Toda está historia se sitúa en "El Bronx" un barrio de la ciudad de Nueva York, una zona muy pobre y sin demasiado atractivo turístico, es una zona de pandillas donde abunda el tráfico de drogas y un sinfín de crimenes más.
Aquí mismo viven nuestros...
-¿¡Y por qué carajos le dijiste primero a Matt antes que a mí!?.- Le pregunto a papá enojado mientras golpeó con mi puño su escritorio.
Al parecer papá y Matt habían tenido una "reunión privada" en la cual mi padre le había informado que Foxy había enviado amenazas a los trabajos de Patrick y Jessica, la madre de Gigi.
Y ayer luego de arropar a mi hija, cuando Gi estaba tomandose un baño; Matt fue a comunicarmelo.
-Porque sabía que te pondrías así.- Me dice mientras me observa parado en la ventana mirando a Gi y Khai en el patio jugando.- No quería darte otro peso, se como te pones cuando están en peligro.
-Es mi deber protegerlas.- Le digo susurrando.
-Lo sé hijo y lo haces.- Me contesta para enseguida suspirar y frotar sus dedos en su sien.- Pero te alteras y no piensas cuando se trata de ellas, no puedes actuar todo el tiempo de forma impulsiva.
-Lo entiendo.- Le digo volteando para mirarlo.- ¿Y cuál es el plan?.
El suspira para pararse y empezar a hablar:
-He puesto un grupo para cuidar a los padres de Gigi y sus hermanas.- Me informa ahora enfrente de mí cruzandose de brazos para seguir hablando.- Y en cuanto a ellas.- Dice inclinando su cabeza apuntando hacía la ventana a Gi y Khai.- Tú tienes que seguir con tú trabajo, así que veremos que se nos ocurre sobre la marcha para mantenerlas protegidas.
Gigi Barons:
-Ni loco te dejaré quedarte en la casa del estúpido de Ben.- Me dice Tom alterado caminando de un lado al otro de nuestra habitación.
Yo solo lo observaba mientras le daba de amamantar a nuestra hija.
Tom había tenido que hablar conmigo sobre la situación de mis padres, sobre Foxy y sobre como estabamos en constante amenaza a lo que yo quería buscar una solución, era un manojo de nervios y más sabiendo que Kaia ahora estaba aquí.
-¿Y qué sugieres?.- Le pregunto ya alterada mientras me paro para dejar a ahora una Khai dormida.- ¿Pretendes que estemos solas en la casa y que entren cuando vean que ustedes no están mientras hacen sus negocios y repartos?.- Le digo sin dejar que responda para continuar.- Porque tampoco es una opción irme a la casa de mis padres los cuales también están siendo amenazados.
Él simplemente me observa en silencio para acercarse y abrazarme contra su pecho mientras me besa la cabeza y toda mi cara.
-Lo siento mucho, esto...esto es mi culpa.- Dice en susurro para continuar repartiendo besos por el resto de mi cara.- Si yo no fuera así, sino tuviera está vida, estarían protegidas.
Yo nos separó para para observalo, tomar su cara y besarlo.
Tom Hills:
-Y este es su juguete para dormir.- Le digo entregandole el peluche de tiburón de Khai a el imbécil de Ben explicandole por quinta vez todo lo relacionado a mí hija.
-Si Tom, creo entenderlo.- Me dice agarrando el tronco de su nariz ya cansado de escucharme hablar hace más de 30 minutos.
Así es, Gigi finalmente me había convencido de que las dejara un tiempo con Ben, el cual nadie sabía que tenía vínculo con mi chica hasta poder resolver el tema de Foxy.
-Mira rubio marica.- Le digo apuntandolo con un dedo.- Estoy entregandote a las cosas más preciadas de mí vida así que si te lo digo mil veces, atenderás.- Finalizó ganandome una mirada amenazante de parte de Gigi.- Perdón.- Le digo obligado por la mirada de la castaña.- Solo estoy un poco alterado, es la primera vez que estamos separados así.- Le comentó un poco más tranquilo.
-Tranquilo hermano, lo entiendo.- Me dice tocando mi hombro con confianza.
-Tampoco te pases.- Le digo mirando su mano la cual saca enseguida al ver mi seriedad.- Las iré a ver todos los días al medio día.
Él solo asiente y se va a su auto a terminar de cargar algunos bolsos de mis chicas.
-Las voy a extrañar.- Me acercó a ellas agachandome un poco para poder quedar de la altura de Gi abrazandolas.- Te llamaré todo el tiempo, las amo.- Le comentó dandole un beso de despedida.
Gigi Barons:
-Aún no puedo creer como terminaste con Tom Hills.- Me dice sin creerlo Ben mientras me ayuda a desempacar las cosas que traje mientras Khai dormía en su cuna plegable portatil la cual había colocado para observala mientras aprontabamos todo.- Es decir; él tipo no tiene nada en común contigo, me sorprende hasta verlo ser cariñoso, es un mafioso Gi.- Dice aún más alterado.- ¡Y tú una maldita guarda secretos doble vida, te lo estabas follando hace 2 malditos años y yo tú mejor amigo no lo sabía!.- Elevando su voz a lo que yo le hago la seña con mi dedo indice en mi boca para no despertar a Kaia.
-Las cosas solo pasaron Ben.- Le respondo ahora que estaba más tranquilo.- Siempre...siempre me había gustado y cuando se fijo en mí, yo...yo no lo pensé y me tiré a la piscina sin pensarlo.- Le digo riendo como tonta recordando momentos con Tom.
-Sí, ya veo.- Me dice con sacrasmo observando a Kaia dormida haciendo que lo miré de mala forma.- Y que buen chapuzón que se dieron.- Continúa haciendo que le tiré un cojín de su sillón haciendolo reír.
Sentímos algo vibrar entre todas las cosas esparcidas por la habitación hasta que encontré mi celular el cual en la pantalla brillante mostraba el nombre; "...Baby Tom 💕...".
-Hola hermosa.- Dice del otro lado de la pantalla un Tom cansado acostado en nuestra habitación.- ¿Cómo están por allí?
-Hola amor.- Le digo sonriendo mientras me acerco para mostrarle a Kaia durmiendo en su cuna, la cual estaba haciendo pucheros dormida.
-Mi bebé.- Dice Tom haciendo pucheros el también.- Las extraño.- Declará.- Ese maldito rubio desgraciado tiene suerte de poder dormir en el mismo lugar que ustedes está noche.
-Yo también te quiero Tom.- Le responde Ben aún doblando las cosas.
Tom al escucharlo rodea sus ojos y continúa hablando conmigo un poco más hasta que le informo que dormiría.
-Las amo.- Dice por última vez.- Mañana temprano estaré allí para verlas preciosa.
-Nosotras a ti.- Le digo lanzando un beso final.- Nos vemos mañana.- Le informo para posteriormente cortar la llamada.
Cuando terminó miró a Ben que me observa con el ceño fruncido y cara de asco.
-¿Qué?.- Le preguntó.
-Ustedes sí que dan asco.- Me dice levantandosé para llevar el plato de comida a la cocina haciendome reír.
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