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Tome mi bandeja del almuerzo agradeciéndole a la cocinera frente a mi antes de mirar al rededor de la cafetería. En realidad no solía almorzar en la cafetería, prefería las mesas exteriores en las que podía tomar el sol y escuchar música en mis audífonos sin parecer una paria social.

Lo dude, tal vez lo suficiente como para que alguien supiera que estaba decidiéndome.

-Hola Ara -Dijo una voz junto a mí y yo me giré a ver al chico sonriente junto a mi-

-Jimin -Dije con un asentimiento-

-Pareces un poco perdida -Dijo el sin borrar la sonrisa de su rostro- Como si no supieras donde sentarte y si eso es lo que te preocupa entonces puedes sentarte conmigo.

-No estoy segura que sentarme contigo solucione mi preocupación -Jimin hizo una mueca, me preocupo no haberme explicado mejor-

-Auch, nunca nadie había sido tan explicito para aclarar que no quería sentarse conmigo -Negué de inmediato con la cabeza-

-No se trata de ti, en absoluto, de hecho estoy segura que sentarme contigo sería encantador y un proceso muy enriquecedor para mi intento de socializar más... Pero no quiero sentarme con Taehyung, no puedo comer y tener paciencia al mismo tiempo -El sonrió-

-Entonces ambos tenemos suerte de que se haya ido a almorzar con la chica que le gusta, sígueme. -Sonreí y lo seguí, el en verdad me estaba haciendo las cosas más fáciles-

Cuando nos sentamos juntos en una mesa no pasaron desapercibidas las miradas lascivas y las caras sorprendidas de algunas personas, no sabía que tan normal era ver a Jimin con chicas, o con alguien ajeno a su grupo en el almuerzo, pero no me preocupe por ello, no me interesaba en absoluto las ideas que pudiera estarse haciendo la gente sobre la situación porque seguramente estarían bastante alejadas de la realidad.

-Entonces por lo que acabas de decirme voy a asumir que no eres una gran fan de Taehyung -Suspiré preguntándome como responder a eso-

-Sin duda no soy su fan, pero tampoco lo odio, simplemente preferiría no tener nada que ver con el.

Por su bien y por el mío lo mejor era mantenernos alejados.

-Hoy vuelves a tu trabajo ¿No es así? -Asentí, preguntándome que tan normal era emocionarme por volver a trabajar- Ya sabes que puedes pasarte cuando quieras a tomar la malteada que te prometí.

-Creo que preferiría hacerlo un día que no tenga que trabajar, ya sabes, no quiero que mi jefe se de cuenta que prefiero una malteada a un café y crea que lo estoy traicionando o algo así -El sonrió-

-Bien, entonces te estaré esperando -Dice asintiendo- trabajo todas las tardes hasta las siete así que no hay ningún problema.

-¿Puedo preguntarte por qué? No quiero ser ofensiva ni mucho menos meterme en tu vida, pero tengo curiosidad, la última vez dijiste que Taehyung tenía suerte y la verdad me quedé pensando a que te referías.

-Bueno, supongo que debí haber sido un poco más discreto si no quería que lo preguntaras, pero mis hermanos y yo no nos llevamos bien con nuestro padre -Dijo encogiéndose de hombros- Así que no nos gusta tocar su dinero por más que esté al alcancé de nuestras manos.

Me abstuve de hacer una mueca o de opinar justo como lo haría con cualquier otra persona, no conocía los detalles así que estaría mal de mi parte intervenir, simplemente asentí.

-No hay nada mejor que tener tu propio dinero -Dije yo sonriendo- Con suerte voy a poder comprarme un auto nuevo para la universidad.

-¿Ya sabes a que universidad quieres ir?

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