CAPITULO 22

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Camavinga
Ashley se fue esta mañana, ya todas mis dudas han desaparecido, por fin me siento seguro y estable.

Cojo el teléfono y marco el número de mi hermana.

— Creo que voy a hacer una locura— digo cuando descuelga el teléfono.

Ashley
Vuelvo a casa por fin, esta vez para quedarme, estoy harta ya de viajar en avión, ademas es una de las cosas que más me aterran, en fin, lo que uno hace por amor...

Abro la puerta con una sonrisa al recordar el tiempo que Edu y yo hemos pasado juntos, creo que ahora si que tenemos una relación estable.

Entro perdida en mis pensamientos cuando una figura en el sofá me sorprende, Cam me aviso que empezaba la mudanza por lo que él no puede ser, me apresuro a encender la luz y entonces le veo, Alex llorando desconsoladamente, corro hacia él temiéndome que algo malo haya pasado.

— Lo he hecho todo mal— dice abrazándome— todo mal Ash, solo he subido huir desde que eso paso.— me dedico a abrazarle mientras él sigue llorando.

Por un lado siento alivio ya que ninguno d ella escenarios que había imaginado han sucedido, pero verle tan roto es horrible.

Pasa unos minutos más hasta que consigue tranquilizarse, voy a prepararle una tila.

Cuando vuelvo ya está más tranquilo, aunque sus ojos rojos e inchados de tanto llorar están perdidos mirando por la ventana, es la primera vez que le veo así, ni si quiera cuando Erica murió le vi tan vulnerable.

— Siento haber entrado así...— empieza a decir.

— No tienes que disculparte esta es tu casa Alex— asiente en gesto de agradecimiento y vuelve a perder la mirada, respeto su silencio un rato más, pero realmente quiero saber que es lo que pasa— no quiero presionarte pero creo que te vendría bien hablar de lo que ha pasado, sé que muchas veces no he sabido estar ahí para que hablase conmigo, pero quiero que sepas que estoy.

— Ash, tu siempre has estado— deja de mirar la ventana para mirarme a mi— supiste tirar de todos cuando todo se vino a bajo, yo me dediqué a salir corriendo— se le quiebra la voz al decir eso último.

— Eso no es verdad, tenia que trabajar.

— No lo se, nunca me he sentido bien con esa decisión, os abandone cuando más me necesitabais, tú madre acababa de perder a una hija y yo la cargué con el peso de dos bebes, nunca me sentí orgulloso de como gestioné aquello y conforme pasaba el tiempo me daba más miedo volver hasta que ya no podía atrasarlo más y decidí volver, pensé que volviendo la culpa desaparecería que podría volver a tener una vida normal— hace una larga pausa— no se volver a enamorarme... — me quedo helada al oír eso, no me lo esperaba aunque supongo que es normal— y lo he hecho— me quedo más helada a un.

— Isa— digo en voz alta casi sin pensarlo.

— Si... pero no es tan fácil, nada lo es, la he alejado de mi por que cada vez que estaba con ella sentía que os estaba traicionando a todos, a ti, a los niños y bueno... a ella, dice mirando hacia arriba y las lagrimas vuelven a caer por sus ojos— me siento más cerca d del y cojo sus manos— yo la quería y la quiero mucho, quería pasar toda mi vida con ella Ash, pero pero...

— No tienes nada por lo que sentiete mal Alex, has hecho lo que podías con la situación que te ha tocado vivir, ninguno de nosotros sabía que hacer o como reaccionar. Siempre te he admirado por como fuiste capaz de irte y seguir trabajando y sacando esta familia adelante. No es justo que te culpes por como lo hiciste, llevamos años arrastrando esta pena, y la llevaremos siempre con nosotros pero no podemos dejar que limite nuestra vida, Erica no lo hubiese querido Alex, ella siempre estaba contenta, feliz, sabía ver lo bueno de lo malo, ella querría que fueses feliz, y si Isa es lo que te hace feliz, te apoyaremos en ello. — digo del tirón bajo su atenta mirada— ella estaría orgullosa del hombre y el padre que eres.— antes de que pueda decir nada más me abraza, mucho más fuerte de lo que me ha abrazado nunca, y en ese momento sé que hemos vuelto a concertar, se que mis palabras no van a eliminar el dolor, por que nada puede hacerlo, pero hay que aprender a vivir con ello y eso es lo que él y yo hacemos, aprender día a día a gestionar lo que sucede, al fin y al cabo de eso va la vida,  de seguir a pesar de todo, de caerse, levantarse y aprender.

— Gracias— susurra en mi odio

— A ti siempre, y ¿ahora vas a contarme que ha pasado con Isa?

Fuera de juego || Eduardo Camavinga (1 y 2 parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora