—¿Entonces ellos estuvieron a salvo todo este tiempo?—me pregunta Rachel con lagrimas en los ojos y asiento
Ayer estuvo hasta muy tarde con Chris y los niños, pero esta mañana vino a visitarme al palacio y le ofrecí desayunar con nosotros para hablar
—Si, cuando Stefan llegó aquí se veía horrible—respiro profundo—. Estaba sucio, sus pies tenían úlceras y sin mencionar que casi se desmaya, él fue muy fuerte, igual que los niños.
Aún recuerdo mi asombro al verlo cargando a mis dos sobrinos, se veía descuidado, como un habitante de calle, pero sus lágrimas de alivio en cuanto me vió fueron demasiado sinceras
Hice que de inmediato los llevaran a él y a los mellizos al ala médica. Él estaba deshidratado, el médico dijo que probablemente sólo habría sobrevivido unas dos horas más. Pero los niños estaban bien cuidados, él se aseguró de ello y siempre estaré agradecida por eso.
>>Reece se puso a trabajar en una cura para Owen una semana después de despertar—sigo antes de tomar un poco de jugo de fresas—, trajimos a Uda desde gehena para que lo ayudara y ellos lograron avanzar mucho, al principio teníamos que inyectarle veneno, ahora tenemos una cura a base de él que está en proceso de aprobación aún.
—Te agradezco tanto—me dice—. De verdad te agradezco mucho por cuidar de los niños durante todo este tiempo, los has criado de una forma maravillosa—las lágrimas bajan por sus mejillas—, aunque, me habría encantado criarlos yo
Levanto mi mano y limpio sus lágrimas antes de darle una pequeña sonrisa reconfortante
—Ahora puedes hacerlo—murmuro—, nada te detiene, Rachel. Ustedes están más que seguros aquí, Antoni no puede entrar, estás segura y puedes vivir tranquila
—Lo sé, pero no puedo—se muerde el labio mientras más lagrimas mojan sus mejillas—. La pirámide...
—Buscaré a alguien que se infiltre en la pirámide, acabaremos con Antoni—le aseguro—. No tienes que irte para hacer las cosas bien, Rachel, no te compliques las cosas.
Ella abre la boca para hablar cuando unas dulces vocecitas me llaman
Veo a Magnus venir hacia nosotras con nuestros hijos quienes tienen enormes sonrisas en sus rostros.
—Rachel, te presento a mis hijos—le digo cuando los niños se paran a nuestro lado—. Magnus VII e Isabelle I
—¿Tía Rachel?—me pregunta Isabelle y asiento dejando un beso en su mejilla y otra en la de mi pequeño Magnus
—Si, ella es la tía Rachel—les sonrío
—Eres hermosa—le dice el pequeño Magnus haciéndonos reír—. Pero mami es más hermosa ¿cierto, papi?—mira a Magnus quien asiente antes de inclinarse y dejar un beso en mi frente
—Tu madre es la mujer más hermosa—deja un casto beso en mis labios antes de apartarse y cargarlos a ambos—. Ahora, desayunemos.
—Magnus...—lo miro con una ceja enarcada y suspira antes de mirar a Rachel y asentir en su dirección
—Buenos días, señora Rachel—le dice antes de sentarse frente a mi con Magnus e Isabelle a cada lado de él
—Buenos días, majestad—Rachel le da una pequeña sonrisa—. Y de nuevo, lamento lo qué pasó, yo no sabía...
—Tranquila—la interrumpo—. No es personal, debes entender que Magnus aún sigue enojado, pero entiende que no es tu culpa
Magnus es un poco raro y terco a veces, y él entiende que Rachel solo se defendía, pero aún así sigue enojado por lo que pudo haber causado el golpe