Capítulo 1

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Diciembre, 1985.

William y yo vivíamos solos, nos había costado lo suficiente rentar un pequeño apartamento con una sola habitación, tanto que ni bien cumplí la mayoría de edad decidí conseguirme un trabajo para sustentar los gastos.

No era un trabajo con buena paga, trabajaba como mesera en el bar local Roxy, mientras que mi hermano William, ahora conocido como Axl se ganaba la vida con su intento de banda de rock.

Una banda la cuál aún no firmaba con ninguna discográfica, tenían potencial. Eran una mezcla de dos agrupaciones, mi hermano y su mejor amigo, Jeffrey Isbell, ahora conocido como Izzy Stradlin, desde Hollywood Rose, y los demás de otra agrupación, que realmente no tengo idea del nombre, algo de Guns.

Había comenzado a trabajar hace unos cuantos años, ni bien cumplí 18, como mencioné. No vivíamos con nuestros padres, nuestra madre ahora estaba casada con un maldito abusador, y aunque lo sabía le importaba más él que sus hijos.

Ahora en Los Angeles, pero había sido duro dejar Lafayette, y más sin el amor de una madre. En nuestro caso, ambos éramos los hijos mayores de Sharon, ni siquiera quería recordar su nombre, ni el de nuestro padre, se separaron luego de que Will y yo teníamos dos años.

Por esa razón y algunas más él siempre fue sobreprotector conmigo, nunca dejaba que algún chico se acercara a mi, ni siquiera su mejor amigo, si hablaba con él sin incluirlo ya se enfadaba.

Tampoco había sido fácil para él, no lograba confiar, por eso no lo culpaba. Por las mismas razones y nuestro padrastro habíamos decidido venir a L.A, dejando atrás a nuestros dos medios hermanos, Stuart y Amy. De igual manera, ellos ni siquiera nos dirigían la palabra.

La alarma me levantó, la maldita alarma de William. La apagué de un golpe y me levanté a hacer el desayuno.

Mi hermano se levantó detrás de mí y se recostó en la silla, extendiendo sus brazos en la mesa. Le pasé una taza de café bien caliente y sin azúcar, como le gustaba. Abrí un paquete de galletas y las serví.

La puerta se abrió de golpe y entró Jeffrey con una borrachera de aquellas. Cerró la puerta y se tiró en el sofá a dormir, olvidé mencionarlo, Jeffrey también vivía con nosotros.

Eramos un desastre, pero al menos teníamos un lugar fijo. Izzy se había peleado con sus padres hace un tiempo y era la razón por la que en ese momento estaba en nuestro sofá.

ㅡIré a correr, los veo luegoㅡ Dejé un beso en la mejilla del pelirrojo y fui a cambiarme para salir.

Até mi cabello en una coleta y me puse una calza corta con un top, ambos grises.

Unas cuantas vueltas a la manzana y entré pasasas las doce, la casa ya estaba vacía. Ya se habían ido.

Esperé a la tarde para finalmente dejarle una nota a mi hermano e irme a trabajar

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Esperé a la tarde para finalmente dejarle una nota a mi hermano e irme a trabajar.

Me puse mi pequeño uniforme y salí, ya me había acostumbrado pero seguía siendo incómodo.

Comencé a atender las mesas, soportando desde piropos hasta hombres los cuáles trataban de tocarme.

Lo único que me hacía soportar seguir allí, es que debía pagar la renta, la comida, y que podía pagar mis clases de baile y teatro, aún no era muy conocida, pero ya había interpretado dos obras, y actualmente buscaba participar de algo más grande, tanto videos, como cortos, películas.

Tal vez era mucho pedir.

Salí de mis pensamientos de golpe al tener que frenar una pelea entre un hombre que hace segundos trataba de tocarme mientras hacía su pedido, y otro más.

Alguien de cabellera negra, ya conocido. Se levantó tras dejar inconsciente a ese señor mayor, y limpió algún que otro rastro de sangre de su nariz y boca.

ㅡ¿Jeff? Te ve William por aquí y nos mata. ㅡLo ayudé a levantarse.

Pedí permiso para llevarlo a una habitación y curarle sus heridas, al fin y al cabo ya estaba terminando mi turno de hoy.

Nos sentamos de frente ambos en las sillas de la habitación de descanso, y saqué el botiquín de emergencias.

No solía hablar mucho con él, pero al ser amigo de mi hermano habían veces que manteníamos una pequeña charla.

Jeffrey y William eran amigos desde la primaria, y desde la secundaria que me parecía atractivo, nada más que eso.

Con tan solo recordar que mi hermano se enfurecía si estaba con algún hombre me alejaba, por eso evitaba toco contacto con Isbell.

Mojé un algodón con agua oxigenada y comencé a pasarle con cuidado por las heridas, la cercanía no me molestaba, aunque era algo incómodo.

ㅡ¿Dejas que todos los hombres te toquen a su gusto?

ㅡAlgo así, lo hago porque pueden llegar a despedirme si trato mal a los clientes. ㅡContinué limpiandole el labio, hizo un gesto de dolor. ㅡPerdón.

ㅡNo pasa nada.

Tiré el algodón y coloqué una bandita en su ceja.

ㅡ¿Qué hacías por aquí?

ㅡVenía a pedir presentarnos con la banda, ¿Con quién podría hablar?ㅡ Se levantó y salimos.

ㅡTe llevaré con Robert.ㅡ Caminamos hacia la oficina de mi jefe y golpeé, entorné la puerta y allí estaba él, tomando un vaso de whisky.ㅡ Señor, un muchacho quiere hablar con usted por el escenario, es amigo mío.

Palmeé la espalda de Jeff y le di un leve empujoncito, dejándolo con mi jefe.

Terminé mi jornada y fui al vestidor a cambiarme, me despedí de mis compañeras y allí salí, de madrugada en Los Ángeles.

No había un alma en las oscuras calles, temiendo lo peor, como siempre y queriendo llegar sana y salva a casa.

Unos pasos tras de mi se apresuraron, a lo que me apresuré aún más sin mirar atrás. Temía que sea un violador o un ladrón, aunque no tenía nada que perder, solo cinco dólares en mi bolsillo y un labial rojo oscuro.

Me tomó por el brazo de manera brusca, haciéndome quedar frente a él.

You Could Be Mine || Izzy StradlinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora