33. Alibi

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3 de febrero, 2033 [horas más tarde]
Haley.

Las clases de la señorita Pierce siempre le parecieron de las más interesantes, era una mujer instruida en las letras y muy elocuente. Sabía ponerle la emoción necesaria a su enseñanza para no aburrir, y sus métodos eran justos para todos sus estudiantes, era muy querida en Eldridge. Puede que estos detalles no le interesaran a nadie, y que solo Haley se percatara de estas características, pero valía la pena elogiar a una persona por ser buena en lo que hacía, ¿no es verdad? A menudo nos enfocamos mucho más en los aspectos por mejorar que por los méritos. El tema de la clase era el análisis de una obra de teatro, iba de una madre que toma venganza de los asesinos de su hijo, asesinándolos de uno a uno. Haley ya había leído la obra, y su memoria fotográfica la había ayudado a memorizarla letra por letra, y frase por frase; no sintió la necesidad de pensar mucho en el examen de revisión que tendrían al día siguiente.

Como de costumbre, solo podía pensar en el profesor Whitemore. Hoy era su último día de trabajo en el internado, ese era el acuerdo al que había llegado con el director. Después de catorce años de servicio, Quentin Whitemore abandonaba el internado para irse a trabajar con la madre de Haley en su compañía NSA. A pesar de ser el hombre perfecto para el trabajo, solo había conseguido la posición gracias a que ella había convencido a su madre. Quentin era un hombre de interminables estudios en muchas áreas diferentes, como ingeniería espacial y robótica, pero nunca ejerció porque consideraba mucho más digno pasar sus conocimientos a otros que lo necesitaran más. Lo amaba, pero no siempre decía la verdad, puede que en realidad no le hubieran dado la oportunidad de trabajar en lo que realmente le gustaba hasta ahora.

Era el día que había estado esperando tanto tiempo, por fin dejaría de ser la alumna del profesor. Podrían tener una relación normal, sin esconderse de nadie. Bueno había que considerar que su mujer seguía siendo un problema, pero debía ser paciente. La peor parte de su historia parecía casi lejana, era más de lo que podía decir hace seis meses. Hace días que no veía a Michelle, puede que ya estuvieran separados. Serían tan hermoso, tener a Quentin solo para ella.

Contaba los minutos para verlo. En la pared había un reloj que marcaba la hora, faltaban diez minutos para que su última clase como profesor en Eldridge terminara, y ella buscaba la fuerza para contenerse y no besarlo según se fuera por la puerta destino a un futuro mejor. En esos momentos de reflexión, Haley también rezó para que nunca volverse monótona o predecible. Si hubiera una forma de mantenerse joven y hermosa por siempre, no dudaría en sacrificar a su propia sangre para siempre ser emocionante y novedosa, porque en su corazón sabía que era su única opción si quería conservar la atención de Quentin. 

Siempre lo vio más como un artista que como un profesor, después de todo, ¿quién en su sano juicio querría leer el mismo libro una y otra vez? Lo razonable era buscar uno nuevo para reemplazar al viejo que ya era conocido. Y a ella le pasaría lo mismo en algún momento.

—Alumnos, recordad —la señorita Pierce alzó la voz para llamar la atención de todos mientras daba por terminada la clase—, estudiad los temas que hemos hablado acerca de la obra. Seleccionaré a los estudiantes que hayan destacado en el examen para una audición en la obra que Eldridge producirá en el teatro nacional.

Era cierto, en Eldridge siempre intentaban promover el arte y la cultura, muchos de los teatros más importantes del Reino Unido prestaban sus salas para que el internado más distinguido que todos conocían llevara a sus alumnos menos talentosos a hacer el ridículo. Conocía a Shirley, y lo mucho que le gustaba el teatro, en otra ocasión sus ojos se hubieran iluminado por la emoción y estaría preparándose el personaje, pero nada tan lejos de la realidad. Isaac Shirley estaba vacío de cuerpo y espíritu, los del Skull & Gold le habían chupado toda la alegría. Se sentía culpable por no haber dicho algo antes al respecto, pero se había preocupado mucho más por él que cualquier profesor.

Killing van Thorpe. (#PGP2024) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora