La felicidad de que Aqmar hubiera llamado mamá a Amaris duro hasta la cena, todos estaban contentos por la pareja, así que habían dejado las cosas serias para otro momento, pero después de haber disfrutado de su momento en familia pasaron al despacho de la casa, Helios, Elián, Lance, Roland y Oliver, estos últimos como los betas de los lideres de la manada; a pesar, de que el castaño fuera quien fungiera como líder de la manada en ese momento, en realidad era un esfuerzo mancomunado con su padre que no había querido quedarse de brazos cruzados.
—La reunión con el alfa Lewis fue todo un éxito, al principio estuvo algo receloso de que les estuviéramos proponiendo arriesgar a sus hombres en una guerra en la cual no tenían nada que ver, pero después de explicarles que era lo que necesitábamos estuvieron de acuerdo en ayudarnos—. Les explico la situación en la que estaban el joven alfa.
—Eso es bueno, por lo menos ya estamos seguros de que habrá alguien pendiente de las omegas, los cachorros y los más ancianos que no pueden pelear—. Elián estaba complacido con las buenas noticias.
—Si, todo eso esta perfecto, pero ahora tenemos otro problema, ¿cómo logramos que Adriel acepte tener un enfrentamiento con nosotros de una vez por todas? —, pregunto Oliver lo que había querido saber desde que se decantaron por ese plan de acción.
—En mi opinión, yo creo que deberíamos hacer que alguno de los prisioneros que tenemos desde que sucedió el ataque a la manada vaya a su guarida y le de nuestro mensaje.
—Esa fue una de las sugerencias que nos dio el alfa Lewis, creo que es la mejor solución, ninguno de nosotros sabe en donde está su fortaleza y no creo que vayamos a poder pasar de la puerta de entrada—Helios estuvo de acuerdo con su cuñado.
—Yo sé que no tengo mucho conocimiento acerca de este tipo de asuntos, lo mío es la medicina, pero estoy de acuerdo con los chicos, esa es nuestra mejor apuesta para poder encontrar a ese hombre, aunque me esté carcomiendo por dentro que tengamos que llegar a ese extremo, muchas vidas se perderán en el proceso—, aporto su grano de arena Lance a la conversación.
No era fácil lo que se proponían, básicamente estaban propiciando una guerra en busca de acabar de una vez por todas con Adriel Salvan, ¿a qué costo conseguirían deshacerse de él?, lo averiguarían pronto, ahora solo les restaba esperar que sus planes salieran tal cual los habían pensado y no tener que perder a ningún ser querido en esa batalla.
Cuando termino la reunión con los otros alfas, Helios subió las escaleras con el corazón pesado, tenía una manada que proteger, esa no era su guerra, pero tenía que hacer todo lo posible por terminarla antes de que Adriel siguiera tomando más fuerza.
Al llegar a la parte de arriba, primero se dirigió a la habitación de su hijo, ese pequeño se había metido en lo más profundo de su corazón con tan solo regalarle una sonrisa, una vez allí, se quedó en el marco de la puerta viendo como su omega mecía a Aqmar hasta quedarse dormido, sabía que Amaris lo sintió llegar, pero no le había dicho nada, después que vio a la pelinegra meter al bebé en la cuna fue que se acercó a ellos.
ESTÁS LEYENDO
Los Elegidos de la Luna
FantastikEn una noche de luna roja, surge un suceso extraordinario que cambiara el destino de una manada de cambia formas lobo, un alfa y una omega han nacido; se preguntaran: ¿que tiene de extraordinario?, ambos son hijos de grandes lideres y se supone que...