Toda está historia se sitúa en "El Bronx" un barrio de la ciudad de Nueva York, una zona muy pobre y sin demasiado atractivo turístico, es una zona de pandillas donde abunda el tráfico de drogas y un sinfín de crimenes más.
Aquí mismo viven nuestros...
El tiempo pasaba muy rápido, habían sido unos 2 meses muy estresantes y ocupados, habíamos estado custodiando la zona por Foxy, había tenido que repartirme par poder estar en casa con Gigi, ahora sus antojos y nauseas se estaban haciendo presentes, tuve que dejar la escuela y ponerme a hacer mi labor, ahora mi padre había dejado más responsabilidades a mi cargo, distribución, negocios, etc. Era lo que menos quería para mi futuro y el de mi familia pero ahora era lo único que podía darles.
Mi hermano Bobby había desaparecido hace unas semanas, nadie sabía de él, si bien al princpio lo habíamos pasado por alto, ya que solía desaparecer algunas veces nos preocupo cuando a la semana no volvió y más sabiendo está disputa que hay con Foxy y su mini-pandilla.
Pero era estresante, además de ocuparme de mis asuntos familiares externos también tenía a Gigi y nuestra hija, sí, nuestra hija. Había pasado la experiencia más hermosa y gratificante hace 3 días cuando tuvimos nuestro control para saber el sexo de nuestro bebé, simplemente no podía creerlo, había creado una mini Gigi, la amaba y saber que está ahí, creciendo me emocionaba aún más, será la bebé más esperada y amada, de eso seguro.
Estaba en la ruta rumbo a casa, había salido de una entrega, estaba deseando llegar a casa, ya era mi rutina, llegar, tomarme un baño y tener un mi cama a mi mujer con mi bebé sana creciendo en su vientra para dormir juntos, eran mi paz, mi lugar seguro en toda está locura que es mi vida. Sientó en ese momento mi celular que corta con mis pensamiento, miro de reojo y era mi papá, probablemente llamando para preguntar como había ido todo.
-Alo.-Dije tranquilo mientras miraba la carretera.
-¿Tom? Maldita sea, tienes que venir en cuanto antes.-Dice nervioso, muy preocupado.
-¿Paso algo? ¿Están todos bien? ¿Gigi y la bebé como están?.- Digo nervioso.
-Hijo por eso mismo te llamo, debes venir ya.- Dice haciendo una pausa para continuar.- Han secuestrado a Gigi.
En ese momento parecía que mi mundo se estaba acabando, podía sentir a mi padre hablando muy a la distancia, mi vista se nublo y simplemente quede fuera de mí, a los segundos tome compostura y solo pude contestar un "...En 5 minutos estoy allí..." para posteriormente llegar a mi casa, esto no podía estar pasando, mis princesas no, todos menos ellas.
Al llegar al frente de casa ni siquiera me digno en entrar el auto a nuestra propiedad, lo dejo aparcado afuera y entro corriendo a casa directo a la oficina de papá, cuando ingreso puedo ver a Olivia y mamá llorando, a mi padre con las manos en su cabeza con expresión de frustrado, mi hermano mayor Matt y unos cuantos chicos de la pandilla. Cuando se percataron de mi presencia todos me miraron esperando que algo saliera de mí, estaba tan débil, no necesitaba que me lo dijeran, al verlos así sabía que era real, las habían secuestrado.
-No tengo fuerzas por favor.-Digo hablando con lo poco que quedaba de mi antes de caer en los brazos de mi padre que se había acerado en cuanto me vió ingresar a la habitación.
-Lo resolveremos hijo, lo prometo.-Dice abrazandome con fuerza.
Tal vez mi padre no sea ejemplo de nada, de muy temprana edad nos dió vicios como el cigarro, marihuana, nos traía mujeres grandes para follar, nos había enseñado de armas, en algún momento de mi vida lo odie pero después entendí que era su forma de querernos, de amoldarnos a la vida que no había podido dar y si bien yo esperaba no ser un cuarto de lo que él fue como padre sabía que cuando daba su palabra no fallaba, pero aún estaba preocupado.
Me habían explicado todo, al parecer Gigi habría salido al centro con una escolta pero de un momento a otra en una aglomeración de gente la perdieron de vista, estaba enojado por la inaptitud de nuestros hombres pero mi angustia era más grande, ahora estaba acostado en mi cama mirando al techo, tocando su lado de la cama, ella era todo para mí, aún recuerdo perfectamente cuando de niños jugabamos en el patio de su casa a los papás con sus bebés de juguete, que loco pensar que años después sería verdad. Recuerdo verla con 13 años salir de su casa para ir a la escuela mientras yo arreglaba los autos con la pandilla y quedar embobado con su presencia, era simplemente perfecta hasta con ropa casual y más lo confirme cuando tuve el placer de ser su primera vez, le había mentido a sus padres que iría a quedarse a la casa de su mejor amigo pero la realidad era que nos habíamos hospedado en una cabaña en Nueva York, la luz de la luna que entraba alumbrando su perfecto cuerpo, su mirada inocente, todo parecía un sueño y si antes no había podido escapar de sus encantos luego de esa noche había firmado mi sentencia.
De un momento a otro escucho gritos desde la planta baja de la casa que no eran normales, decidó salir rápidamente a abajo y cuando estoy terminando de bajar las escaleras pude ver a Bobby, mi hermano menor que estabamos buscando golpeado, lastimado, sangrando agarrado por los lados de dos chicos de la pandilla. Mi mamá se tiro encima de él para agarrarlo con todas sus fuerzas mientras lloraba y mi padre miraba a los chicos para obtener una explicación.
-Lo han dejado en la entrada de nuestra área señor, lo dejaron inconciente.-Dice el chico depositando a mi hermano en el sofa.
Mi padre mira a mi hermano para mirar a todos a su alrededor para posteriormente hablar.
-¡Escuchenme bien! ¡Está noche South Leaders Leaders hará doblo vigilancia! ¡Nadie sale, nadie entra!.-Grita apretando los dientes del enojo.
Papá les indica con la cabeza a los chicos para que suban a mi hermano y yo solo busco respuestas mirando a mis padres desde donde estaba.
Me habían dejado al cuidado de Bobby, ahora estaba dormido, yo solo lo miraba, estaba muy lástimado, su cara estaba con varios moretones, su labio y cejas lastimadas, carajo, eso me hizo pensar en Gigi.
De la nada Bobby se empieza a mover dormido en su cama despertando de apoco, yo solo me acerco para ayudarle si así lo necesita, cuando habré los ojos debilmente analiza donde está, me mira con sus ojos llorosos y me dice en susurro.
-Tienen a Gi hermano, Foxy tiene a tú chica, perdóname.-Dice llorando debilmente dejandome ahí parado con una angustia enorme en mi pecho.
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