Lo que se esconde en las sombras - 2

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II. Nieve teñida con sangre

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Una semana antes de Halloween llegaron las noticias de cuerpos mutilados encontrados en algunos parques de Denver. Algo, posiblemente un animal salvaje, les había destrozado la garganta, los brazos y las piernas, además de tener el cráneo aplastado aparentemente tras ser sometido a una gran presión.

Cuando, tres días antes de aquella importante noche para los Estadounidenses, un cuerpo en igual estado había sido encontrado en las afueras de South Park, el pánico surgió entre la población. Los padres de familia, liderados por Sheila Broflovski, comenzaban a hablar de cancelar el truco o trato. Como consecuencia, Cartman invocó una reunión de Coon y Amigos en su sótano para ver qué podían hacer.

—Debemos detener a este asesino en serie —dijo Cartman, mientras se paseaba frente a una pizarra donde había escrito todas las «pistas» y razones por las que creía se trataba de algo distinto a un animal salvaje. Dado que en esos momentos no se encontraban patrullando, y que Cartman había invocado la reunión justo después de la escuela, no usaban sus uniformes—. Estoy seguro de que se trata de Caos.

—Por favor, culón, Butters nunca sería capaz de hacer algo como eso.

—Kyle tiene razón, no es la forma de actuar de Caos —agregó Stan—. Butters es solo un niño jugando a ser un supervillano, igual que nosotros hacíamos hasta el año pasado.

—El último informe de Yates da especial énfasis a la falta de sangre en los cuerpos y en la escena —dijo Kenny, mientras dejaba una carpeta sobre la mesa de reuniones.

—¿Podrían ser vampiros estelares? —preguntó Kyle. Toda la atención se posó en Damien.

El anticristo adoptó una actitud pensativa con los ojos cerrados y las manos cruzadas sobre el pecho. Finalmente, apoyó las manos sobre la mesa y les dedicó una mirada intensa a todos.

—Los cuerpos, tanto los de Denver como el de anoche, no tenían las características de un ataque de vampiro estelar. —Se puso de pie y caminó hacia la pizarra. Escribió «vampiro», pareció un poco pensativo, y finalmente escribió la palabra «humano» con un signo de interrogación a lado.

—¿Un vampiro humano? —preguntó Kenny.

—Puede ser —respondió Damien, mientras volvía a su lugar en la mesa. Cartman también se sentó.

—Entonces, ¿es posible que los niños vampiro estén involucrados en esto?

—Volvemos a lo mismo, Cartman —replicó Stan—, niños jugando. Damien está implicando la existencia de un vampiro humano real. Como Drácula, supongo.

—Pues, sea lo que sea, debemos detenerlo en menos de dos días —declaró Cartman.

—Espera —intervino Kyle—, estás más preocupado por la cancelación del truco o trato que por la muerte de esas personas.

—Claro que no, Kahl —replicó Cartman—. Soy un héroe...

—¡Oh, vamos, no te queda el hacerte el desinteresado! —gritó Kyle.

—¡Basta! —ordenó Damien—. No comiencen con otra de sus patéticas peleas maritales.

Kenny comenzó a reír a carcajadas, mientras golpeaba la mesa con el puño derecho ante el insulto del anticristo. Stan simplemente se masajeaba el puente de la nariz con la mano derecha. Kyle se cruzó de brazos, con una mirada de furia en su rostro, mientras se apoyaba en el respaldo de su silla. Había aprendido a no discutir con Damien o sufriría algo doloroso.

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