PARTE 25: TU PESO SOBRE MÍ

10 2 5
                                    

–¿Nunca te has acostado con nadie? –Le pregunté un poco sorprendida.
–No, pero no me pongas esa puta cara. –Dijo poniéndose a la defensiva.
–No te estoy atacando, no pasa nada. –Le dije intentando relajarla.
–Me estás mirando con cara como de pena y sorpresa. No me encanta.
–Simplemente es importante saber esas cosas. Es importante Oli.
–¿Por?
–Pues porque tía no voy a presionarte con algo que no tiene tanta importancia como crees.
–¿Y si no tiene tanta importancia por qué no paras de pensar en eso?
–Perdona.. ¿Qué dices? –Le pregunté con gesto de sorpresa.
–Llevas dos noches soñando conmigo.
–Y tú conmigo mamona. –Me reí.
–Ya, pero es que tú me llamas, por eso voy.
–Yo no te llamo. Al menos no conscientemente.
–Marta, no paras de pensar e imaginar cosas conmigo y no es nuevo. Antes también lo hacías pero lo bloqueabas automáticamente.

Me quedé en silencio. No podía negar que Oli siempre me había parecido guapísima, que tenía un cuerpo alucinante y que me atraía muchísimo por múltiples motivos.
–Oli, porque eres preciosa, yo que sé. No me metas en esta situación.

Nos quedamos en silencio ella mirándome pidiendo algo más de mí y yo pensativa. No voy a mentir, me sorprendía muchísimo que Oli no hubiera tenido ese tipo de acercamiento con nadie. Había tenido algún lío, es cierto que nada serio, pero mi amiga era preciosa y siempre se quedaban prendadas de ella y la miraban cuando salíamos a tomar algo. Ella tampoco mentía, yo había tenido varios pensamientos intrusivos en épocas pasadas cuando dormíamos juntas, cuando salía en toalla o cuando me daba un beso en la mejilla y se acercaba demasiado rozándome. Es que me atraía muchísimo, incluso cuando estaba todavía con Virginia, aunque obviamente lo bloqueaba y no lo dejaba pasar ni a mi mente ni a mi cuerpo.

Pero ahora era muy diferente, ahora me besaba, me agarraba, me tocaba y se colaba en mis sueños haciéndome sentir de una manera totalmente nueva.

–Oli, me encantas, pero no voy a presionarte y decirte cuántas ganas tengo o dejo de tener de que nos acostemos. –Le dije seria.
–¿No me lo vas a decir? –Dijo con un tono grave y sexi acercándose a mi cara.
–Nop. –Le contesté sin apartarme.
–¿Más que de besarte hoy con Virginia? –Rozó mi cara con la suya, y dejó un beso en mi mandíbula, sin apartarse y dejando un suspiro en mi piel, añadió. –No hace falta ni que contestes, que para no poder saber lo que piensas te lo noto a la perfección.
–Oli… me estás haciendo la vida difícil ahora mismo. –Olivia estaba besándome el cuello y tocando mi pelo con una mano.
No contestó, giró mi cara con la mano que tenía en mi pelo y me besó en los labios, recorrieéndolos poco a poco y dejando pequeños besos húmedos sobre ellos.
–Oli, porfa… –Le contesté sin apartarme.
–¿Segura que no me lo quieres decir?
–¿Lo qué? –Le pregunté incapaz de seguir el hilo de nuestra conversación.
–Las ganas que tienes de acostarte conmigo.
Metió una de sus manos por mi camiseta y recorrió mi espalda con una caricia que me hizo estremecer y respirar muy fuerte.
–Muchas Olivia, muchas. –Le dije besándola intensamente.
–¿Por qué? –Acarició mi labio inferior con la punta de su lengua y yo ya no podía más.
–Porque te quiero. –Me salió solo. Cómo un acto reflejo, como respirar, como la necesidad de beber.

Olivia se apartó dulcemente mirándome con cara de sorpresa y yo no tenía muy claro qué decirle.
–Emm… Oli, bueno… –Tartamudeaba más que hablaba.
–Y yo a ti. Muchísimo. –Me contestó ella.
De fondo se escuchó a sus padres llegar en ese mismo instante. La puerta de entrada se cerró y se escuchó un "hola" al unísono que venía de la entrada.
–¡Hola! –Gritó mi amiga. –Supongo que tendrás que irte Marta, se ha hecho tarde.
Miré el móvil para comprobar la hora y ya eran las ocho, efectivamente debía irme.

Le escribí a mi madre para avisarle de que iba para casa y que no se preocupara, llevaba casi todo el día sin prestarle atención al móvil. Normal. Me levanté de la cama, me puse la chaqueta y me quedé en la puerta mirando a Olivia esperando a que se levantara.
–Oye, no voy a salir yo sola. –Me reí.
–Sí, perdona. Me he quedado un poco embobada.
–Luego soy yo eh. –Le dije riendo en tono de broma.

Los padres de Olivia estaban guapísimos, como ella. Eran muy modernos, con mucho estilo y en general se notaba el ambiente cultural en todas sus conversaciones. Me encantaban.
Tras mantener una conversación formal de pocos minutos me despedí educadamente y me fui a mi casa. Por el camino llamé a Tere para tranquilizarla porque había sufrido el ataque de pánico de Olivia y tenía miedo de que estuviera mal. También tenía una notificación de Virginia que ignoré porque mi cabeza tenía el cupo lleno por ese día.

Esa noche tenía la sensación de haber estado ignorando las cosas importantes por culpa de la situación con Virginia y quería concentrarme lo máximo posible en el tema de Tere. Por eso, volqué mi atención en trazar un plan para arreglar lo de mi mejor amiga. En medio de esos pensamientos Oli escribió por el grupo, como llamada por una fuerza extraña para ponérmelo todo más fácil sin pretenderlo.
Akelarre:
Oli 💛: "VÁIS A FLIPAR"
Tere 😻: "Ya llevas haciéndome flipar toda la tarde, te pido que mantengas el flipe limitado"
Oli 💛: "lástima Tere de que tengas talento para el arte y no para el club de la comedia"
Yo: "deja de marear, has causado expectación"
Oli 💛: "mis padres han llegado del pueblo hoy, habían ido a ver a mi abuela y no sabéis que me han contado cenando"
Tere 😻 : "hostias Olivia, dilo"
Oli 💛: “Pues tías, que las capullas que me hicieron la vida imposible, se han ido las tres. Las tres han dejado el instituto, que han tenido que marcharse porque sus padres se han mudado inexplicablemente”
Yo: “PERDONA???”
Oli 💛: “Estoy flipando”
Tere 😻: “No sé si hay algo que yo no pillo, pero la verdad es que he flipado más cuando te has puesto a llorar esta tarde diciendo no sé qué de que Vir y Marta se lo estaban montando”
Yo: “Emm… Tere, eres idiota, es lo que pidió Oli en la Ouija. Bueno, más o menos”
Oli 💛: “Demasiada casualidad, osea, a la fuerza es eso”
Yo: “Tere, tienes que colaborar, es necesario, porfa, confía en mí”
Tere 😻: “Voy a confiar en vosotras, pero tenéis esta oportunidad, os juro que no os doy ni una más”
Oli 💛: “Perfecto”
Yo: “Me tengo que ir, tengo sueño”
Tere 😻 “Descansa!”

Automáticamente, Olivia me habló en nuestro chat privado.
Oli 💛: “¿Tienes sueño o ganas de dormir conmigo otra vez?”
Yo: “Cariño… Te arriesgas mucho para no haberte lanzado nunca”
Oli 💛: “Contigo es diferente, descansa. Ojalá te vea hoy”

Bloqueé el móvil y me acomodé en la cama, solía quedarme dormida boca abajo y a lo largo de la noche me giraba para acabar durmiendo boca arriba, era como mi ritual. Recordé que Olivia se había dado cuenta de ello de tanto dormir juntas y cuando yo me daba la vuelta siempre echaba una de sus piernas por encima, como para tenerme agarrada. Notaba su peso liviano sobre mi cuerpo y esa sensación siempre me había encantado.

Mientras me iba quedando dormida, me giré, como siempre, y noté el peso. El peso ligero de la pierna de Oli sobre mí. Respiré tranquila por la satisfacción que me daba esa sensación de estar "atrapada" suavemente bajo su peso. Sentí su mano pasando por mi cuello y ocultándose en mi pelo, agarrando suavemente mi nuca y haciéndome girar la cara a la izquierda, el lado dónde ella dormía.

Me besó y apretó más su pierna contra mi cuerpo, haciendo que me acercara más a ella para no dejar libre ni un centímetro de aire entre nosotras.
–¿Dejas libre mi lado de la cama en sueños? –Me susurró.
–Por si un día venías. –Le contesté sin separar nuestros labios.

AkelarreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora