Capitulo 29

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Ashley

Ha llegado el día de la fiesta de despedida de Mike.

Edu nunca contestó mis mensajes, ni mis llamadas, lo entiendo en parte, pero eso no quiere decir que no duela, supongo que ya no quiere saber nada de mi...

Ahora estoy con Isabel comprando un vestido para esta noche.

— Este es genial— me da uno rojo largo, con una apertura en la pierna— a mi hermano le encanta el rojo— me guiña un ojo, no le he dicho nada sobre qué no me contestase, decidí no meterla  en medio y eso voy a hacer. Así que simplemente sonrió ante el comentario.

— No está mal, pero prefiero ese morado— es un vestido largo, atado al cuello, da un efecto de tull y tiene la cintura ceñida.— creo que después de 3 horas mirando tenemos ganador.

— Por fin, que desespero, ojalá ser hombre e ir con traje a todos lados, es tan simple.

— Pero no es tan divertido

— En eso tienes razón— noto como unas chicas nos miran a lo lejos, comienzan a acercarse, otra vez no por dios.

— ¿Tu eres la novia de camavinga?— Isabel me coge del brazo y me aleja, es la cuarta vez que eso pasa esta semana, no sabía que los medios del corazón tenían tanta relevancia.

Eduardo
Volví de Sevilla y busqué mi móvil por todas partes, no lo encontré en ningún sitio, por lo que estoy sin móvil hasta que vaya a por uno nuevo, me sienta bastante mal haberlo perdido, es como reafirmar que soy un desastre.

Cuando llegue a casa Isabel no me dijo nada más de Ash, solo me afirmó que estaba bien y ya, pensé que al menos querría hablar conmigo aunque fuese para echarme la bronca pero se ve que ni eso quiere ya de mi.

No se si quiero verla, va a ser demasiado doloroso.

Llamo Tchoumeni

— No me digas que no vienes— es lo primero que dice al descolgar el teléfono.

— No va a querer verme y no se si yo quiero verla...

—Edu...

— Vale si quiero verla, pero que me rechace de nuevo o que ni si quiera me mire me da pavor— me tumbo en la cama harto de todo.

— Bueno haz lo que consideres que es mejor, el resto del equipo va a ir, no creo que nadie salvo ella note que no estás.

— Me lo pensaré, ¿a qué hora es?

— 9 y media, bueno me voy, no te rayes mucho— vuelvo a quedarme en el silencio de mi habitación, recuerdo el día de la piscina, he rememorado ese día más veces de las que debería.

Mi hermano entra en la habitación y se sienta a mi lado.

—¿Otra vez pensando?

— Odio esta sensación

— Lo se, pero se pasa, poco a poco, lo superarás

— No se si quiero superarlo...— no quiero olvidarla, no quiero enamorarme de otra persona, quiero estar con ella, es ella.

— Bueno, no se que decirte la verdad, sabes lo que pienso de todo, esa revista... antes de conocerla nadie sabía nada de ti, estabas bien, y ahora pasa esto...

— Alguna vez tenia que pasar, no hace falta que me protejas de todo, yo elegí la vida de ser conocido, no puedo dejar de vivir o de relacionarme por miedo a que alguien me vea. No puedo vivir guardando las apariencias, no puedes protegerme siempre, necesito que te comportes como un amigo y no como un hermano obsesionado — me siento a su lado.

— No sé cuándo te has hecho tan mayor— se ríe, me pensaba que iba a enfadarse me alivia ver que no— está bien dejaré de meterme en tu vida, haz lo que consideres que tienes que hacer, yo te apoyaré.

— ¿Voy esta noche a la cena o no?— pregunto desesperado

— He dicho que no me metería más en tu vida, ahora tomas tus propias decisiones— se levanta saliendo de la habitación, le lanzo un cojín.

Vuelvo a tumbarme debatiendo internamente si ir o no.

Ashley
Llego la hora de la despedida, siempre las había odiado, hasta que me di cuenta lo afortunados que somos de poder despedirnos de la gente que queremos, de lo importante de decir lo que sentimientos... nunca sabemos cuándo será la última vez que veamos a alguien, vivimos pensando que seremos inmortales hasta que la vida nos recuerda que no es asi, hay millones de personas en el mundo, el día que no estemos, el mundo seguirá fluyendo y viviendo de la misma forma en la que lo hace, realmente no importamos tanto como pensamos, el mundo no notaría nuestra ausencia, solo lo harán las personas que nos quieren, es por eso que lo más importante siempre debería ser el amor, el respeto... no cualquier logro material, la vida es corta para vivir sufriendo por no haber conseguido algo, por el que dirán, o por el miedo a sentir.

He vivido años escondiendo lo que siento, y estoy harta de hacerlo.

Esta noche todo va a cambiar.

Fuera de juego || Eduardo Camavinga (1 y 2 parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora