CAPITULO 1: LA VUELTA

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ASHLEY

Nos tiramos más tiempo del esperado recogiendo las maletas, es lo que mas odio de los aeropuertos siempre hay que estar atentos a que no te pierdan el equipaje, así que no me quedo tranquila hasta que veo mi maleta rosa aparecer por la larga cinta, doy gracias al cielo, la maleta de mi acompañante aun tarda algo mas en salir, pero finalmente lo hace, por lo que damos por cuncluido con éxito el viaje.

Nos dirigmos a la escalera mecanica.

--¿Lista? -- Cameron pasa su mano por mi cintura y posa sus ojos verdes sobre los míos.

--Eso creo-- asiento

Lo primero que veo cuando la escalera comienza a bajar es un gran cartel rosa de la mano de Jacob, pone Tia Ashley en grande, para que sepa donde tengo que ir ¿se puede ser más adorable?, aun estoy algo nerviosa por tener que presentarles a Cam, no llevaron muy bien mi ruptura con Edu así que no se como pueden tomárselo.

Al lado de mi sobrinito están Alex, Jack e Isa, que avanzan hacia el final de la escalera cuando nos ven.

--Ash-- gritan mis sobrinos al unísono cuando por fin llego, se que puede parecer raro que se refieran a mi por mi nombre en vez de utilizar palabras algo mas cariñosas como tita, tata, pero a mi hermana nunca le gustaron esos términos y enseño a mis sobrinos a llamarme con mi nombre, en fin mi hermana nunca fue una persona especialmente dulce y cariñosa.

les abrazo con todas mis fuerzas, por que a pesar de que les he visto bastante a menudo, pasar de verles todos los días a verles solo una vez cada 3 meses ha sido duro, posiblemente una de las cosas mas duras de haber estado lejos.

Cuando les suelto abrazo a Isa, no hemos dejado de mantener contacto durante este tiempo, una de las mejores cosas de conocer a Edu ha sido conocerla a ella.

--Te he echado tanto de menos.

--Yo a ti más.

--Ash-- dice Alejandro interrumpiendo nuestro abrazo, me giro hacia su voz y me encuentro una curiosa escena.

--¿Y tu quien eres?--Le esta preguntando Jack a Cam con cara de pocos amigos.

--Eso es, ¿tu quien eres?-- repite el pequeño imitando a su hermano, la cara de terror de Cam es de película, Alejandor y yo nos miramos y empezamos a reidor, lo que hace que los 3 chicos nos lancen una mira asesina.

Cam me mira pidiendo ayuda y a pesar de la diversión de la situación decido intervenir.

--Este es Cameron chicos-- ahora centran su mirada acusadora en mi, no parece gustarles muchos. Cam, lo cual hace que me ponga nerviosa, recuerdo lo fácil que fue lo de Edu lo contentos e ilusionados que estuvieron... y me pongo aun más nerviosa, lo que hace que opte por la solución fácil...-- El es...-- siguen mirándome atentamente-- un compañero de trabajo.

-- Esta bien-- Los niños parecen conformarse con la respuesta y se alejan con Isa de la mano, me giro para enfrentarme a Cam, pero lejos de parecer molesto esta divertido con la situación ¿por que este hombre es tan maravilloso?

-- ¿No decias que estabas lista?-- comienza a reír.

-- Eso creía pero me han mirado con esos ojos y me ha dado miedo.

-- AI Ashley, esos hombrecitos hacen lo que quieren contigo-- dice Alejandro rodeándonos a ambos con los brazos, Alex conoció a Cam en uno de los viajes y como es normal con Cam se acabaron llevando bien, porque Cam tiene la capacidad de caer bien a absolutamente todo el mundo.

Es algo que admiro de él, como sabe adaptarse a la situaciones y a las personas, sabe escuchar y sabe estar dos cosas fundamentales en cualquier relación de cualquier tipo.

Camavinga
Isabel se ha ido a recoger a Ash, no se como sentirme al respecto, he llamado Karen para salir esta noche, no me veo capacitado para afrontar esta situación de forma madura y consciente ojalá pudiese hacerlo, pero no puedo, así que voy a seguir como hasta ahora.

— Hola reina— digo cuando descuelga el telefono.

— Qué raro que me llames un lunes, no me digas que ha vuelto— adivina.

— No me apetece hablar de eso la verdad— trato de evitar el tema, bastante tengo con que vaya a seguir viviendo encima mía, lo único que quiero es salir huyendo de aquí.

— Bueno, terminó de rodar a la 22 si quieres pasar a por mi y vamos a mi casa, tengo que irme, hasta esta noche rey— cuelga el teléfono.

Vuelvo a tumbarme en la cama, hace poco que he vuelto de entrenar y no me apetece nada moverme.

— Ash vuelve hoy— entra Celio en mi habitación, lo que me faltaba..., durante este año he tenido que tener muy presente a Ash de todas las maneras, tanto por parte de Isa como de mi hermano pequeño que siempre estaba jugando con Jack y Jacob, no me malinterpretéis no me desagrada saber de ella, quiero que ella esté bien y feliz, que no estemos juntos no significa que no quiera que ella esté bien, pero de ahí a querer verla con su nueva novio...

— Eso me han dicho peque— intento ocultar la tristeza que me provoca no poder ir a abrazarla al aeropuerto, mataría por poder volver a besarla...

— ¿Vais a hacer las paces? — la pregunta me deja bastante descolocado, al final pensamos que los niños no se dan cuenta de las cosas, pero son mucho más conscientes de lo que pensamos.

— No tenemos que hacer las paces, estamos bien— le respondo lo más seguro que puedo, ya que no tengo ni idea de cómo va a resultar la situación cuando nos encontramos, lo cual pienso evitar lo máximo que pueda.

— No es lo que parece...

— ¿Y que es lo que parece?— quiero saber, nunca he hablado con el de esto, y realmente no se que piensa que paso.

— No se, un día erais novios, y tú estabas feliz, y ahora siempre estás triste, sales mucho, ya casi no juegas conmigo y todo eso paso desde que ella se fue... — no le dejo terminar de hablar, le abrazo, no sabía que se había sentido así, o que se había notado tanto mi cambio.

Un rato después salimos de casa a jugar con el balón para intentar remendar mis errores.

Pero conforme cierro la puerta, oigo pasos acercándose al porche.

— Hola— oigo una voz fina y Dulce, pero mucho mas tímida de lo que solía ser, la misma voz que hace un año me dijo te quiero, una voz que sería capaz de reconocer en cualquier parte y no puedo evitar que mi corazón se rompa un poquito más.

Con todo el valor que puedo me giro, nuestros ojos vuelven a conectarse de esa forma tan sencilla en la que siempre lo han hecho, como si nada hubiese cambiado, solo ella y yo de la misma forma a unos metros físicamente, pero a km de distancia emocionalmente, esta mucho más guapa de lo que estaba, se ha cortado el pelo, y se a puesto algo más rubia, sus ojos se tornan algo tristes al verme, recorre mi cuerpo con su mirada, y no puedo evitar ponerme nervioso, intento sonreír, y ella me corresponde lo cual me calma.

— Bonjour— digo de la misma forma en lo dije el día que nos conocimos en aquel ascensor, ella vuelve a sonreír esta vez algo más divertida, y por un momento vuelvo a sentir esperanza...

Fuera de juego || Eduardo Camavinga (1 y 2 parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora