Devil by the Window

Capítulo 22

—¿Esperaban que ocurriera eso?— pregunto Jean dejándose caer al sofá.

—De hecho si... este lugar destruyo a Otabek y era obvio que no querría seguir con esto— respondio Mila.

—¿Y qué hay de ti, Seung?— pregunto ahora mirando hacia Seung.

—Yo tampoco pienso aceptar nada, solo que no quería que le diera un ataque al viejo— respondio.

—¿Qué harás entonces?— pregunto Mila.

—Me iré a Tailandia— respondio sorprendiendo a ambos.

—¿Cómo que a Tailandia? Cuando dijiste que te mudarías pensé que seria a otra ciudad no a otro país— dijo la pelirroja.

—Todo es por tu novio ¿cierto?— pregunto Jean.

—Si... necesito ir a un lugar donde nadie me conozca para comenzar de nuevo... Phichit quiere volver a ver a su familia y ya que yo no tengo otra mas que mis hermanos decidí ir con él— explico.

—Su familia tiene una cadena hotelera de lujo en las orillas del mar y me imagino que al no tener empleo tendré que ser la persona mantenida en la relación hasta que consiga algo— agrego divertido.

—¿Una vida sin trabajo, con un novio hermoso y vivir a orillas del mar en una cadena hotelera de lujo? No suena mal— dijo Mila animándolo.

El lugar se quedo en silencio, parecía que todos tenían cosas que decir, pero en realidad no sabia si serian cosas buenas o malas por lo que Mila quiso intervenir antes.

—Salgamos esta noche, chicos— propuso la pelirroja con una sonrisa, Jean y Seung se miraron pensando en si era una buena idea.

—Tratemos de ignorar todo lo que ha ocurrido y tengamos una ultima noche juntos... como mis mejores amigos y en realidad los únicos que tengo en esta ciudad de porquería— pidió con una sonrisa.

Seung acepto y luego miraron a Jean, después de unos segundos acepto también acordando el lugar y la hora en que se verían.

[...]

Se encontraban en un bar compartiendo cervezas y algunas anécdotas de juventud, como si nada hubiera pasado. Los tres decidieron dejar todas las diferencias entre ellos para tener una ultima noche juntos que pudieran recordar con alegría y nostalgia.

—Disculpen ¿podrías traernos otra ronda?— pidió Jean a la mesara.

—En seguida— respondio dándole una sonrisa con otras intenciones, Jean solo sonrió de vuelta.

—Como siempre robando miradas, por eso no me gusta salir contigo— se quejo Mila bebiendo lo ultimo de su cerveza.

—¿Qué quieres que haga? Yo no tengo la culpa de tener la cara que tengo... desde que empecé a crecer me volví muy popular con todos— respondio engreído y divertido.

—Eso es cierto, en la academia recibía todo tipo de confesiones a pesar de que todos ahí éramos alfas— menciono Seung.

—Si, pero no me gustan mucho los alfas... siempre rechace sus invitaciones y ni siquiera leía las cartas que me mandaban— respondio con simpleza.

—Wow... todo un rompecorazones— se burlo Mila.

—Tampoco es que recibiera tantas cartas... yo solo conté algunas del tiempo en que compartíamos habitación, la mayoría de las confesiones eran en persona— explico Seung.

—Pero al menos hubieras leído esas cartas... quizás te hubieras encontrado una grata sorpresa— dijo Mila.

—Quien no tuviera el valor de ir en persona a decirme algo no creo que hubiera sido una buena opción para mi, a mi siempre me gusto ser directo— respondio Jean.