—El capitán Parker está aquí—me informa Hunter y cierro la carpeta con los papeles antes de autorizarlo a entrar
Veo a Parker entrar luciendo cansado y frunzo el ceño viéndolo sentarse frente a mi.
—Me sorprendió tu llamada—confieso—, no esperaba que me pidieras una reunión luego de volver a Londres.
Sin duda las cosas van muy bien en Londres, las aguas están un poco agitadas por la vuelta de Christopher al cargo como ministro pero recibir la llamada de uno de sus mejores capitanes me dejó sorprendida.
—Hace una semana intentaron secuestrar a Harry—me informa y levanto las cejas—. Antoni lo hizo, y ahora Brenda y yo estamos muy estresados, no nos sentimos seguros en Londres.
—Lamento eso.
—Quiero pedirte trabajo, Lizzie—va al punto y enarco una ceja—. Aquí es más seguro para todos, para mi familia, y quería saber si tienes algún lugar disponible para mi...
—Siempre hay lugar para un buen soldado leal—lo interrumpo—. Ahora mismo necesito alguien que se encargue de la seguridad del palacio, en todos los sentidos.
—Gracias—suspira aliviado y asiento
—Enviaré a dos de mis hombres a Londres, traerán sus pertenencias y a tu familia—abro uno de los cajones y reviso que sea la carpeta que necesito antes de deslizarla en su dirección
»Ese es tu contrato, todo lo que necesitas saber puede informártelo Hunter—le digo—. Y si aceptas, hay una situación que debes saber.
—Confío en ti—toma uno de los bolígrafos y estampa su firma en el papel haciéndome levantar las cejas con sorpresa—. ¿Cuando empiezo?
—Mañana, pero como dije, hay algo que debes saber—suspiro—. Lacrontte cuenta con una constante amenaza, los rebeldes; hace un par de días Magnus se infiltró en una reunión pero al parecer fue descubierto y lo secuestraron. En este momento mi esposo se encuentra en manos del enemigo, no tenemos ni la más remota idea de su ubicación.
Su expresión pasa de la seriedad al asombro y luego al pesar haciéndome negar
»No necesito lástima, necesito a mi esposo de vuelta y a mis hijos seguros—respiro profundo—. Te estoy confiando la seguridad no solo de mi familia, sino de mis trabajadores, ¿Puedes con eso?
—Sabes que si—asiente con determinación—. ¿Necesitas ayuda para buscar a Magnus? Christopher puede...
—Quiero a mi hermano fuera de esto—lo interrumpo—. Christopher tiene demasiadas cosas, yo puedo con esto.
—Sé que si, Lizzie—suspira—. Sé que eres fuerte, mucho, pero debes tener cuidado, tu salud es muy importante.
—Lo sé—acaricio mi vientre—. Y si te soy sincera, siento que acaban de tocar mi punto débil, me acorraló.
—Vamos a solucionarlo—me asegura—. Cuentas con mi ayuda y apoyo, vamos a encontrarlo, Lizzie.
***
—¿Noticias?—le pregunto a Willy que niega con molestia logrando que mis ojos se llenen de lágrimas—. ¿Nada? ¿Ni siquiera saben si están...?
—No pensemos en eso—me interrumpe Francis—; ellos están vivos y van a volver a casa.
Parpadeo limpiando las lágrimas que mojan mis mejillas antes de morder mi labio pensando en alguna solución rápida.
»Tenemos una reunión con el consejo en unos minutos—me recuerda Francis—¿Qué quiere hacer?