en una celebración civil, oficiada en la villa Nikolau, será una celebración pequeña, con pocos invitados, sólo asistirá un periodista de confianza, y la novia podrá vestir como quiera, siempre que el vestido sea de color blanco, para respetar la cultura griega de la familia del novio. Este matrimonio es indisoluble, por los cual ambos deben ser siempre fiel al otro, e intentar sobre llevar esta relación por el resto de sus vidas. También, en el primer año, tras un periodo de conocerse, y tener cierto acercamiento, ambos procederán a intimar, los acuerdo llegados en ese término serán de carácter privado, y quedarán reflejado en un subapartado del punto B cuarenta y dos. La finalidad de este último punto es que, antes de tres años, el primer hijo de la pareja nazca, cumpliendo así la última condición de fideicomisos asociado al herencia de la familia Nikolau. De esta manera el setenta y cinco por ciento de las acciones de Nikolau L.G. Electronic, pasaran a Constantine Nikolau, su mujer, ósea la señorita De Angeleis, y su hijo o hija, aun no nato. A cambio de todo esto, Constantine, presidente de Nikolau L.G. Electronic, procederá a realizar una opa hostil a Donnelly Optics Film, con la intención de apoderarse de la mayoría de las acciones de esa empresa, y arrebatando el control de esta, a su actual presidente, Akon García. Como acto de voluntad y compromisos, para llevar a término este acuerdo, la señorita De Angeleis aportará el disco duro, donde la difunta Kayla Donnelly, amiga de una de las partes de la acuerdo, tiene todo su avances tecnológicos futuros, que contribuirán al avance tecnológico y creativo de la empresa de la otra parte. Por su lado, Constantine Nikolau pondrá todas sus propiedades a nombre del matrimonio, a modo de bienes gananciales. Ambos están obligados, a cumplir con cada uno de los puntos del acuerdo, y sobre todo a no mentirse, engañarse, ni traicionarse el uno al otro."- ese era el resumen de los tratos que habíamos alcanzado. Fue resumido por Bacon Martin

Era tratos a los que nos costó llegar, ya que no estuvo exento de discusiones, debido a que, tanto el Demonio como yo, tenemos muy claras nuestras posturas.

- "Creo que sólo queda que discutáis los términos que tiene que ver con las...intimidades. Que lógicamente la atractiva señorita Hayes y yo, como testigos, no debemos saber, pero que, si firmaremos, cuando estén debidamente finalizadas las negociaciones."- dijo el vicepresidente de Nikolaus L.G. Electronic, ósea Bacon Martin.

A continuación, se levantó de su asiento, mirando con una sonrisa a Vale para que ella hiciera lo mismo, y lo acompañara fuera del despacho, dejando que de esta forma que el Demonio y yo, continuáramos con la parte más delicada de las negociaciones.

Yo tuve que contenerme para no rogarle a mi amiga, que no me abandona, pero sabía que, si quería comenzar cuanto antes mi venganza, era mejor que dejara de sentirme como un ratoncito asustado, y enfrentara ya esta situación. Ese hombre se había comprometido a cumplir con mi venganza, a respetar a los trabajadores de mi padre y a conservar el nombre de la empresa una vez absorbida. Como dato añadido, sin yo solicitarlo, también se comprometió a serme fiel, y sobre todo a no traicionarme. Eso era, después de mi experiencia anterior, más de los que yo podía pedir. Era como si ese hombre conociera mis perores miedos, y tratara de calmarlos, así que cuanto antes espabilara, y comenzara a comportarme con naturalidad con él, antes aceptaría lo inevitable, después de todo, íbamos a vivir juntos y a estar unidos el resto de nuestras vidas.

- "Sin añadir que se convertirá en mi primer y único amante."- Un temblor recorrió mi cuerpo ante ese pensamiento.

Una vez que nos encontramos solos, lo miré, advirtiendo a mi mente y a mi cuerpo que dejara de sentirse intimidados por la mirada de ese hombre, o nunca llegaríamos a nuestro objetivo.