Capitulo 28

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Eduardo

Finalmente salgo de la cama, tenemos partido esta noche, así que entrenamos y nos iremos.

— Por fin sales de la cama— Tchoumeni está ya listo para irse, siempre es puntual me recuerda a Ash, Ash..., ¿como se habrá tomado lo de la revista?, Isabel me dijo que me diría algo pero aún no tengo noticias.

— ¿Lo has visto?

— Claro que lo he visto, me va a odiar de por vida— me llevo las manos a la cabeza, que todo el mundo te conozca es horrible, ¿a quien le importa con quien salgo o con quien no?

— No te odiará— se que ni si quiera se cree esas palabras— tu no tienes la culpa.

— No se, es una situación difícil, ella no es conocida, al menos no de esa forma, y no creo que sea bueno para su reputación.

— Tío, todo el mundo tiene derecho a enamorarse, no tiene porque afectar a la reputación de nadie, además te estás adelantando a los acontecimientos, igual ni se ha enterado.

Igual tiene razón y ni si quiera lo sabe, intento auto convencerme para quedarme más tranquilo.

— Ahora vístete y vámonos que llegamos tarde...— vuelvo a la habitación, unos minutos después ya estamos en el coche de camino al campo.

Ashley
— Isa, necesito hablar con tu hermano y no me coge el teléfono— llevo intentando que Edu me coja el teléfono más de 15 minutos, igual no es mucho pero si de algo carezco es de paciencia.

— No está en casa, está entrenando, y después tiene partido en Sevilla—joder pienso para mi.

— Vale, gracias seguiré intentando hablar con el.

— ¿Estas bien?

— Si, no te preocupes, sobreviviré a la portada de una revista— tras unas frases más cuelgo.

Podría ir a Valdebebas, pero salir de la oficina ahora me va a ser imposible, intentaré llamarle de nuevo más tarde.

Eduardo
Ya estamos listos para subir al avión.

— Oye ¿has visto mi móvil?— llevo un rato buscándolo en la mochila y no lo encuentro.

— Igual se ha quedado en mi casa— miro con mala cara, joder que mal, necesitaba saber si Isa me había escrito algo— bueno mira el lado bueno así no te obsesionas con lo que estará pasándo.

— Ahora voy a obsesionarme más, no voy a poder saber nada hasta que volvamos de Sevilla, y hacemos noche allí y todo, ¡qué horror! — me desespero.

Ashley
He seguido llamándole durante el día pero no ha habido respuesta, debe estar enfadado conmigo y por eso no me contesta, no puedo culparle por ello...

— Alegra esa cara mujer— dice Alejandro desde el sofá de enfrente, he venido a pasar la noche con ellos, intento sonreír aunque es una misión sin éxito.

— Papá, ¿podemos ver el fútbol?— lo que me faltaba tener que verle en la tele.

— No se, ¿no prefieres ver otra cosa?— se que lo hace para que no tenga que verle.

— Ponle el fútbol al niño anda, no te preocupes por mi—no puedo hacer que todo el mundo cambie su vida por mi.

Acaban poniéndo el partido, no puedo evitar emocionarme al verle salir al campo, se me encoge el estómago ¿por qué tiene que ser tan guapo?, ¿por qué he tenido que ser tan dura con el?, ojalá estar allí con el, apoyándole, queriéndole...

Camavinga
Terminamos el partido, hemos conseguido ganar, aunque esta historia ahora mismo me importa poco, solo quiero poder hablar con ella, pero ni si quiera tengo mi teléfono para poder hacerlo, y pedirle a alguien que la llame es bastante intrusivo así que opto por esperar hasta mañana.

—Hola— Florentino entra al vestuario y se sienta a mi lado, empieza a hablar antes de que pueda contestarle — he visto la revista, pensé que seriais más cuidadosos con vuestra relacion

—¿Que relacion? No hay ninguna relación— le explico como a Tchoumeni — solo es una foto.

— No hace falta que me lo ocultes, soy mayor, he visto este tipo de cosas a menudo, y la forma en la que os miráis... hay más que solo amistad.

Me sorprende de nuevo su actitud respecto a este tema, siempre me dijo que fuese cuidadoso, cauto y que no me metiese en líos, y ahora me manda en brazos de una chica.

— No entiendo nada — confieso

— ¿Nada de que?

— Porque esta insistencia  por hacer que pasásemos tiempo juntos, la idea de las entradas... todo, a tomado un rumbo muy raro

— No hay ningún transfondo simplemente pensé que podríais llevaros bien, nada más, ella es una chica muy responsable y tú... bueno tú eres tú, pensé que algo se te contagiaría de ella— sopesó la situación, mi jefe haciéndome de celestino en fin, tampoco voy a darle mas importancia a la situación, Ash me gusta genuinamente, y hubiese pasado aunque no hubiese estado planeado.

— Bueno, digamos que lo entiendo, pero ya no estamos juntos, bueno nunca lo estuvimos para ser sincero.

— Sois jóvenes, no te preocupes por eso, eres un chico listo, sabrás apañártelas.— tras eso se va.

Vuelvo a reencontrarme con mi ansiedad por no poder coger mi móvil, y si... desecho la idea enseguida, seguramente ni si quiera se ha planteado hablar conmigo.

Fuera de juego || Eduardo Camavinga (1 y 2 parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora