CAPITULO 14

237 12 1
                                    

ESCENA +18
Ashley
No sabía todo lo que le había echado de menos hasta que se separó de mi, pero la tregua no duró mucho, esta vez fui yo la que me lance, no quería separarme ni un centímetro de el, ya habíamos estado mucho tiempo separados y no estaba dispuesta a perder más el tiempo.

-No deberíamos...-dice cuando adivina mis intenciones, pero la negativa dura poco, agarra mas fuerte mi cintura uniendo nuestras pelvis, la tentación y el deseo son mayores que el sentido común.

Salimos del agua a penas sin separarnos ni un centímetro y me deja suavemente sobre una roca, nuestras bocas siguen unidas, mientras sus manos descansan sobre mi cintura.
Se separa unos centímetros de mi y me observa, su mirada recorre todo mi cuerpo aumentando aún más mi excitación si eso es posible. Sus ojos vuelven a clavarse en los míos y a pesar de que no me está tocando una corriente eléctrica me recorre todo el cuerpo.

Estiro la mano en busca de la suya, el une nuestros dedos y vuelve al ataque, esta vez listo para la acción. Sus manos acariacian mis pechos por encima del sosten que por sus transparencias no deja mucho a la imaginación, sigue bajando por mi vientre hasta llegar a mis muslos los recorre de forma lenta sin llegar a tocar mi centro, haciendo que el deseo sea cada vez mayor.

— Edu...— suplicó en vano, se a propuesto hacerse de rogar...

No puedo controlarlo más, la anticipación esta pudiendo conmigo así que le aparto suavemente, el me mira extrañado me pongo de espaldas a él.

— He hecho algo que...— comienza a decir pero no le da tiempo a terminar la frase cuando dejo caer mi sujetador a un lado del suelo, dejando mis pechos libres aunque él sigue tras de mi por lo solo puede ver mi espalda desnuda.  

— ¿Vas a follarme ya o debería esperar otro año?— digo descaradamente, no me gusta que nadie se haga de rogar ya me conocéis.

No duda un Segundo en acercarse por detrás y pegar su ereccion a mis nalgas, aun cubiertas por un fino tanga, mientras devora mi cuello baja esta última prenda hasta la mitad de mis muslos.

Dirige su mano hacia mi humedad, me sorprende lo mojada que estoy, pero esta situación en medio del bosque y ambos desnudos me esta excitando más de lo que me imaginaba, comienza a masajearme mientras aún estamos de pie, noto sus dedos en mi interior, mis piernas empiezan a perder fuerza con cada oleada de placer así que el me sigue sujetando por detrás.

Antes de poder llegar al orgasmo me giro uniéndome de nuevo a el, bajo su pantalón y el se sienta en el suelo, yo hago lo mismo colocándome a horcajadas sobre el, permitiéndole entrar fácilmente en mi.

— Ash, aunque me está encantando esto, no tenemos...

— Lo se, tomó la píldora y confío en que no tengas ninguna ets

— No la tengo, te recuerdo que soy deportista y me hacen pruebas médicas rutinarias.

— Entonces no se a qué esperas.

No lo duda mas y me penetra bruscamente, todo mi cuerpo se deshace al notarle dentro, comienzo a moverme lentamente sobre él mientras él me sujeta por la cintura, clavando sus dedos en mis muslos, mientras su boca recorre mis pechos, le había echado de menos, todo de el.

—Si seguimos en esta postura no voy a tardar mucho en correrme— me dice lo que me provoca aún más, empiezo a tocar mis pechos mientras sigo moviéndome, el no pierde detalle.

— Se acabo — dice sujetándome y saliendo de mi interior, con un rapido movimiento me coloca en 4 patas dejando mi culo a su entera disposición, sin más demora vuelve a penetrarme, haciendo que suelte un gran gemido, esto no me lo esperaba, noto como sus mano busca mi clitoris, y la otra controla que no me separe de él.

Mis gemidos son cada vez más intensos.

—Edu no pares...—gimo, porque sé que ya estoy cerca y adivino que él también por la forma en que comienza a suspirar.

Sus embestidas se vuelven cada vez más profundas, hasta que finalmente nos corremos a la vez.

Sale de mi acaríciandome suavemente.

— Me encantas — le digo aún de espaldas a él.

— Te puedo asegurar que tu a mi mas mucho mas, es decir, mira este culo, eso no se encuentra en cualquier sitio— le miro mal y comienza a reírse, su risa acaba contagiándome.

—Creo que la felicidad debe ser algo muy parecido a esto— dice mientras me atrae de nuevo hacia el colocándome sobre sus piernas.

— Ojalá podernos quedar a vivir aquí, en este momento.

—Crearemos otros mejores, aunque debo decir que el listón está bastante alto— volvemos a reír, no sé bien por que, pero cuando estas con la persona que quieres todo es fácil y divertido y a mi en ese momento no me hacia falta nadie más— si nos llegan a decir hace una semana que acabaríamos en medio del bosque follando como animales no me lo hubiese creído, pero debo decir que era una fantasía recurrente en mi memoria.

— Fuertes declaraciones— respondo besándole.

Pero como no todo puede ser perfecto mi móvil empieza a sonar.

— ¿No vas a cogerlo?— pregunta tumbado a mi lado.

— Tengo todo lo que necesito aquí mismo, así que no— pero el móvil suena de nuevo, y empiezo a preocuparme, así que decido cogerlo.

— Ash siento molestarte pero tienes que volver— dice Luis al otro lado de la línea.

Se acabo el cuento de hadas.

Fuera de juego || Eduardo Camavinga (1 y 2 parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora