Capitulo 23

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Entro a casa, sin poder contener las lagrimas, esto nunca fue una buena idea, rebusco entre algunas cajas de la mudanza que aun no he tenido tiempo de abrir, y saco un álbum de fotos, me siento en el sofa, aun no logro sentirme en casa en estas 4 paredes, y saber que el esta abajo lo hace todo aun más horrible.

Me pongo a ojear el álbum, la primera foto es de mi hermana graduándose de la universidad, era psicóloga, siempre quiso entender el pensamiento de la gente, y poder ayudar a los demás, la siguiente es de ella embarazada de Jack su primer hijo, que ahora tiene 11 años, se quedo embarazada bastante joven, cuando supieron la noticia ella y Alejandro decidieron casarse, lo que nos lleva a la siguiente foto, ella vestida de novia, ambos mirándose, siempre admire su amor, tan puro, tan real desde tan pequeños, el como juntos desafiaban todas las adversidades, ese dia prometiron que solo la muerte les separaría y asi fue, aunque mucho antes de lo que ellos esperaban, dos años después de aquella foto llego mi otro sobrino Jacob, que ahora tiene 9 años, y son lo mejor que mi hermana pudo dejarnos.

Cuando murió Alejandro estaba en una MIsion en Iran, asi que el contacto mas cercano era yo, ya que mi madre no solia coger el teléfono.

—Ash, tienes una llamada —dijo la recepcionista cuando entre por el ascensor, era temprano apenas las 8 de la mañana.

En ningún momento pude imaginarme lo que estaba a punto de escuchar al otro lado de la línea.

—Su hermana ha tenido un accidente

—Esta grave

—Deberia venir...

A partir de ahí, no recuerdo nada más, solo se que Tanner me acompaño hasta el hospital, tardo pocas horas en morir después de mi llegada, yo y mamá tuvimos que encargarnos de todo.

Alejandro consiguió salir y en menos de un día pudo llegar, nunca olvidare su cara desencajada, la forma en la que se rompió, nunca le había visto asi, pero lo peor fue contárselo a los niños, el pequeño paso todo el primer año preguntando cuando iba a volver mamá, no podía entender lo que había pasado, lo cual irritaba mucho a su hermano, que muchas veces evitaba hablar de su madre, hemos estado trabajando mucho en ello ya que no es bueno que se cierre a sus sentimientos, pero de tanto intentar que el no se cerrase, acabe cerrándome yo, ocultaba cada lagrima, cada mal dia, me volque absolutamente en ellos dos, y me encerre en el trabajo.

Por aquella época Tanner y yo salíamos, nos conocimos en el trabajo, eramos compañeros, y poco a poco surgió algo entre nosotros, el estuvo ahí, pero no entendio la forma en la que me aleje de todo, no supo ver que estaba realmente mal, el único que se dio cuenta fue Mike, que me apoyo en todo, comenzó a darme trabajos algo mas avanzados para que pudiese pensar en otra cosa, eso no sentó bien a Tanner que comenzó a despreciarme y convertirse en una persona totalmente diferente a la que fue en un primer momento, eso no ayudo a mi recuperación mental y tuve que acabar buscando ayuda, acudí a una psicóloga, lo cual me recordaba más aun a ella, pero poco a poco conseguí avanzar, porque cosas como esa no se superan nunca, pero conseguí aprender a vivir con ello.

O eso pensaba yo hasta que Edu llegó, y me revolvió todas las emociones, todas las personas de mi entrono conocían la historia, no era necesario tener que rememorarlo todo, dejarle entrar a mi vida seria revolverlo todo, y no estoy preparada para eso, creía que si pero no puedo...

Al final me quedo durmiendo en el sofa con el álbum entre las manos, mañana es el aniversario de su muerte.

Fuera de juego || Eduardo Camavinga (1 y 2 parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora