Mikaela vive tranquila en la hermosa new York, a sus 26 años ha hecho muchas locuras, espera ansiosa su salto a la fama junto a su orquesta de música, la cual no ha tenido mucho éxito, eso la lleva a trabajar de mesera medio turno, pero...¿que pasa...
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Al llegar a casa, estaba muriendo de los nervios, Robert estaba mirando unas cosas de trabajo, mientras yo ayudaba a Andrea con algunas tareas
Hasta ahora no habíamos tocado el tema, pero seguía nerviosa, a veces lo encontraba mirándome, pero enseguida regresaba la vista a las tareas de Andrea
Ya era de noche, cuando termine de ayudar a Andrea con las tareas, la lleve a ducharse
Ella se ducho mientras yo le buscaba el pijama, aproveché y traje la ropa que le había comprado, la había olvidado temprano
—Mami, ¿Qué es lo que más te gustaría para el día de las madres? —pregunto Andrea entrando a su habitación con la toalla alrededor
—pues, con pasar ese día contigo soy más que feliz—dije ayudándola a subir a la cama y la toalla que había puesto
Ella se quedó en silencio pensativa, comencé a secarla y vestirla, ella permaneció en silencio, luego de estar vestida le peiné el cabello
—¿En qué piensas, Andrea? —pregunte mientras la peinaba
—pues pensaba en que debes tener un buen regalo—dijo aún pensativa—y que te amo mamá.
Se me hizo un nudo en la garganta, yo amaba mucho a esta niña, su dulzura y honestidad, jamás podría separarme de ella
—también te amo mucho... hija.
Creo que era la primera vez que la llamada hija, me gustaba, ella era mi hija, la quiero como una hija, la cuidare toda la vida
Ella se giró a mí y me abrazo con fuerza, siempre podría contar conmigo, no dejaría que nuestro lazo sea como el mío y mi madre, pues no quiero que me sienta alejada, siempre será mi pequeña
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Luego de acompañar a Andrea hasta que durmiera, baje al salón, sabía que había una conversación pendiente
Tome aire varias veces nerviosa, mi cuerpo temblaba, en el salón ví a Robert de pie junto a la mesa del centro
Su laptop estaba allí cerrada, tenía música a bajo volumen, de acuerdo, eso me hizo sentir más nerviosa todavía