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Aquel aire de aquella noche estaba totalmente frío, provocando que la nariz de la chica, sus mejillas y sus orejas se pusieran frías.
Pero eso no la obligaba a adentrarse a su habitación ya que posible quedaría el olor al cigarro dentro de esta, había llegado de una misión hace unas horas, su vestimenta ya no era la misma, ahora tenía una pijama corta que dejaba ver sus piernas moreteadas y sus brazos estaban llenos de rasguños pero eso no le importaba, necesitaba relajarse, haber ido con aquel equipo hasta Dinamarca la hizo sentirse mal ya que muchos le dieron la espalda y la dejaron atrás, había dejado de fumar por König que le rogó que no lo hiciera pero estaba tan enfadada que simplemente no podía evitar.
—Como tu chico se entere que sigues fumando te matará.—Una de las pocas voces que extrañó la hizo girarse, viendo aquel chico con máscara de calavera en su rostro, ella sonrió y tiro el cigarro lejos para correr hacia él abrazándolo.
Simon sonrió ante el toque de la chica, la levantó del suelo y la obligó a envolver sus piernas en la cintura de él, cuando la conoció le pareció alguien sumamente seria y buena en el campo de batalla al no demostrar interés hacia nadie pero cuando la conoció más supo que era totalmente lo contrario, era tierna y delicada, aún con su cuerpo lleno de cicatrices.
—Como te fue, muñeca?—preguntó el chico cuando ella quitó su máscara y lo tomó de las mejillas obligándolo a mirarla.
—Ese pelotón fue una jodida mierda.
Hizo que Simon riera antes de que sus labios se estamparán con los de ella en un beso desesperando, cuando anunciaron de que su chica debía de ir a una guerra en Dinamarca y König debía de viajar hasta su país por unos papeles que ocupaba del traslado se sede se desesperó por la salud de ambos.
—No sabes la jodida falta que me hiciste.—Susurró el chico en los labios de ella antes de acostarla en la cama y empezar a quitarle su uniforme, ella no decía nada pero era más que claro que no se negaría puesto que lo miraba con cierta fascinación en los ojos.—Ahora necesito castigarte por haber fumado.
Ella quiso decir algo pero la mano en su cuello la hizo callar de inmediato, la sonrisa de Simon era completamente ladeante y llena de poder, con un movimiento rápido hizo que la chica se pusiera de rodillas en ropa interior mientras él bajaba su cremallera.
—Prefieres desestresarte con otra cosa en la boca?—preguntó en busca de una respuesta, sin embargo ella solo lo miraba.—Entonces no hablarás? Bien.
Simon sacó su miembro de su pantalón haciendo que la chica soltara un sonoro respiro al verlo, había pasado días y definitivamente lo necesitaba, sintió como la mano de su novio rodaba en su cabellera para luego empujarla hasta su miembro obligándola a abrir la boca ante la excitación que sentía.
