me, myself & i ☽ kooktae

35.

¿Era la imaginación de Taehyung? o ¿Jungkook lo estaba evitando?

Tomó su mano y este volteo a verlo y le sonrío.

No, no era su imaginación, Jungkook había forzado una sonrisa. Seguramente era porque los bailes no le gustaban, pero sería el último que tendrían y Taehyung no se lo quería perder y Jungkook tampoco debía perdérselo.

Todas las miradas se posaron en ellos al momento de entrar al enorme lugar, pero a Taehyung ya no le interesaba ninguna de esas miradas. Ahora lo único que quería era la atención de Jungkook.

El lugar estaba decorado como si realmente estuvieran en el casino Montecarlo, desbordaba elegancia, había mesas de Jack Daniels, póker, ruletas entre muchas cosas más.

La mirada despectiva de Yong lo recorrió de pies a cabeza, mientras que podía jurar que Minho estaba rojo de la rabia.

Había unas cuantas mesas al aire libre, y Jungkook prefirió esa zona, Taehyung no se negó, su atención era cien por ciento hacía él.

El clima estaba increíble, el viento corría levemente pero no hacía ni frio, ni calor, todo estaba perfecto.

—¿Que tienes? —Taehyung le pregunto ya que el azabache estaba muy serio.

—Nada —sonrió y paso su brazo sobre los hombros de Taehyung.

A los pocos minutos, Jimin atravesó la puerta acompañado por Yoongi que lucía un traje anaranjado que quedaba perfecto con su nuevo tinte de cabello rojo.

—Taehyung, tengo que hablar contigo —Jimin dijo después de saludar a su amigo, después estrecho la mano de Jungkook, quien seguía con su alarmante silencio.

—¿De qué? —preguntó.

—Ven —dijo tomando la muñeca de su amigo— Te lo devuelvo en un segundo —se dirigió a Jungkook antes de alejarse unos pasos.

Este era el momento.

Taehyung quería ganar una apuesta.

Jungkook lo ayudaría.

El azabache notó que el par de amigos habían terminado de hablar, se disculpó con Yoongi, quien estaba sentado a su lado, y se puso de pie para caminar hacia ellos. Taehyung lo recibió con una enorme sonrisa.

—Taehyung, te amo —dijo sin rodeos.

—Bueno, yo los dejo solos —interrumpió Jimin, tratando de darles privacidad.

—No —respondió Jungkook sin expresión, mientras Taehyung cambiaba su sonrisa a una mirada de intriga —Creí que debías estar presente para comprobar quién ganaba la apuesta ¿No? —Los ojos de Taehyung se abrieron con sorpresa, seguidos por un rastro de pánico— Me enamoré como un imbécil de ti —continuó Jungkook con un tono severo, notando cómo los ojos del menor comenzaban a cristalizarse— Así que ganaste, felicidades y suerte con Minho —se dio la vuelta y entró nuevamente al salón lleno de gente, ignorando los gritos de Taehyung.