OBSESIÓN [Triologia Enfermizo #1]

Parte 03

KAYLAN

Nadie noto cuando ella dejo de venir . Yo intente fingir que no me importaba ni tampoco lo mencione , solamente había curiosidad en mi .
Me reí de lo patética que era cuando llego su carta y   la tire basura antes de ir a entrenar.  No la leí porque no me importaba , y de verdad esa chica necesitaba un puto psicólogo  .
Después de lo que sucedió me sentí culpable de momentos . Quizás se me fue un poco de las manos toda la actuación pero  el papel de hijo de puta me consumió , me merecía un oscar por tan excelente actuación .
Ella no lo sabía pero todo lo que dije fue una mentira . Estaba aburrido y quería divertirme y ella siempre fue perfecta para jugar cuando necesitaba un entretenimiento . Los chicos apostaron a que no podría hacerlo porque siempre me había mantenido al margen cuando era objeto de burla de ellos .
Se quejaban por mi indiferencia hacia ella pero lo que los pelotudos no entendían  es que , la indiferencia era la herramienta perfecta para lastimar a una persona desesperada.  Especialmente una que estaba enamorada de vos .
Muchas veces es la violencia psicológica una herramienta cruel de tortura . Un golpe físico duele en el momento y luego sana hasta desaparecer,  pero es el golpe mental el que deja una herida que muchas veces no se puede curar .
Y no es que lo haya vivido ni ninguna mierda sino que a papá le gusta tener muchos libros de psicología. 
Acepte y vive el momento con una emoción que me dejó duro . Sus grandes ojos turquesas eran una constante de transmitir emociones,  asustadas por momentos y apunto de entrar en pánico en otros , la observaba hablar con verguenza y me pregunte como una persona podía llegar tan bajo como ella .
Ver su mural de retratos míos en su habitación no me molesto como ella pensó pero si me sorprendió.  No todos los días puedes verte retratado de aquella forma tan profesional y bella y admito que me gustaron demasiado,  verdaderamente Catherine tenia talento .  Ninguna chica lo había hecho antes ni tampoco podrían,  Catherine me plasmaba en sus pinturas como un deslumbrante ángel caído pero no podía dejar que ella lo supiera . Y también me molesto saber que había algo de ella que encontré lindo .
No sabia como explicar esto que sucedía en mí . Era un placer enfermizo el que sentía al lastimarla porque sabía que sin importar lo mucho que la lastimara o humillara de forma indirecta , Catherine continuaría ahí mirándome como si yo fuera todo su mundo . Y en ese momento disfrute plenamente ver en sus ojos el reflejo de un amor completamente destrozados .
Soy un hijo de puta y lo admito pero yo no le pedí que me amara .
Me bañe en la euforia y los sentimientos de superioridad mientras le gritaba que se alejara de mi . Destroce sus pinturas y sus fotos como si fuera su corazón el que estaba pisando y disfrute cada momento. 
O lo hice antes de observarla tendida en el piso.
Demasiado delgada que los huesos de su clavícula sobresalían ,  despeinada y llorosa . Su rostro era sombrío y desahuciado que sentí lástima al verla rodeada de toda su basura .
Nunca podría fijarme en alguien como ella y no entiendo como pensó que alguna vez yo podría siquiera sentir afecto . Me daba asco y al mismo tiempo lástima.
La deje sola y salí de su casa sintiéndome satisfecho y algo culpable . Mis amigos me esperaban en una esquina y al verme acercar todo sonriente rompieron en carcajadas y observaron con asombro la foto que había tomado de ella antes de irme .
Nos alejamos con la música a todo volumen en mi BMW M2 y nos fuimos a una juntada . La foto de Catherine rápidamente se volvió viral y nadie absolutamente  nadie  la compadeció porque eso sería llevarme la contraria. 
Era un caso que perderían ir en mi contra porque soy Kaylan Douglas,  hijo de uno de los CEO más importante de Argentina.  Y yo nunca pierdo .