Ashley
—¿Cuando vuelves? — pregunta Cam al otro lado de la línea, estoy segura de que ha hecho un puchero al decirlo.—Pues creo que esto dura una semana, así que... en una semana— la verdad es que solo llevamos dos dias aquí y han pasado tantas cosas...
— Ya te echo de menos
— Y yo a ti— y es verdad le echo de menos aunque creo que no de la misma manera que el a mi.
— ¿Que tal con el?
— Bien— digo casi sin pensar, el tose— es decir, hemos hablado y eso, lo hemos arreglado o eso parece— omito dar detalles.
— Me alegro entonces, era una historia que no merecía acabar así— siempre he admirado la seguridad y la empatia de Cam, nunca se muestra celoso, el sabe lo que vale y no tiene miedo de nadie, aunque se que no es tonto, ya habíamos hablado de esto.
En Nueva York
Me despierto en una habitación que no es la mía, me quedo mirando las paredes, todas llenas de libros, ese siempre fue uno de los sueños de mi infancia, tener una habitación llena de libros.— Buenos días— dice un chico moreno de ojos verdes entrando por la puerta con una bandeja— te he preparado cafe— deja la bandeja a los pies de la cama y se sienta a mi lado rodeándome con sus brazos.
— Gracias, no hacía falta— digo recostándome contra su pecho, hace ya unos meses que nos estamos viendo a escondidas de todos, como si tuviésemos algo que ocultar, pero todo así es más fácil.
— Ash yo quería decirte que...— no me gusta como empezaba a ir esto, le miro desde abajo— me gustas muchísimo Ashley aunque eso creo que lo sabes de sobra— sonrio el a mi también me gusta muchísimo— y quiero que estemos juntos.
Sabía que esto acabaría pasando, al principio nos hicimos muy amigos pero después surgió la química y la atracción, pero no siento lo mismo que sentí por Edu, no creo que ese sentimiento vuelva a ser posible.
— Cam sabes mi situación, en unos meses volveré a España, y no creo que...
— Espera, llevamos un tiempo siendo amigos y nos gustamos, porque se que te gusto señorita— dice como si tuviésemos 13 años — sé que no quieres atarte, y que no sabes que va a pasar cuando vuelvas a casa, también sé que sigues pensando en él, pero eso no quita que tú y yo estemos ahora aquí en esta cama. No pretendo que nos casemos, ni que seamos novios en el término estricto de la palabra, no quiero presentarte a mis padres como si fueses el amor de mi vida, simplemente quiero que no nos escondamos, que estemos juntos, que seamos juntos, respetaré la decisión que tomes, y entenderé en todo momento que quieras romper la relación que te pido, porque sé desde el inicio lo que sientes. — hace una pausa, yo estoy algo desubicada, parece darse cuenta así que trata de explicarse de nuevo.
— Somos amigos que se acuestan, eso es un novio Ash lo sabes, los amigos no se acuestan— yo comienzo a reírme.
— En eso tienes razón
— Por eso lo digo, estemos juntos hasta que decidas algo, prometo seguir siendo tu amigo, puedes contarme lo que sientas cuando lo sientas, pero no dejemos de hacer esto que hacemos, no dejemos de ser esto que somos.
— No quiero que perdamos la amistad por culpa de los sentimientos— le confieso
— Creo que somos lo suficiente maduros para comprender eso.
— No puedo prometerte nada— le digo porque a pesar de todo sigo queriendo que Edu sea mi persona aunque otra parte de mí trate encarecidamente de acabar con ese amor.
— Lo se, y no quiero que lo hagas, solo quiero que sigamos con esto, pero sin ocultarnos, quiero besarte en medio de la calle, sin miedo a que nos vean, no hacemos nada malo...— parece no verme convencido— prometo irme cuando de verdad decidas qué quieres estar con el, hasta entonces déjame quedarme así contigo— me besa apasionadamente, y yo decido asentir.
— Está bien, pero todo claro siempre ¿vale?, sabes lo que siento — repito de nuevo.
— Lo se y estaré listo en cualquier momento para que volvamos a ser solo amigos.
Después de recordar todo eso decido ser sincera porque nos lo prometimos.
— Cam realmente creo que no se ha acabado....— se oye un suspiro al otro lado, temo su respuesta, aquella conversación había tenido lugar hace ya bastante tiempo, y aunque siempre se ha mostrado comprensivo desde que llegamos he temido que haya cambiado de opinión.
— Yo tampoco creo que se haya acabado, aunque la verdad esperaba que tardases más tiempo en darte cuenta de que aún sigues enamorada de él. — su respuesta me sorprende.
— No he dicho que siga enamorada de él— le corrijo
— Ash te conozco, y le miras de una forma tan especial incluso cuando estás enfadada con él te brillan los ojos, nunca te he visto mirar a nadie así, y por mucho que me duela te prometí que estaría ahí, para volver a ser solo amigos así que sólo tienes que pedírmelo... — este chico me lo está poniendo todo demasiado fácil, ¿ por que no podía enamorarme de alguien así? Ah si porque ya estoy enamorada...
— Gracias Cam de verdad, no se si pasará algo entre él y yo, pero supongo que necesito libertad para descubrirlo.
— Pienso lo mismo, y ya sabes siempre estaré aquí por si cambias de opinión.— ambos reímos.
— Nos vemos el lunes
— Si, y Ash una ultima cosa, deja de escuchar a tu cabeza y empieza a escuchar a tu corazón— tras eso cuelga el teléfono dejándome pensativa, quizá lo hemos complicado todo más de lo que en realidad era necesario.
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Fuera de juego || Eduardo Camavinga (1 y 2 parte)
RomanceUna prestigiosa abogada que no cree en el amor, hasta que uno de los futbolistas más reconocidos del país se cruza en su camino. Dos mundos totalmente diferentes y condicionados por el que dirán. Una historia de amor o desamor, ¿te atreves a descub...