Sentí como sus manos acariciaban mis costados y subían hacia arriba como las raíces de un árbol, trepando, anclándome al suelo y a ella. Sus labios recorrían mi cuello y notaba su peso ligero sobre mí, generando su propio microclima. Sus manos, que habían trepado por mi cuerpo, ahora se enredaban en mi pelo y todo su cuerpo desnudo estaba sobre el mío. Intentando coger aire giré mi cara y me desperté.
Oli dormía aunque con la respiración un poco agitada, parecía que lo hacía profundamente, su cara estaba a menos de un centímetro de la mía y una mano suya me agarraba por encima de las caderas, como si tuviera miedo de que me fuera.
–Joder... –Suspiré en alto.
No era nada propio de mí estar así por nadie, no es que fuera yo la persona más sexual del universo, solía ir a mi ritmo. Más bien me consideraba romántica, pero Olivia me tenía últimamente con el cerebro hecho un puré de emociones y estaba muriendo por dentro por tocarla. A ella con ese tema se la veía más bien tranquila, o eso me estaba transmitiendo.
Suavemente retiré su mano de mi cadera para ir a beber un vaso de agua y quizás fumarme un cigarro en el patio mientras me daba un poco el aire. Cogí el móvil y vi que tenía una notificación de Tere.
Tere 😻: "cómo va la noche con Oli? Me ha dicho que dormía contigo eh ... 😏"
Yo: "buf, calla, no me hables de eso. Tú como estás? Santi se porta bien espero"
Estaba conectada, así que rápidamente la vi escribiendo.
Tere 😻: "Pues me estoy enamorando la verdad"
Esa frase la leí como lapidaria. Cómo verdadera, por fin mi amiga era clara con sus sentimientos por primera vez en mucho tiempo.
Yo: "Me gusta que sientas el amor que los demás sentimos por tí"
Tere 😻: "que haces despierta? Estáis bien?"
Yo: "he tenido un sueño peligroso y me he despertado. Olivia está dormida como un tronco"
Tere 😻:"Bueno, te voy a dejar que tengo sueño, si me necesitas llamadita"
Yo: "Buenas noches beib"
Abrí la puerta del patio y dejé entreabierto, saqué un cenicero del armario dónde mi madre guardaba trastos y me apoyé en la pared. Pasados dos minutos escuché a mis espaldas como alguien entraba y unas manos calientes que se ponían sobre mis ojos. Ese gesto me recordó fugazmente a Virginia, pero la sensación que me transmitió fue mucho más intensa. El tacto de Olivia últimamente me deshacía como si mi cuerpo fuera de barro mojado, reconocería sus manos y su piel en cualquier sitio y bajo cualquier circunstancia.
–¿Estás bien? –Me dijo retirando las manos y apoyándose a mi lado.
–Sí, es que me he desvelado repentinamente.
–Yo también... –Se encendió un cigarro y me miró. –¿Te puedo preguntar una cosa?
–Claro.
–¿Yo te atraigo? En plan... bueno, no sé.
Me quedé mirándola sorprendida, no sabía muy bien qué decirle. Quizás esa parte era la más complicada de abordar en esa dirección alternativa que estaba tomando nuestra relación. Pero si echaba hacia atrás en mis recuerdos, Olivia siempre me había atraído, incluso más que Virginia. Su belleza era muy misteriosa, era muy dulce y adorable, no era estándar, era diferente y magnética.
–Oli, eres preciosa. – Le acaricié la cara y puse un mechón detrás de su oreja.
–Sí, pero... es que no es eso lo que te he preguntado.
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Akelarre
General FictionEn una ciudad de Galicia, tres amigas comparten el mismo secreto. Quieren cambiar su vida, quieren ir más allá. Todo cambia a partir de una experiencia paranormal de Marta, que convencerá a todas las demás para empezar a vivir una vida totalmente di...