Amanda tu compañera de trabajo y amiga, te había convencido en ir al centro comercial en busca de un traje de Halloween para ella, aunque te hubieras negado rotundamente en buscar uno para ti porque no irías a aquella fiesta, viste como tomaba muchos trajes de los percheros que enseñaban demasiada piel.
—Oh vamos Lover!—Volvió a replicarte.—Deja de meter sizaña en tu propia mente de que nada te luciría.
—Subí de peso.—murmuraste a regaña dientes.
—Y estas jodidamente rica.—Bramó.—Mírate ese trasero, esas caderas y esos pechos, eres bonita con o sin peso dé más, se buena amiga y acompáñame a la fiesta.
Mordiste tus labios con fuerza mirando como te extendía un vestido corto de mangas largas y aberturas en ambos lados dejando casi a la vista tu ropa interior, rodando los ojos asentiste y te lo probaste.
Si bien habías subido de peso, aquel vestido se ceñía perfectamente en tu cuerpo formando curvas en ti, dejando a la vista aquellos muslos grandes y tus pechos se levantaban.
—No lo sé Manda.—Hablaste saliendo de aquel vestidor.
Tus vellos se erizaron al ver que la chica que antes esperaba por ti sola, era acompañada de su hermano y otros tres hombres detrás de ella, los cuatro vestidos de militar.
—Viste que te ves bonita.—Alagó la chica dejando de hablar con su hermano.—Sí o no, que se ve linda?—te señaló y tu solo la mirabas sin algún tipo de intención de moverte de los nervios.
—Hola Lover.—Sonrió Chris, el hermano de Amanda dándome un saludo de mano.—Te ves linda, irás a la fiesta de la base? Le dije a Amanda que te invitara.
Tus ojos se paseaban por los de tu amiga que asentía emocionada, en su hermano y en uno de los hombres junto él, te miraba sin siquiera parpadear, su boca y cabello estaba cubierto por un pasamontañas, sus ojos tenían pintura negra y era bastante alto.
—Yo...seguro.—Murmuraste dándote vuelta y cambiándote rápido, escuchabas como Amanda hablaba con su hermano a lo que te tomaste el tiempo de ventilar tu rostro y acomodar tu maquillaje.
Cuando subiste de peso habías evitado de ponerte ropa atrevida, aunque tampoco una donde parecieras monja, tratabas de verte como siempre lo habías hecho, femenina, y el que ahora te vieran con un vestido que dejaba ver la punta de tus glúteos y tus pechos casi salidos, te puso más que nerviosa, más sintiendo la mirada de aquel hombre en ti.
¿Te estaba juzgando?
Una vez que saliste del vestidor, suspiraste viendo que ahora los hombres estaban fuera y solo estaba Amanda con Chris.
—Ahora sí, hola.—sonreíste estirando tu mano.—Lamento lo de hace un segundo, no quería un encuentro tan incomodo.
Chris te sonrió y negó tomando tu mano.
—Le pareciste guapa a uno de mis amigos.—Te dijo con una sonrisa ladeante.—Dijo que quizás hablen en la fiesta.
Inflaste las mejillas de nervios siendo como Amanda te codeaba con risas pequeñas moviendo las cejas.
—Eres una coqueta Lover, siempre lo he dicho.—Te señaló.—Veras que esta noche será la mejor.
—Yo, dile a tu amigo que gracias y que sin pena, soy nerviosa pero no mojigata.—Reíste.—Bueno un poco.
(...)
Amanda caminaba de un sitio hacia el otro tomando maquillaje, poniéndose los zapatos e incluso planchando su cabello, tú ya estabas lista, vestías aquel vestido que habías comprado en la mañana pero ahora tenias ropa interior negra y unas medias hasta altas de malla cubriendo tus piernas junto unos botines negros, la mitad de tu cabello estaba agarrado en dos moñitos de lado junto con varios picos y traías una katana en tu espalda, eras una ninja según Amanda.
En cambio ella vestía como blancanieves, pero mostrando muchísimo más.
—Vámonos.—Finalmente dijo a lo que asentiste.
Sentada de copiloto escuchabas hablar a tu amiga de que los soldados eran lo más caliente que había en el mundo y que esperaba terminar en un cuarteto sin que su hermano se enterará, tu solo reías y asentía.
—Conoces a los amigos de Chris que estuvieron en la tienda?
—Claro, son amigos desde que entró a la base, se llaman James, Derek y Keegan, son buenos hombres, me caen bien, aunque Keegan es un poco callado.
—Y ese es?
—El del pasamontañas.
De nuevo sentiste aquel cosquilleo en tu columna como cuando lo habías visto ahora a lo que solo guardaste silencio y continuaste el camino, una vez que llegaron veías que todo estaba vigilado por soldados que veían el área incluso revisaron tu auto.
—Estoy nerviosa.—Aclaraste.—Ahora me siento fea.
—Basta.—Te detuvo Amanda antes de entrar a la base.—Te ves caliente y guapísima, y créeme que ese chico se morirá cuando te vea.
Elevaste las cejas.—Sabes quién fue el que dijo eso en la mañana.—Aclaraste.
—Claro, y no solo eso, hasta tu número me pidió.—Camino rápido para evitar qué hablaran más.
Rodaste los ojos y caminabas con nervios por medio de los pasillos viendo que Amanda caminó más rápido de la cuenta y te perdió de vista.
—Mierda.—Murmuraste en medio de los pasillos oscuros.—Amanda?—Llamaste.
Era tan largos que ni siquiera veías luz a cambio de luces rojas que iluminaban el lugar y puertas en los alrededores.
Caminabas a paso lento cubriendo tus brazos con nervios de que alguien te asustará, hasta que sentiste dos manos colarse debajo de tus pechos.
—Qué!?—Gritaste asustada girándote viendo a aquel hombre que reconociste de inmediato, tu garganta se secó.—Lo siento, me asustaste.
—Qué haces sola?—finalmente habló haciendo que tus vellos se levantarán.—Amanda?
—Yo...—Tragabas con fuerza.—Me dejó sola, y me daba miedo que me toparme a alguien que no conociera.
Él te miraba con atención ahora con sus manos en tus hombros, te miraba de arriba hacia abajo haciéndote sentir nerviosa.
—Chris me dijo que te llaman Lover.—Murmuró agachándose a tu altura.—Porqué?
—Me lo puso Amanda, el primer dia que hablamos dijo que era un amor y que me lucía.—Colocaste una de tus manos en las manos de él.—Porqué me encontraste, Keegan?
Él elevó las cejas, aunque tuviera aquel mismo pasamontañas ahora sus ojos no estaban pintados de negro.
—Sabes mi nombre.
—Manda me lo dijo.
—Hablaban de mí?
—Puede ser, si fuera así que tiene?
—Supongo que no te dijo que yo fui el que le pidió tu número y que me pareciste guapa con ese vestido.—Se acercó a tu oído tomando tu cabello restante de los moños en uno apretando entre sus manos.—Eres muy mojigata, como me gustan.
Tragaste con fuerza mirándolo como te veía a pesar de estar ligeramente inclinada en medio de la oscuridad.
—Mucho hablas, poco haces.—murmuraste.
Viste como quitó aquel pasamontañas con furia dejando ver su cabello negro rebelde y sentiste una presión en tus labios y el cómo sentías que te comía básicamente, sus labios se movían sedientos y rápidos.
Una mano se posó en uno de tus muslos obligándote a tomarla.
—Yo...no creo que.—murmurabas.
—Mira preciosa, créeme que se te nota la inseguridad que tienes por tu cuerpo, pero créete que estás a punto de reventar mi pantalón con solo imaginarme como te quitas ese maldito vestido y te como completa.
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One shots| Call of Duty
FanfictionMini historias de distintos tipos de personajes del video juego Call Of Duty.