Toda está historia se sitúa en "El Bronx" un barrio de la ciudad de Nueva York, una zona muy pobre y sin demasiado atractivo turístico, es una zona de pandillas donde abunda el tráfico de drogas y un sinfín de crimenes más.
Aquí mismo viven nuestros...
Ya había amanecido, enseguida que llegamos a casa subí el cuerpo de Gigi dormido a nuestro cuarto y permanecí allí, observandola entre mis brazos, acariciando su mejilla y dandole pequeños besos en su cara, se notaba su cansancio y en sus gestos dormida podías darte cuenta lo angustiada que estaba, lo mal que había pasado allí. Me sentía tan culpable que estuve todo el rato jurandome que la cuidaría aún más y que nunca más las dejaría solas. Siento como tocan la puerta y dejo la cabeza de Gigi que antes descansaba en mi antebrazo en la almohada. Abrí la puerta y pude ver a papá:
-¿¡Me puedes decir que carajos hiciste sin mi autorización!?.-Dice furioso sin importarle que Gigi estuviera al otro lado descansando.
Su actitud con respecto a la situación me habían hecho enojarme con él como nunca en mi vida y que me hablara así cuando se trataba de mi bebé y mi chica me hacía enojarme aún más.
-¿¡Estás de broma no!? ¡Fui a buscar a mi familia mientras tú estabas preocupado por tú puto territorio y plan de mierda!.-Le grito acercandome más a él.-¡Eres un puto egoísta! ¡Toda mi maldita vida he hecho lo que haz querido carajo! ¡Me he arriesgado por cada uno de ustedes y cuando te pido ayuda para lo que más amo en está vida me das la espalda hijo de puta!.-Continúo sacando todo lo que tenía acumulado.-
Mi padre solo puede mirarme asombrado, de mis hermanos yo jamás, nunca me había atrevido a levantarle la voz, lo respetaba y nos llevabamos bien, pero me sentía herido, traicionado.
-Ponte en mi lugar maldita sea.-Hable nuevamente pero está vez en susurro.-¿Qué hubieras hecho tú si hubiera sido mamá y nosotros?.
El solo mi miró unos segundos para cortar la distancia y abrazarme fuertemente, yo solo respondí abrazandolo más fuerte cerrando mis ojos al sentir el tacto, papá nunca había sido un hombre demostrativo y si bien esto pasaba rara vez, lo necesitaba.
-Lo siento mucho hijo.-Dijo papá en un susurro.
Gigi Barons:
Al despertar pude observar a Tom, él al notar que desperte me sonrió tiernamente, lo había extrañando tanto que solo pude aferrarme a él en un abrazo y sollozar en su cuello.
-Tranquila amor, ya estás conmigo, están bien.-Dice Tom en un tono tierno y bajo para darme un beso en mi cabeza.
-Tenía tanto miedo, ellos quisieron hacerme tantas cosas.-Dije aún llorando.
Pude sentir como Tom se tensó y suspiró.
-Ellos...¿Ellos no hicieron nada verdad? No pudieron, ¿cierto? ¿Foxy llegó a hacerte algo antes?.-Me dijo tomando mi cara en sus manos para mirarme con angustia en sus ojos.
-No, ni el, ni nadie, intentaron pero no pudieron.-Digo empezando a llorar.
Tom como respuesta me abrazo fuertemente acariciando mi espalda suavemente, sabía que se sentía culpable de todo esto, no quería que se sientiera así, sabía que él quería algo mejor, que el era mucho más que todo este mundo.
-Quiero... quiero tomarme un baño, lo necesito, ¿Quieres ir conmigo?.-Dijo Tom cortando el silencio para mirarme nuevamente y sonreírme.
-Me encantaría.-Digo dandole un pequeño beso en los labios.
Tom Hills: Estabamos parados en la regadera del baño, desnudos, podía sentir su piel tibia encima de mí, el agua caliente caía sobre nosotros relajandonos completamente, justo lo que necesitabamos. Ella se encontraba de espaldas a mí, apoyaba su cabeza en mi pecho y yo acariciaba su pelo mojado y daba besos en su cara cuando podía.
-Te amo Gi.-Dije en un susurro en su oreja. Ella se dió vuelta para quedar frente a mí y como respuesta obtuve un beso profundo seguido de un pequeño "Te amo" de sus labios para continúar ahora un beso más necesitado, después de todo era lo que rogabamos hace días atrás sin tenernos durante días, tenernos el uno al otro.
Mis manos en su cintura ahora estaban bajando hasta su entrepierna para llegar a su punto mientras yo me bajo un poco para poder alcanzarlo del todo para acariciar la zona, ella gimió y yo solo pude reír en sus labios para continuar el beso y meter mis dedos, mi cuerpo ya había reaccionando a todo quedando "expuesto" y "feliz" rozando el estomago de Gigi. Seguí jugando con su punto y ella no paraba de tocarme haciendo que ambos gimieramos de placer, era todo lo que se sentía en aquel baño en ese momento. La levante un poco llevando su cuerpo a una punta de la regadera apoyandola en la pared, me agache un poco para poder tomar mi notoria erección y colocarla en ella despacio haciendola gemir, no podía dejar de verla en ese momento, sus ojos se cerraron sacando un gemido placentero de sus labios haciendome besarla mientras gemía con ella. Se notaba con cada movimiento, caricia, gemidos, besos, todo, lo mucho que nos necesitabamos, lo mucho que nos habíamos extrañando. Soltamos un gemido final juntos y reímos a lo bajo para besarnos, permanecí dentro de ella, aún agarrandola para que no cayera.
Sentímos como alguien entra al baño y por instinto me paro tapando el cuerpo de mi chica pero la puerta se cierra nuevamente dejandonos a ambos cara a cara riendonos, parecíamos unos niños pequeños que habían sido encontrados haciendo una travesura y vaya que travesura pero sí, eso eramos, unos niños que tenían una gran responsabilidad.
Le digo a Gi que salgamos y nos vistamos. Mientras nos secabamos no pude evitar verla, me quede parado allí, observandola, ahora su panza era súper notable, su cuerpo había cambiando pero no era algo que me molestará, al contrario era algo hermoso, fascintante, nuestro bebé estaba allí y Gi estaba hermosa.
Cuando terminamos de vestirnos salimos del cuarto tomados de las manos, era temprano así que bajamos a desayunar algo y en ese momento pensé ¿Quién habría sido la persona que nos vió en el baño?
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