Capitulo 9

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Camavinga

Se monta en el coche dejando el bolso sobre su regazo, sinceramente no estaba durmiendo cuando ella se despertó, pero se veía tan mona durmiendo que no quería despertarla, y cuando ella abrió los ojos finjí dormir para evitar el momento incómodo.

— Me ha gustado la película— digo para romper el silencio — aunque tu no la has visto acabar—puedo notar como se sonroja.

— Lo siento— trata de disculparse algo avergonzada, ese pequeño gesto me hace sonreír.

— Para nada, no te preocupes, al final he caido yo también.— ambos nos miramos y sonreimos , el gps marca el fin del destino, su casa esta relativamente cerca, es un edificio algo antiguo y un poco destartalado, no puedo evitar sorprenderme, su sueldo debe ser bastante alto y seguro que da para el alquiler de algo mejor... ¿y si?... no mejor no.

— Se que es viejo — parece que lee mi pensamiento— fue mi primer piso en Madrid, estoy pensando en cambiar— se me ilumina el rostro

— Pues la casa de encima de la mia esta libre, los caseros son simpáticos, podría hablar con ellos — parece que el entusiasmo se me ha notado mas de lo que debería, por el gesto que pone— ósea claro si tu quieres, quiero decir no me inporta donde vidas, osea si pero no, bueno no se que estoy diciendo asi que mejor habla tu— parece divertirse con la situación.

— Estaría bien, pásame su numero y hablaré con ellos si la casa de arriba es como la tuya entonces llegaremos a buen puerto— Yo pensaba aprovechar la ocasion para pedirle su numero pero saca su movil y me lo cede para que escriba el número de mi vecino, así que saco mi móvil y copio el número.

— Bueno muchas gracias por traerme— empieza a decir mientras baja del coche.

— Espera— suelto nervioso— cuando podre volver a verte— noto como ella tambien se pone nerviosa

— Sabes donde vivo y donde trabajo seguro que se te ocurre como contactar conmigo.— tras guiñarme un ojo cierra la puerta del coche y se va.

Esta chica me va a volver loco pero me encanta.

Ashley

Pasan unos cuantos días sin saber nada de Camavinga, supongo que el sueño idílico a llegado a su fin, Mike esta sentado enfrente mía delante de una gran pila de papeles.

— Hoy viene tu chico a dar clase—me saca de mi insimismamiento, es verdad se me habia olvidado totalmente las clases, Luis puso a otro compañero en lugar de a mi por el caso de Tanner.

— No es mi chico

— No, solo se quedó durmiendo encima tuya porque eres más comoda que un colchon

— Pues te sorprenderia lo comoda que puedo llegae a ser— el estado de animo me ha cambiado directamente ante las nuevas noticias.

Seguimos engulléndonos en documentos sobre el bufete ya que Tanner ha demandado a uno de nuestros clientes mas importantes por un caso que llevamos hace unos años, no es algo grave pero Luis prefiere que quede en secreto, porque que se sepa que te están investigando por algo que hiciste hace unos años, no da buena imagen, asi que solos estamos los 3 al corriente e implicados en el caso.

No puedo evitar mirar el reloj unas cuantas veces esperando que sea la hora, Mike lo nota pero no dice nada, por eso nos llevamos tan bien siempre respetamos los tiempos del otro sabe que cuando quiera hablar lo hare.

A las 2 en punto aparecen Vini y Rodry pero ni rastro de Cama, cuando Mike se da cuenta se levanta y se va a dar su clase, me decepciona bastante no verle, la verdad.

Al cabo de unos minutos salgo rumbo al almacen ya que Leire, mi secretaria, tiene el dia libre. Cuando paso por la recepción para ir al otro lado de las oficinas se oye el ascensor, no puedo evitar mirar, y para mi alegria aparece, esta vez con un ramo de lirios blancos, tarda unos segundos en verme pero cuando lo hace comienza a acercarse a mi.

— Vaya ¿ para quien son?— pregunto picara cruzandome de brazos.

— Pues no lo se un repartidor me a dicho que las subiese— sonrie burlón

— Vaya parece que lleva una nota— me acerco y la saco— no pude ser son para mi— el no puede evitar echarse que reir.

— Claro que son para ti— hace el amago de darme el ramo, pero me quedo leyendo la nota.

— Tu número de telefono, nadie nunca se había currado tanto querer contactar conmigo.

— Espero que sea mutuo entonces y te animo a llamarme algún día — dice y puedo notar las ganas que tiene de pasar tiempo conmigo lo cual me hace sentirme muy bien.

— Pues no van a hacer falta números de teléfono, por que soy tu nueva vecina de arriba— esta mañana llame al numero que me dio quede con el chico y la verdad es que el piso es genial, se que es raro, se que es mi cliente se que va a ser mi vecino y yo no soy así, no lo soy para nada, soy fría soy estricta conmigo misma, pero no entiendo nada de lo que me esta pasando y apenas le conozco, es un desconocido me estoy metiendo en la boca del lobo y me da igual, porque amo el riesgo, solo espero que Luis no se entere y mas despues de la que hay liada con Tanner y de lo que paso entre nosotros.

— ¿Que dices? ¿enserio? eso es genial— coge y me abraza, se nota que es un impulso porque cuando se da cuenta de que estoy entre sus brazos me suelta inmediatamente.

— Lo siento es que no se que me pasa contigo— se rie

— No importa, e igual si que es mutuo— seguimos mirandonos el tiene las flores en la mano, y como no todo puede ser perfecto el ascensor vuelve a abrirse y esta vez no es una sorpresa agradable.

Luis entra y obviamente nos ve, su cara pasa de la indiferencia al enfado en segundos, asi que saco mis dotes de actriz.

— Luis mira lo que te ha traido Camavinga como agradecimiento— obviamente Cama se queda en shock

— ¿Que...? Ah si si las flores, toma muchas gracias por todo, de verdad.

— No tienes que darmelas, ella es la que hace la magia— dice señalandome— pero las flores me las quedo, aunque bueno— saca una y me la da— toma que se que son tus favoritas.

— Gracias Luis eres el mejor— se acerca a mi y susurra en mi odio
— Te estoy vigilando.— y comienza a andar a su despacho, Camavinga me mira aun impresioando y no puedo evitar soltar una carcajada al mirarle el me imita.

—¿ Que acaba de pasar?— y volvemos a reirnos.

Mike debe de habernos escuchado por que asoma la cabeza por la puerta.

— Eh tu a clase ya, llegas tarde— y vuelve a introducir la cabeza en el aula.

— Bueno pues ya nos veremos— comienza a alejarse

— Espera, ¿que haces esta noche?— le pregunto por que de perdidos al rio.

— Nada, ¿por?— se gira sonriendo

— Quiero enseñarte algo— sonrie de nuevo y puedo asegurar que nunca habia sentido algo así por ver a alguien sonreír.

— ¿ Paso a por ti a las 10?

— Mejor paso yo a por ti, asi empiezo a mover cosas.

— Está bien nos vemos esta noche.

Y se mete en la clase que en realidad es la sala de juntas.

Asi que vuelvo a mi trabajo cojo los documentos y vulevo a mi despacho pasando de nuevo por la sala de juntas, se que los 4 chicos se me quedan mirando, aunque yo solo miro a Mike, que esta negando con la cabeza con una sonrisa en la cara, a lo que yo simplemente sonrio mirando hacia otro lado.

Fuera de juego || Eduardo Camavinga (1 y 2 parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora