Los Elegidos de la Luna

Capítulo 34

En el pueblo todo era caos, los miembros de la manada Lewis se vieron en la necesidad de trasladar a los civiles de algunas de las manadas vecinas hasta allí, los secuaces de Adriel Salvan lograron penetrar las barreras colocadas para repelerlos y su prioridad no era combatirlos, el acuerdo que tenían era el de protección y su alfa había sido muy claro con ellos, esa no era su guerra, así que no tenían por qué pelear para demostrarle algo a alguien, lo que necesitaban era mantener a los omegas y los niños a salvo.

Y eso era lo que estaban haciendo al trasladarlos hasta allí, el otro lugar seguro se encontraba en la manada Dustin, pero no podían acercarse, si lo hacían se arriesgaban a pisar alguna mina terrestre, estás aún no habían sido retiradas y no lo harían en un buen tiempo, no sabían si lo cambia formas rebeldes volverían al ataque.

—¿Qué está pasando aquí? —, pregunto Elián llegando junto con Kira a la entrada de la manada.

—Lo que nos temíamos, el enemigo no juega limpio—, contesto Jackson recibiendo los informes de sus líderes de escuadrón —Hace menos de media hora los rebeldes atacaron las manadas del este y a todos mis hombres le pareció prudente evacuar, la única manada que aún está de pie es la Dustin, allí los cambia formas rebeldes quedaron atrapados por las minas, murieron rápidamente.

—¡Maldita sea!, ese hombre no se cansa, la batalla no es suficiente, él quiere acabar con todo a la misma vez—. El alfa estaba molesto con el desenlace de los acontecimientos.

—Así es, por lo pronto estamos llevando a estas personas a los refugios, tenemos espacio suficiente para recibirlos—. No pudo continuar hablando porque aparte de los refugiados que estaban ingresando al pueblo, llegó un camión tipo militar, allí venían los primeros heridos.

Estos fueron llevados rápidamente al centro de salud, en donde Ana, Lance y Gaby trabajaron diligentemente para atender a los pacientes, el grupo de mujeres que hasta ahora se mantuvo orando en la sala de espera también se levantó rápidamente, listas para atender a los hombres que tenían heridas de menor gravedad.

Quienes más que estar heridos, estaban molestos por haber sido retirados del campo de batalla, ellos aún podían luchar, confiaban en su gen de regeneración para que los dejara como nuevos rápidamente y poder regresar, muchos de ellos tenían múltiples laceraciones provocadas por colmillos y garras, se notaba a leguas que se trataba de la avanzada que se había sumado a la refriega en sus formas lobunas.

Elián como todo un líder, se estaba ocupando de ayudar a dirigir la operación de la re ubicación de los refugiados de las otras manadas, con la ayuda de Kira todo era mucho más fácil y de esa manera podía sentirse útil para su hijo, el cual aún no había mandado un mensaje para avisar cómo estaban las cosas, aunque no esperaban ningún tipo de comunicación de su parte, en esos momentos debían de estar en un punto álgido de la pelea.

Y tenía razón, lo rayos de la luna roja que iluminaba a sus hijos estaba recargándolos rápidamente de energías, lo cual hacía que devolvieran los ataques con mucha más fuerza de la que habían empleado sus enemigos, muchos de los hombres de Adriel ya estaban muertos, otros se encontraban heridos desangrándose en el campo de batalla.

Dentro de todo lo que había planeado, el hombre jamás pensó en la necesidad de tener asistencia médica para ellos, a él le importaba poco si morían o no, lo importante era cumplir con sus objetivos, muchos de ellos habían accionado las esferas de magia en busca de llevarse algún cambia formas de la manada del este con su muerte, pero hicieron esto sin éxito alguno, lo único que habían conseguido fue hacerles cosquillas mientras veían como la vida se les escapaba de entre los dedos.

Los francotiradores pertenecientes a la manada Dustin estaban haciendo un trabajo extraordinario, hiriendo y matado a una gran cantidad de rebeldes que descuidadamente nunca vieron venir la bala que los impacto, si bien ellos también tenían armas, no las usaban con la misma eficacia que los otros; al no querer mezclarse con los humanos, no habían tenido un buen entrenamiento sobre como era su uso, cosa que los estaba beneficiando en esos instantes.