Killing van Thorpe. (#PGP2024) ✔️

35. Eulogy

21 de febrero, 2033
Shirley.

A petición de Vernon, Hether organizó el memorial como despedida para Adam en el auditorio de Eldridge. El lugar era inmenso, con un total de 350 sillas y cortinas rojas a juego con la madera de cerezo. Ya habían pasado días desde el arresto del profesor Quentin Whitemore, bajo la sospecha de que era el asesino de Adam; desde entonces las lenguas que acusaban a Amelia de haber cometido el asesinato se habían puesto a su favor. Se le ponían los pelos de punta al pensar que uno de sus profesores era capaz de hacer algo tan repudiable, pero estaba feliz de que alguien se hiciera responsable, logró quitar de su cabeza la idea de que en verdad había sido Ferro. Shirley lo conocía mejor que nadie, era el chico más amoroso que conocía, pero cuando se enojaba... Solo con recordar la paliza que le dio a Adam era suficiente para asustarlo. 

Todo el internado asistió al evento, en el escenario estaba Vernon Holloway, le sonreía a través de la habitación. La presencia de Vernon lo incomodaba, agradecía tenerlo lejos. Unos asientos atrás estaban Caitlyn y Caleb, tomados de la mano. La proximidad entre ellos lo dejó mudo, tenía entendido que habían roto, pero ya nada era seguro. A su lado estaba Ferro, y con él, Amelia Forbes. Nunca antes se había fijado tanto en una mujer como la miraba a ella, era tan elegante, tan femenina, y tan rencorosa... Ella había planeado todo el complot contra Vernon, y esperaba que todo saliera como ella había planeado, de lo contrario podían darse por muertos, los dos. 

Logró convencer a Ferro para hackear la tablet de Heather, para poner la confesión que le había sacado a Vernon. No le dijo para qué, solo se lo pidió y Ferro dijo que sí, sin cuestionar sus motivos. Estaba tenso con él tan cerca, recordaba esa noche cuando le pegó. El arrepentimiento en sus ojos no podía ser ignorado, pero tampoco lo sería el daño ocasionado. 

—Siento mucho todo lo ocurrido, Amy —Ferro le dijo en voz baja, pero Shirley alcanzó a oírlo—. Si hubiera sabido que ese cabrón te pegaba, yo...

—No hubieras podido hacer nada —su voz era fría, y su expresión estaba entre la calma más absoluta y el rencor.

—¿Cómo que no? Lo habría matado. Amy, joder...

—Cuidado con lo que dices, Fer —intentó calmarlo—. Esas palabras podrían costarte bastante caro en estos tiempos. 

—Hablo en serio —y lo parecía—. ¿Por qué no me dijiste nada?

—No estábamos en nuestro mejor momento —estuvo al borde de la risa, pero contuvo su postura.

—Es verdad —bajó la cabeza con una sonrisa—. Prométeme que si vuelves a necesitar ayuda, me lo dirás a mí.

—¿Podrás perdonarme por lo que hice? —no necesitaba nombrar la acción, ambos sabían a qué se refería.

—Por mí ya está más que olvidado. 

No quiso involucrarse en la conversación, ellos eran amigos y necesitaban tiempo para sanar las heridas que se habían hecho mutuamente. Ferro estaba en el medio de los dos, besaba la mano de Amelia y juntos miraron al escenario cuando Vernon llamó la atención de todos, hablaba al micrófono que tenía sobre el podio. Tras él se formaban unas imágenes y vídeos de Adam con sus amigos. Desde ese punto de vista, hasta parecía que Adam era una buena persona y no el narcisista y psicópata que realmente era. Los que lo habían conocido de verdad no se dejaron conmover por el montaje que habían montado sus esbirros. Cada foto vino acompañada con una palabra amable y de consolación tanto para su "viuda" como para su hermano y familia. Estaba muy elegante, con un tuxedo bien planchado y el pelo hacia atrás con gel.

—Adam era mucho más que mi amigo, era mi hermano —le dio la impresión de que mientras decía esas palabras buscaba a Caleb entre los presentes en la audiencia—. Estuvimos juntos en las buenas y en las malas, me entristece saber que ya no estará ahí. Lo echo de menos, tanto que daría mi vida porque estuviera aquí. Mi corazón va a ti en estos momentos tan difíciles, Amelia. Solo tu amor hacia él puede superar el mío, yo lo sé. Espero que encuentres paz en los días que están por venir.