Pletórico de alegría, Oliver tomó su bicicleta esa mañana y salió de la casa poco después de que sus hermanos también salieran rumbo a sus escuelas. Pero antes le pidió a su madre que le ayudara a cortar una rosa, por miedo a estropear el hermoso rosal que cultivaba ella con mucha dedicación, no se atrevió hacerlo por su cuenta. Ollie sentía que la vida le sonreía de todas las formas posibles, y estaba preparado para probar suerte en el amor. Esa hermosa rosa en su mano no tenía otra destinataria más que Madelaine Flower y con ella le pediría finalmente una cita. ¿Le darás la noticia a Madelaine? le había preguntado Candy mientras escogían la mejor rosa del jardín. Una sonrisa bastó para que ella supiera que sí, que su exaltación por haber obtenido el papel de Romeo por un giro inesperado del destino, lo impulsaban a superar sus temores y se atrevería a dar el paso en su propósito de alcanzar el amor de la bella muchacha.
La noche anterior fue para él una de las más felices de su vida, la recordaría por siempre. Evelyn y su madre fueron las primeras en escuchar de sus labios que haría el protagónico. Ambas estaban en la cocina en la tarea de ordenar y dejar guardada la vajilla y lo usado en la cena, cuando él se acercó a ellas exultante para narrar lo que acababa de acontecer en el estudio de su padre. Ev dio un salto directo a sus brazos y Candy casi deja caer una cacerola que secaba en ese momento embargada por el júbilo, y aun con un paño en la mano se acercó a él para llenarlo de besos.
Terry y Lawrence lograron escuchar el alboroto que se generó en la cocina cuando a la celebración se unieron Albert, Richard, Duncan y Anne que llamados por el estridente voceo de Evelyn salieron escaleras abajo para saber de qué se trataba todo el desorden del primer piso.
—Perdona todo este bullicio —se disculpó Terry mientras le sonreía —nada en esta casa se hace con recato.
—No te disculpes, eres tremendamente afortunado, tienes una familia y hay motivos suficientes para celebrar Graham. Me iré ya para que puedas unirte tú también. Por favor despídeme de tu esposa —le pidió el actor.
Terry acompañó a Lawrence hasta la puerta de la casa y después de quedarse unos segundos escuchando la dulce alteración familiar se unió a ellos con pasos parsimoniosos escurriéndose desde el pasillo hasta la estancia a donde con teatralidad Oliver contaba los detalles de la improvisada prueba que acababa de hacerle su padre y Lawrence.
—¡Papá! ¡Ollie será Romeo! —dijo Anne mostrando su gran alegría y se abrazaba a la cintura de su padre.
—Sí, ¿Qué te parece, crees que lo hará bien? —le contestó él de vuelta mientras le acariciaba el rubio cabello.
—¡Será el mejor papi! Mañana le diré a todas en la escuela que mi hermano será Romeo.
Oliver volvía a sonreír mientras recordaba cuanta felicidad había provocado su buena fortuna en los seres que más amaba, y especialmente el brillo de la mirada llena de orgullo de sus padres. Entonces se llenaba los pulmones con el aire limpio y perfumado de la mañana para que su alma noble se colmara de energías renovadas. Finalmente, allí estaba ella sonriente, con ese brillo que la hacía sobresalir sobre todo a su alrededor, como una fresca flor del vergel más hermoso de la comarca.
Frenó la bicicleta poco antes de llegar a la parada del autobús y descendió nervioso, se quitó el jockey y peinó su cabello con la mano, sintió un hilo de sudor bajando por su espalda, y se apenó por ello, el bochorno quizá se le notaría en cada frase pronunciada, pensó, y recurrió a sus hermanas para aplacar aquella oleada de emociones. Las saludó como si nos las hubiese visto desde la primera hora del día. Anne se acercó a él y sin disimular le preguntó si aquella flor era para Madelaine, y él se llevó el dedo índice de su mano a la boca, mientras le guiñaba el ojo, luego dio los cortos pasos que separaban a la menor de sus hermanas hasta Ev, y simulando un beso en la mejilla le preguntó si se veía bien. Eres un idiota, pero sí te ves y hueles bien, hueles a papá soltó sin más la muchacha dándole un pequeño empujón y cogiendo a Anne de la mano para apartarse lo suficiente.
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Dear Terry: Nosotros en la tempestad
FanfictionTras el estallido de la guerra los Granchester se han asentado en una hermosa Cotswold Cottage en la ribera del río Avon en Stratford. Un sitio ideal para llevar una vida tranquila, pero es mayo de 1941, nadie en Inglaterra podía llevar una vida tra...