Elián y Helios dejaron a Roland a cargo de los Moon, él no quería moverse del lado de su padre, era lo único que le quedaba, su mente le decía que debía estar allí para él y por lo que pudiera pasar, se sentía tan mal por no haber podido ayudarlo, si tan solo no se hubiera quedado inconsciente, quizás hubiera podido hacer algo más, tantos y sí, pero ya era tarde, ya todo había sucedido y estaba viviendo las consecuencias de sus actos.
Ambos Night llegaron a casa encontrándose con algunos hombres que venían a traer informes de lo sucedido, inmediatamente Elián les dio nuevas órdenes de ir a la manada Salvan, ver qué sucedió, si había alguien a quien rescatar la orden era traerlos al pueblo, que ayudarán en lo que pudieran y si estaban todavía bajo ataque la prioridad era mantenerse con vida, debían huir si era necesario, no era el momento de jugar a ser el héroe.
Al ingresar, se encontraron con las mujeres esperándolos en la sala —Amor, ¿todo está bien? —. Se acercó Kira para abrazar a su esposo.
—Dentro de lo que cabe todo está bien, pero la manada Salvan fue atacada—. Suspiro el hombre pasándose una mano por el cabello, colocando una pequeña sonrisa en sus labios al ver cómo su hijo se acercaba a Amaris, darle un beso en los labios y sentarse a su lado.
— ¿Desde cuándo ustedes están juntos? —, pregunto el alfa alzando una ceja.
—¿Desde ayer? —, contesto vacilante Helios.
—Con razón te veías tan raro hoy en la mañana, estabas tan ansioso por irte a la escuela—. Se rió Elián en medio de la calamidad —Creo que es momento que vayan a descansar un poco, se nos viene mucho trabajo en la mañana—. Se volteo hacia las chicas Moon —Ustedes se quedarán a dormir aquí por seguridad, llamaré a alguien para que prepare las habitaciones.
—Y nada de estar yendo a escondidas a la habitación del otro, ¿entendido jovencitos? —, hablo Kira viendo a los dos adolescentes que solo asintieron en acuerdo—No crean que no me di cuenta que llegaron oliendo a sexo—. Los regaño haciendo que los chicos se sonrojaran profundamente, al parecer no iban a dejar pasar su pequeña aventura.
Con esas últimas palabras todos se fueron a dormir, para asegurarse de que Amaris y Helios se quedarán separados por la noche, Kira había asignado una misma habitación para la pelinegra y Amaia, estaba segura de que la niña no dejaría ir a su hermana a ningún lado.
—Lo siento hermanita, en esta casa no podrás hacer nada—. Se burló Amaia, al ver el puchero que tenía Amaris mientras se colocaba la ropa que su alfa le había dejado para que durmiera.
—Ni me lo menciones, yo pensé que por lo menos podría estar un rato con Helios antes de dormirnos—. Se encogió de hombros dejándose caer en la cama con ella, la verdad es que, si estaba algo cansada, así que se acurruco con la niña y se quedó dormida inmediatamente.
Mientras en la manada Night se empezaba a vivir la calma, Adriel ya estaba en su guarida, allí sus hombres estaban celebrando la victoria, habían acabado con una nueva manada, lograron asesinar a todos los alfas que se les enfrentaron y los que lograron escapar pronto estarían muertos, el fuego se ocuparía de ello, incendiaron todo lo que encontraron a su paso.
ESTÁS LEYENDO
Los Elegidos de la Luna
FantasíaEn una noche de luna roja, surge un suceso extraordinario que cambiara el destino de una manada de cambia formas lobo, un alfa y una omega han nacido; se preguntaran: ¿que tiene de extraordinario?, ambos son hijos de grandes lideres y se supone que...