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La mirada del austriaco se dirigió hasta el asiento trasero donde yacías dormida pacíficamente, dejó salir un suspiró encantado de la belleza hasta con la que dormías.
—Es jodidamente preciosa.—comentó Ghost mirándo tu cuerpo por el retrovisor encantando.
—Lo es.
Cuando habías llegado por primera vez a aquella base después de haber estado por mucho tiempo en la base de tu país te sorprendiste por los drásticos cambios de entorno, todo era distinto, pero aparte de eso lograste llamar la atención de miles de soldados sedientos de una chica, primeras semanas llenas de halagos, cartas e invitaciones, pensabas que solo eran cadetes pero al ver por primera vez aquellos dos chicos sentiste como tu cuerpo completo se desvanecía de la faz de la tierra dejando de respirar, jamás pensaste llamar la atención de dos soldados de alto nivel, la atención de aquellos dos chicos en ti era tan frecuente como tus dedos temblando de nervios cuando los veías, sus miradas eran tan sedientas de ti a la hora que te miraban donde fuera que estabas, en una reunión, con tus amigos, en el entrenamiento, jamás te sentías sola pero jamás se detuvieron los nervios.
"Te invitamos a una cita, aceptas?"—perfectamente recordabas aquella vez que estabas saliendo de las duchas con su cuerpo cubierto de nada más una toalla, tú cabello mojado, pero no eras la única, ambos chicos también salían de aquellas duchas con nada más una toalla en sus cinturas dejando ver perfectamente sus cuerpos, te tenían acorralada en aquella esquina sintiendo tu corazón golpear con furia ante los nervios, finalmente aceptaste sintiendo como ambos se agachaban posando ambos labios en tus hombros dejando un beso.
Habías estado dias planteada en sentimientos encontrados, mariposas, no, no eran mariposas, eran revuelos peores en tu estómago, hasta que después de aquella cita confirmaste que podían querer aquellos dos chicos.
"Trío dinámico en la guerra, trío amoroso en secreto"—la propuesta de König te había dejado tan desconcertada, sin embargo jamás te negaste, al cabo de los días te dabas cuenta que necesitabas de ambos así como ellos necesitaban de ti, colándote en aquella habitación donde solían verse de noche, pasando horas y horas recibiendo caricias y palabras de ambos, fuera de lo romántico sabías que ambos eran distintos, uno tímido y ansioso, el otro rudo y egocéntrico,pero cuando se trataban de solo ustedes tres eran iguales contigo, sedientos de amor y compresión que tú les podías dar.
Pasaron tanto los meses que ya todos sabían que eras la pequeña chica que los dos soldados cuidaban al tener una amistad, por más de tener más amigos siempre eran ustedes tres, todos sabían que ustedes tres eran simplemente una bomba juntos. Aún cuando los meses pasaban, de guerra en guerra tras protección, las vacaciones de navidad se acercaron tan rápido como aquellos nueve meses juntos los tres.
