39. I killed him

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23 de febrero, 2033
Caitlyn.

No lograba conciliar el sueño desde que detuvieron al profesor Whitemore por el asesinato de Adam. La policía estaba decidida a adjudicarle el delito, pero Caitlyn no detuvo su investigación ni por un segundo. Algo le decía que las cosas no podían ser así de simples, que había algo más detrás de este caso. Su instinto de detective nunca la decepcionaba, debía confiar en sí misma y hacer lo correcto. No sería la primera vez que un hombre inocente era culpado injustamente por un delito que no había cometido. Muchas cosas no cuadraban en lo absoluto, por ejemplo, ¿por qué el profesor Whitemore conservaría el arma homicida, en vez de deshacerse de ella una vez dada la oportunidad? Y todavía mucho más importante, ¿cómo se había enterado la policía de la ubicación de la espada?

Necesitaba tener las respuestas tan pronto como fuera posible, por eso se puso directamente en contacto con la esposa del profesor Whitemore, Michelle. Al principio la mujer dudó si aceptar o no la oferta de Caitlyn, pero terminó cediendo. Esa mañana se saltó todas sus clases para ir a verla a la residencia familiar donde residía junto a sus hijos. Fueron unas cuantas horas en autobús, pero llegó por fin. La casa era elegante y acogedora, había una niña jugando en el jardín, estaba persiguiendo una mariposa. Caitlyn la saludó desde el otro lado de la reja de la entrada y al llamar al timbre fue recibida por Michelle. Sabía que ella había tenido a su bebé recientemente, y eso sumado a los eventos con su marido debieron ser causas de mucho estrés, por eso decidió viajar para verla y hacerle unas preguntas en un lugar donde se sintiera cómoda. 

—Buenos días, señora Whitemore —saludó cordialmente—. Primero que nada, gracias por recibirme y felicidades por su bebé.

—Gracias, nena. Tú debes ser Caitlyn, ¿verdad? 

—Así es. Esperaba que pudiéramos hablar, ¿la pillo en mal momento?

—No, para nada. Pasa. Acabo de darle el desayuno al bebé.

La sala era un poco oscura, las paredes eran azules y los muebles le daban un aire muy moderno al salón. Había un poco de desorden, pero no había nada que reprimirle a una mujer que cargaba por sí sola con todo el peso de un hogar después de haber dado a luz y con su marido detenido. Ella también parecía cansada, como si no hubiera dormido nada, al igual que Caitlyn. Ella tomó asiento en el sofá, Michelle le siguió no mucho tiempo después. 

—¿Te gustaría beber algo?

—Oh, no. No se preocupe por eso, estoy bien.

—Está bien, yo sí pienso beber —sacó una petaca de debajo del sofá y dio un trago largo—. Imagino que querías hablar de Quentin.

—Lamento mucho todo lo sucedido... 

—No crees que haya sido él, ¿verdad?

—El profesor Whitemore siempre un hombre brillante y muy profesional, cuesta creer que pueda estar involucrado en algo tan vil. Pero... esperaba saber qué piensa usted.

—Tengo entendido que tu padre es el inspector a cargo del caso —la miró con una sonrisa lánguida—, no creas que te diré que es todo cierto, y que mi esposo es un asesino.

—Créame cuando le digo que deseo llegar al fondo de esto, tanto como usted. Lo que me diga aquí quedará entre nosotras.

—¿Sabes? Cuando conocí a Quentin era muy joven, él me habló de todos estos lugares hermosos a los que podía llevarme, si le daba la oportunidad. Para aquel entonces cualquier lugar lejos de mi casa parecía el paraíso, así que tomé su mano y vi todas las maravillas que el mundo tenía para ofrecer. Amaba tomar riesgos y ser alocada.

Killing van Thorpe. (#PGP2024) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora