Recuérdame

11.5K 909 16
                                    

Narra Freen.

La peor noticia que me pudieron dar, no la quería ver con un hermoso vestido blanco casándose con otra mujer.

No podía ser posible, la estaba perdiendo cada vez más. Mis oportunidades de volver a estar con ella eran una nada.

-¿Por qué no me dices que es una mentira?-Sabía perfectamente que mi voz de estaba quebrando. Lo podía sentir.

-Creo que los dos tenemos derecho de hacer nuestra vida ¿No?-Me miro con tanta tristeza en su mirada, ella quería ser feliz. Pero sabía que con Heidi no estaba buscando su verdadera felicidad.

-Tienes razón. ¿Te puedo pedir algo?-Puse mi mano sobre su cálida mejilla, noté la hermosa excitación de su cuerpo cuando mi mano tocó su piel. Era un tipo de conexión.

-Si...-Dijo susurrando.

Me acerqué a su oído, lentamente y con la última esperanza que tenía para ser recordada por ella, y las maravillosas cosas que pasamos juntas.-Recuérdame.

Me miro y dio una sonrisa de lado.-Como si fuera difícil lo que me pides, si lo hago a cada instante. Todo me recuerda a ti Freen.-Mordió su labio inferior para evitar llorar.

-Pero no quiero que me recuerdes como un amorío, como algo que no fue tomado en serio. Recuérdame, acuérdate de mí, de la felicidad que me causabas, de ese sentimiento que sentiste sólo conmigo. Nunca olvides lo que pasamos, porque para mí no fue solo una aventura. Para mí fue tener el universo en mis manos, y ahora lo que me sobra de eso, es el mundo en el que estoy encerrada.

-¿Por qué lo haces más difícil? ¿Crees qué no me duele? ¡Freen, con cada palabra me matas! ¡Tú fuiste la que se alejó! ¡Tú me dejaste en este mundo! ¡Estoy atrapada aquí!-Cerró los ojos y vi como una lágrima resbalaba por su mejilla derecha.

-No sabes por qué lo hago.-Trate de volver a abrazarla, pero ella me empujó y dio un paso para atrás.

-Por mi bien.-Río sin gracia.-Pero entre más bien me quieres hacer. El daño es más grande.

- Becky...-Suspire y pase mi mano derecha por mi cabello.

- Becky nada, me tengo que ir señorita Sarocha. Heidi debe de estar esperándome.

Apreté mis puños lo más fuerte posible y asentí lentamente viendo como su silueta de alejaba cada vez más de mí. De repente se detuvo y se giró para verme.

-Por cierto, señorita Sarocha, estoy orgullosa de usted.-Me miro a los ojos.

Yo la miré confundida y negué con la cabeza ¿Cómo estar orgullosa de alguien como yo?

-Es muy joven para mantener la empresa más famosa del mundo, y sin embargo aquí está. Felices 23 Freen.-Y sin más salió de aquel lugar.

Y era verdad, hoy era mi cumpleaños, y por tanto trabajo no lo había recordado. Mucho menos con la noticia que recibí, ella se casaría.

-El peor cumpleaños...-Volví a pasar mis manos sobre mi cabello sin saber que hacer, todo era una pesadilla.

Narra Becky.

Salí rápidamente de aquel lugar, tarde o temprano iba a estallar en lágrimas y era lo que menos quería.

Paré el elevador para luego sentarme en una esquina de este y estallar en lágrimas. Era lo que quería, no quería sentir este nudo en mi garganta ¿Por qué la vida es tan injusta? ¿Por qué me hace tanto daño? Todo lo que quería hoy, era salir y olvidar que era su cumpleaños.

Ya tenía organizada una gran sorpresa para ella. Pensé que seguiríamos juntas, que hoy podríamos salir e ir a una pista de patinaje. Porque sé que le encanta patinar, sé lo mucho que ella deseaba ir.

Pero los planes cambiaron, hoy las dos estamos comprometidas, pero cada quién con alguien diferente. Yo con Heidi y ella con Faye. Ella mismo me dijo que sentía algo por Faye y ese fue el dolor más grande para mi corazón.

Y ahí estaba yo, en un rincón de aquel elevador tratando de desahogarme yo sola, porque, al fin y al cabo, siempre he estado sola.

Volví a suspirar, ya había perdido la cuenta de cuantas veces lo he hecho, cerré los ojos por un momento hasta que las lágrimas ya no cayeran más.

Al par de minutos mi celular sonó. -¿Bueno?

- Becky amor, ¿Dónde estás?-Preguntó Heidi desde el otro lado del teléfono.

-Ah, uh, estaba hablando con una amiga de la empresa en un momento salgo.-Puse una excusa, la cual esperaba que creyera.

-Vale, te espero aquí cariño. Te amo.-Dijo cariñosamente.

-Si....te veo en un momento.-Rápidamente corté la llamada.

Nunca le he podido decir a Heidi un ''Te amo''. Porque no puedo, cada te amo que digo, es para Freen. Intento decirle a Heidi que la amo, pero en realidad no me nace, no puedo. Porque me lastimo a mí, y sé que la lastimare a ella.

Rápidamente saqué mi pequeño espejo para arreglar mi apariencia, sabía que estaba hecha un desastre, y no me equivoqué. Lo estaba. Me arreglé un poco y cuando supuse que estaba lista, volví a dejar que el elevador marchara hasta llegar al primer piso.

Me despedí del hombre de seguridad y rápidamente salí de ahí. De donde todo empezó y donde todo terminó.

Heidi me esperaba sentada en una banca enfrente de la empresa con una muy linda sonrisa. Ella no sé merecía a una mujer que no la ama. Ella merecía algo mejor que yo.

Cuando me vio rápidamente corrió hacia mí y puso su mano sobre mi cintura y empezar a caminar.

-¿Entonces que vas a querer?-Me preguntó.

-Olvidar todo, por favor.-Susurre más para mí que para ella.

La amante de  Freen SarochaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora