Capítulo 32

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La mañana llegó más rápido de lo que pudieron imaginar, los rayos de sol estaban iluminando el cielo anunciando el nuevo día, muchos de los alfas que habían sido llamados a batallar se despertaron desde muy temprano, querían tener todo listo lo más pronto posible, necesitaban todas las bases cubiertas antes de que fuera la hora del encuentro.

Entre los madrugadores se encontraban la familia Moon, quienes lo hicieron por diferentes razones, Diana, Amaia y Julieta se habían ido directo a la habitación que servía como su base de operaciones, aún había algunos talismanes que se debían terminar, no podían perder el tiempo cuando se trataba de la protección de los suyos.

Ana y Lance también ya se habían ido al centro de salud, junto con Gaby quien dejo a sus hijos en el refugio más cercano estaban repasando la lista de insumos que necesitarían, el alfa de esta última también estaría en el frente de batalla, era uno de los centinelas de la manada Night y como tal, estaba en el deber de combatir por su pueblo.

En la casa principal todo era caos, por la puerta principal entraban y salían los líderes de cada escuadrón que estarían dirigiendo las tropas, los cambia formas que había enviado el jefe de la manada Lewis estaban posicionándose en la frontera, querían hacerlo desde muy tempranas horas para prevenir que Adriel quisiera lanzar un ataque sorpresa.

Entre todo el ajetreo se podía ver a Amaris tranquilamente sentada con su pequeño niño en brazos, desde el momento que despertó, lo primero que había hecho fue ir por Aqmar a su cuna, era muy importante para ella hacerle sentir protegido y darle todo su amor durante las horas previas de ir al campo de batalla, se mantuvo en el despacho con Helios, en un rincón sin emitir palabra alguna, lo cual hacía sentir bastante confortado al alfa que se estaba comportando como todo un líder, dando las ordenes necesarias para que todo saliera como lo planearon.

Por parte de la manada Night todo estaba listo, los hombres estaban lo suficientemente preparados para hacerle frente al desafío, ninguno de ellos quería perder ante el desterrado de la manada Salvan, no podían permitir que su forma de vida se viera interrumpida por pensamientos e ideas arcaicas que solo le traería problemas a su pueblo.

Mientras tanto, en la fortaleza de Adriel todos sus hombres estaban listos para la batalla, aunque aún faltaran horas para ella, el alfa se sentía confiado, pensaba que iba a salir victorioso de ella sin mayores problemas, para eso habían entrenad...

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Mientras tanto, en la fortaleza de Adriel todos sus hombres estaban listos para la batalla, aunque aún faltaran horas para ella, el alfa se sentía confiado, pensaba que iba a salir victorioso de ella sin mayores problemas, para eso habían entrenado todos esos años, se había rebajado a mezclarse con los humanos en búsqueda de armas y mejoramiento de laboratorio para sus subordinados.

Él no podía estar más listo para tomar el campo de batalla, su querida omega estaba haciendo los últimos retoques de su plan, esos días para ella habían sido algo cansados y agitados, desde que el desafío hubiera sido lanzado, Lilith se encerró en su laboratorio de magia oscura para preparar pequeñas esferas que fueron distribuidas entre todos sus subordinados, eran hechizos instantáneos, solo para ser usados como último recurso, todos ellos tenían órdenes de que si iban a morir tenían que llevarse a tantos enemigos como pudieran consigo.

Los Elegidos de la LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora