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—Entonces tú qué crees?
—Creo que sí me gusta.
—Te gusta la pequeña Lover?—soltó casi en grito Gaz haciendo que König bajará su mirada con cierta pena.
—No sé que es gustar con exactitud, querer verla, abrazarla, besarla, comprarle cosas e incluso pensar morir por ella es gustar?
—Eso no es gustar, eso es enamorar, un paso un poco más grande.—aclaró Simon con más tranquilidad a su Coronel.
König asintió e iba a volver a hablar pero el sonido de la puerta lo hizo callarse más al sentir el dulce olor que soltabas, cuando te miró y sonreíste hacia tus compañeros la mayoría vieron como los ojos del chico alto se deleitaban por ti pero tú caminaste hasta la mesa.
—Hola chicos, para que me han llamado?—preguntaste extrañada al no ver más soldados, por lo que supusiste que no era una reunión de misión nueva.
—Querida Lover.—Gaz te agarró de los hombros empujándote hasta el otro lado de la mesa donde estaba König sin quitarte la mirada.—Sabes que te amamos, eres un amor y el sol de aquí, así que queríamos saber si quisieras salir a un bar con nosotros.
Elevaste las cejas extrañadas para mirar a tus compañeros esperando una respuesta, te giraste hasta König el cual quitó su mirada rápido para evitar notar que ya te miraba desde un principio, estiraste tu mano hasta su brazo para tocarlo.
—Irás?—preguntaste con un poco de esperanza.
Hacía un año habías ingresado en aquella sede militar por buenas recomendaciones, cuando habías llegado la primera persona que te recibió fue la única persona que sentiste como alguien delicado fue König, era callado y reservado en principios de conocerse pero conforme se hablaban y él notaba lo buena que eres con los demás, no dudo nada en hacer que formaras parte de su vida incluido de sus amigos, nunca habías pensado en tener algún tipo de interés amoroso con un soldado, pero cuando viste por primera vez que alguien de alto rango no te trataba casi de comer ni te acosaba despertaste un tipo de interés en él, notabas como su alrededor era menos tenso cuando se trataba de él, sin embargo el pensar que no era mutuo te mantenía en silencio.
—Claro que irá.—Añadió Simon.—¿no?—lo miró.
Lo miraste para darle una sonrisa de confianza para luego asentir, diste pequeños aplausos para salir de aquella sala en donde al cerrarse la puerta se escuchó un fuerte suspiro.
—No sé hablar cuando está ella cerca.
—Es entendible, es guapa, y muy bonita, debería invitarla a una cita.—comentó Soap ganándose una mirada de König no tan agradable.
—Has escuchado eso de que lo que es de uno no se toca?—cruzó sus brazos encima de su pecho haciendo que Soap se escondiera detrás de Simon.—Además Lover es más que una cara bonita.
