N/A: Ha sido un mes completo, y si bien no he llegado a estar 100% bien, he llegado a un punto en el que puedo controlar muchas más cosas y los ataques de angustia son un poco menos frecuentes. He logrado, de alguna manera sentirme un poco mejor.
Les agradezco la paciencia y la comprensión, de verdad, mil gracias.
Kara.
El papel entre los dedos de Lena parecía ser algo venido de otro planeta, demasiado imponente como para poder ignorarlo, demasiado magnetizado como para dejar de mirarlo. Era como un mandato fortuito que no tenía fortaleza alguna para poder ignorar.
—Dice... — Lena jadeaba pese a no estar haciendo movimiento alguno, ella parecía estar completamente desconcertada. — Dice que estamos solas.
Mis ojos se posaron en su perfil apenas iluminado por la luna llena, volviéndome completamente ausente mientras me concentraba en no dejar de respirar. Estaba a unos centímetros, quizás a un metro de distancia; lo suficiente como para sentir el calor que emanaba su cuerpo en ese mismo momento.
—Puedo verlo. — Jadeé, escuchando por primera vez mis palabras por sobre el latir fuerte de mi corazón.
—Dice que no los traerá hasta mañana. — Volvió expresar en un suspiro tenue. — A mediodía.
—Lo he leído. — Di un paso, acercándome lo suficiente como para que sus ropas me hicieran cosquillas en el pecho cada vez que su trabajosa respiración intentaba aclarar sus ideas. — Puedo leerlo.
La sangre corría como un ciclón por mis venas y aún así, mis movimientos no eran lo suficientemente rápidos. Levanté la mano cuidadosa, envolviéndola contra su muñeca en un intento vano por confirmar que estaba viendo lo mismo que ella.
Un instante fue suficiente para que su cabeza girase en mi dirección, cruzando las miradas en silencio, esperando a que eso fuese suficiente para poder comunicarnos.
Su pecho subía y bajaba trabajosamente al igual que el mío, mientras nuestros cuerpos eran conectados únicamente por ese mínimo toque de mi mano en su muñeca. La otra, en una reacción completamente ajena al resto de las acciones comenzó a vagar por esa espalda de ensueño sin destino alguno, hasta que se encontraron de lleno con el brillante cierre trasero.
—¿Deberíamos...? — Las palabras se me atoraban y terminaban por salir un tanto atropelladas porque sabía que no era lo que quería en ese preciso momento. — Quizás deberíamos ir a buscarlos. — Casi con delicadeza mis dedos se enredaron en el frío metal, deslizándolo suavemente hacia abajo, esperando a que ella me pudiese rechazar en algún punto. — Ann... debería descansar. — Vi a Lena asentir aún con la mirada perdida en mis ojos, mientras que mi mano se había extendido en el cálido de la piel de su espalda, desprendiendo de manera casi accidental las mangas del vestido hasta que el inicio de su pecho se comenzó a revelar. — Ella debe estar cansada.
—Debe estarlo. — Concedió mientras dejaba caer sus manos para que el resto del vestido cayera de delicada hasta sus caderas. — Su compañera también.
—Deberíamos permitirles tener una noche de sueño reparador. — Musité inclinándome suavemente hasta que mis labios besaron su hombro. — Deberíamos...
—He deseado... — Lena me cortó con un último jadeo vacilante marcó el fin de ese juego temeroso. — Arrancarte esa blusa toda la noche.
Esa diosa frente a mis ojos se giró apenas medio paso, lo suficiente para que nos pudiésemos mirar de frente en ese desafío casi juguetón que nos había rondado desde antes de salir a la cita. Sus ojos eran similares a dos bosques hundidos en la oscuridad, furiosos y llenos de anhelo; era casi magnético el hecho de mirarla.
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La deuda de Los Luthor. - Supercorp
FanficLionel Luthor era un hombre de familia, dedicado y un empresario audaz; nada hacía presagiar que un infarto lo arrebataría de los brazos de su preciada familia, y en el camino revelara todos los trapos sucios que el patriarca de Los Luthor había pat...