Miro fijamente el ataúd de Magnus mientras mi corazón late con tanta fuerza que puedo escucharlo martillear en mis oídos.
—¿Cuánto tardarán las pruebas?—le pregunto a Patrick mientras Francis y Elijah se mantienen detrás de mi, en caso de necesitarlos
Siento que voy a derrumbarme en cualquier momento.
—Reece se ofreció a hacerlas aquí, por lo que lo máximo que pueden tardar son doce horas si conseguimos alguna muestra—respira profundo—. Llámame loco, Lizzie, pero siempre creí que algo era fuera de lo normal con toda la situación. ¿Por qué Gerald mataría a Magnus luego de perder el reino?
—Porque sabía que sin importar nada, yo no iba a ceder—respiro profundo viendo cómo dejan el ataúd a un lado de la fosa—. No iba a entregarle el reino, intentaría otra forma de encontrar a Magnus sin dar el reino a cambio. Se deshizo de Magnus porque ya no le servía para extorsionarme.
Seguí lo que Magnus hubiera querido. Mantener el patrimonio de nuestros hijos, mantenerlos seguros.
Mientras él daría el reino por mi, me hizo prometerle que yo nunca haría lo mismo por él, que siempre me aseguraría de que nuestros hijos estuvieran seguros. «Eso hice»
Es cosa de amor por nuestros niños.
—No lo sé, aún es raro—se encoge de hombros y trago grueso cuando abren el ataúd.
De inmediato me doy la vuelta, sin tener el valor para ver el cuerpo descompuesto que tampoco me atreví a ver cuando trasladaron aquí.
Solo huesos. Solo eso.
Mi esposo era solo huesos cuando lo encontraron, no pude ver su rostro, no pude asegurarme de que verdaderamente fuera él, pero el dolor en mi pecho fue real. Mi dolor y el de mis hijos fue real, y si Magnus está vivo...
Joder, yo sería la persona más feliz del mundo.
—Tengo que irme, no puedo presenciar esto—mi voz se rompe y miro a Elijah—. Por favor quédate con Patrick, asegúrense de que el proceso se lleve a cabo de forma adecuada.
Asiente y me encamino lejos del lugar sin atreverme a dar siquiera un vistazo al cuerpo. Sin mirar directamente o de reojo, mi corazón no aguantaría verlo.
***
—¿Qué le sacaste?—pregunto cuando entro a la celda y arrugo la nariz cuando el putrefacto olor llega hasta mi logrando que mi estómago se revuelva—. ¿Y qué diablos tiene ese olor?
—Probablemente el brazo que le corté hace unas horas—dice Christopher frente a Gerald. Su cuerpo cubre el del rubio, pero la sangre a sus pies hace que la bilis se me suba a la garganta obligándome a contenerme de vomitar.
Con ese olor, dudo que pueda contenerlo por mucho tiempo.
—¿Y dijo algo?—pregunto tomando el pañuelo que me pasa Hunter para tapar mi nariz y casi suspiro aliviada cuando recibo el olor a lavanda
—Díselo—se aparta para que lo vea y mis ojos se llenan de lágrimas cuando veo su brazo goteando sangre, el corte de lo que parece una motosierra, algo limpio
La escena es completamente sangrienta y escalofriante. Es completamente horrible.
—Santo dios, no puedo verlo—niego apartando mis ojos y Hunter se apresura a tomar una sábana no muy limpia con la que se acerca y cubre el torso de Gerald logrando que Christopher lo mire con burla—. ¿Cuánto tiempo vivirá después de eso?
—Depende de si dice la información que necesitamos o no—se encoge de hombros—. ¿Fui muy rudo?
—Un poco—asiento antes de fijar mis ojos en Gerald