PARTE 27: ALGUIEN MIENTE

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Me desperté pronto el sábado por la mañana para adelantar cosas de clase, tenía dos entregas a medias y si suspendía mi madre me iba a matar. Sabía que había estado distraída últimamente pero era bastante responsable y siempre tenía esa vocecita interna diciéndome que le dedicara más tiempo a estudiar.

Aquella noche le había dicho a mi madre que íbamos a salir y que dormiríamos en casa de Oli, era verdad, excepto la parte de salir.

Durante los últimos días llevaba a Tere bastante dentro, haber compartido todas esas inseguridades y temores me hacía verla de una manera más sincera. Sentía su dolor, y su voz me hacía eco. Era el momento de solucionarlo, de forma paciente y usando la verdad.

Dediqué toda esa mañana y gran parte de la tarde a terminar las entregas y repasar materia atrasada, ignoré bastante el móvil y aunque se colaron en mi mente ciertos pensamientos intrusivos supe lidiar con ellos bastante bien.

Sobre las siete de la tarde corté la sesión de estudio y desbloqueé el móvil que había ignorado tantas horas. Nada nuevo, mis amigas quedando a una hora fija, Tere mareando y Oli mandándome corazones y mucho ánimo para concentrarme.

AKELARRE

Yo: "Holi, acabo de terminar. ¿Voy para casa de Oli?

Oli 💛: "hola guapa. Hemos quedado antes en el castillo para tomar algo con Santi y luego vamos a cenar"

Yo: "ese no era el plan 😑"

Tere 😻: "no, no lo era. Pero el pasado no importa, es el presente lo que debe marcar tu camino 🙏"

Yo: "eres imbécil..."

Oli 💛: "es pronto y cenar hay que cenar"

Tere 😻: "haz caso a tu novia. Yo ya estoy llegando"

Yo: "bueno, voy para ahí, pero sin liarse"

Antes de "arreglarme" le enseñé a mi madre mi avance en las entregas para que me diera su opinión, siempre era muy sincera y me venía bien para mejorar cosas y sacar mejor nota. Después de eso, cogí mis cosas y salí de camino Al Castillo.

Caminaba tranquila sin música, concentrada en el sonido del exterior. Los coches, los pájaros en algún punto de la ciudad, el viento, alguna nube se movía en algún punto del cielo que nos cubría. La sensación de miedo de Tere estaba cubriendo el ambiente, o al menos el ambiente que yo estaba respirando. Desde hacía unos días, su miedo y dolor lo estaba llenando todo, parecía que el destino me había castigado con su sentimiento de incomprensión. O me había castigado, o me había otorgado la virtud de verlo. Todo lo demás pasó a un segundo plano.

El hecho de que escuchara mucho a mi alrededor, no quitaba que no escuchara los pasos de quién venía detrás de mí. Me paré en seco, en un gesto dramático que dejara bien claro que me había dado cuenta de su presencia y cerré los ojos.

–Os di la verdad. –Me dijo con esa voz grave que tenía y llenando el oxígeno del olor que reconocía perfectamente.

–Y nosotras a ti también. Pediste sinceridad, y sinceridad tienes.

–Bueno, tuya sí.

–Tere todavía está entendiendo lo que sucede. Pero será la más sincera, la sinceridad es una de sus virtudes. –El olor de Ishtar, aunque desagradable, ya no me mareaba.

–Marta. –Al abrir los ojos la tenía frente a mí, portando el cuerpo de Olivia. Su cara, su pelo, su cuerpo y una sonrisa que claramente no era de ella. –No hablo de Tere.

Se instaló un silencio entre nosotras. No tenía pensado asustarme, aunque esa fuera su intención, que lo era.

–No voy a acobardarme. –Le dije mirándola.

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