Diez días para la boda (Parte dos)

9.9K 848 6
                                    

Narra Becky.

Si...ojalá en otra vida podamos estar juntas, felices.

-¿Qué vas a querer para la resaca?-Rápidamente cambio de tema.

-No lo sé...¿Qué estaría bien?-Me mira con las dos cejas levantadas.

-Si desayunamos......-Me dirijo hacia la nevera para ver qué es lo que tenía.-¿Te gusta el omelette?-Le pregunto.

-Si lo cocinas tú, sí, me gusta el omelette.-Me sonríe.

-Lo cocinaré yo.-Le devuelvo la sonrisa.

-Pero eso no me va a quitar la resaca.-Da una pequeña risita.

-Pero te quitará el hambre.-Le respondo.-Si quieres puedes tomar una pastilla.

-Si, gracias.-Me sonríe.

Sigo revisando en la nevera.-Hey, quieres jugo de naranja o jugo verde.-Lo miro de reojo.

-Que pregunta, jugo de naranja. El jugo verde sabe cómo a pipi de dinosaurio.-Hace un gesto raro que me hace reír.

-¿Cómo puedes ser tan infantil?-La miro sonriente.

-Sólo saco la niña que llevo dentro, nena.-Me sonríe.

-Pues jugo de naranja será.-Tomo las cosas que ocupo de la nevera y me dirijo hacia la estufa.

De repente se escuchan pasos, Freen y yo volteamos rápidamente.

-¿Qué hace el señorita Sarocha aquí?-Pregunta aquella voz.

-Mierda Billy .-Doy un suspiro de alivio. Por un momento pensé que era Heidi.

-Maldita sea Billy .-Freen lo mira fulminante.

-Vaya, que gran bienvenida.-Dice sarcásticamente.

-Casi me matas del susto.-Lo miro con el ceño fruncido.

-Si como sea.-Me ignora y se sienta a lado de Freen. Ruedo los ojos.-¿Qué haces aquí?-Le pregunta a Freen.

Narra Freen.

Miro a Becky para luego regresar mi mirada hacia Billy .-Me quedé a dormir aquí.-Digo sin pena alguna.

Billy y Becky abren como platos los ojos.

Rápidamente Billy fulmina con la mirada a Becky.

-No me digan que ustedes dos tuvieron sexo estando comprometidas con diferentes personas.-Nos mira sorprendido.

Doy una pequeña risita.

-Tú cierra la boca Sarocha-Me apunta Becky.

-Usted manda.-Le sonrío y ella rueda los ojos.

-No hicimos nada, Freen llegó aquí muy borracha y se quedó a dormir, es todo.-Dice Becky un poco nerviosa.

-Madre mía.-Billy da un suspiro de alivio.

-No le digas nada a Heidi.-Le ruega Becky con la mirada. Yo me limito a bajar la mirada.

-No lo haré, pero vamos chicas, ya no pueden volver a verse. Se hacen daño.-Me mira Billy .

Él es el único que sabe porque me caso con Faye, él siempre me ha dicho que recordar a Becky me hace daño.

-Si...es la última vez que nos veremos.-Dirijo mi mirada hacia Becky, ella sólo baja la mirada.

-Es por su bien.-Billy me mira con lástima, yo me limito a asentir.

-Bueno....cambiando de tema, ¿A qué viniste?-Habla Becky.

-A que me hicieras de desayunar.-Le sonríe Billy , yo soy una pequeña risita.

-Espera.-Lo miro seriamente.-¿Cómo entraste?

-La puerta estaba abierta.-Se levanta de hombros.

-Freen...- Becky me mira amenazadoramente.

-Creo que ayer se me olvidó cerrar la puerta.-Rio nerviosamente.

-¡Eres una imbécil!-Me grita.

-Espera, ¿Freen tiene llaves de tu casa y yo no? ¡Injusticia!-Grita Billy .

-¿¡Para qué demonios quieres llaves de mi casa!?- Becky lo mira extrañada.

-¿¡Para qué demonios Freen quiere llaves de tu casa!?-Le grita Billy .

-Porque su bañera es genial ¡Puedo estirarme por completo!-Me defiendo.

Los dos me miran extrañados.

-Que rarita eres amiga.-Se ríe Billy .

-Es un don.-Le sonrío.

Becky sonríe y comienza a hacer los omelette y el jugo.

Al terminar de cocinar nos sirve a Billy y a mí, para luego servirse a ella y sentarse enfrente de nosotras.

Me gusta estar así, quisiera que todos mis días fuera así. Lástima que, será la única vez que estaré así, con ellos dos.

-¿Y cómo me quedó el desayuno?-Nos mira Becky.

-Hay mejores.-Responde Billy .

Doy una risita.

-Todavía que te doy de desayunar para que no mueras de hambre.- Becky le lanza un pedazo de jitomate a la cara. Fue lo más gracioso que he visto.

Comienzo a reír sin parar, Billy me mira fulminante.

-¿Se te hace gracioso?-Me pregunta.

-Demasiado.-No puedo parar de reír.

Billy toma su vaso con jugo y lo tira encima de mí, para luego tomar otro jitomate y aventármelo a la cara.

Becky y él comienzan a reír como locos, no sé a qué le veían lo gracioso.

Tomo un pedazo de omelette de mi plato y se lo aviento a Becky.

Billy y yo no paramos de reír mientras ella nos miraba fulminantemente.

Y mi mañana fue, una guerra de comida con dos de las personas que más me agradaban, la mujer que me roba el sueño, y un buen amigo.

***

-Esto no es nada divertido.-Digo seriamente limpiando la mesa que hace unos minutos, estaba llena de comida.

-Me duele la espalda.-Se queja Billy , que, está quitando lo que quedó pegado en el piso.

-Les dije que no se metieran conmigo.-Dice Becky, la cual está acostada en el sofá leyendo una revista.

-Ya terminé.-Dije sonriente.

-Ahora, a barrer.- Becky me mira sonriente.

Quito la sonrisa de mi cara y voy por la escoba, maldita sea, no debí aventarle nada.

Cuando Billy y yo terminamos de limpiar, literalmente, toda la casa de Becky. Nos acostamos en el sofá.

-Ya...ya terminamos.-Dice Billy exhausto.

-Si....no hay rastro de nada.-Digo yo cerrando los ojos.

-Bien...- Becky se levanta del sofá y se pone enfrente de nosotros.-Estoy orgullosa de ustedes.-Da una risita.

Los tres comenzamos a reír.

Nunca olvidaré este día, me duele saber que no podré pasar el resto de mis mañanas así con ella, sin poder ver esa linda sonrisa que me alegra los días.

Mientras siguen ellos siguen riendo, yo paro de reír y susurro muy bajito.-Te quiero, nena.-Serían las últimas palabras que le diría, antes de no volverla a ver.

La amante de  Freen SarochaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora