Capítulo 33

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Cerré mi maleta y huí lo más rápido posible de esa maldita casa, esperando nunca más volver. Nunca más pasaría ese infierno.

Unas horas antes...

ㅡYa, Izzy. Me das dolor de cabeza. ㅡ Masajeé mi sien.

ㅡ¿Dolor de cabeza yo a ti? Dolor de cabeza me dejas tú, eres como una niña.

ㅡ¿Entonces por qué estás con una niña? ㅡLo miré seria, tratando de disimular lo mucho que me herían sus palabras. Cada una era como un cortante cuchillo que me apuñalaba con fuerza, pero debía resistir y no quebrarme.

ㅡLa verdad que no lo sé, pero si seguimos así ya no aguantaré más.

ㅡ¿Aguantar? Izzy. ㅡMe levanté con rapidez y tomé su brazo, este me evadió agitándolo.

ㅡLo siento nena, pero no podemos seguir así.ㅡ El tono de su voz comenzaba a disminuir.

Los dos nos mantuvimos en silencio un par de segundos hasta que decidí dejar la habitación en la cual estaba anteriormente, Izzy había entrado para hablar y disculparse, pero no hizo más que hacer que me enfade.

Comenzaba a bajar la temperatura y el viento pegaba algo fuerte en el balcón. Había salido a tomar un poco de aire pero me aseguré de cerrar la puerta tras de mi para que Jeffrey no volviera a invadir mi espacio.

Debía resolverlo, debía saber por qué carajos Jeffrey estaba cada vez más raro, más distante, más violento. Él no era así cuando lo conocí ni los años que vivimos junto a mi hermano, aunque cabe aclarar que ahí no éramos nada. Todo comenzó cuando vinimos a vivir a esta casa.

Y cuando mis pensamientos locos pararon y dejaron de bloquear mi mente ahí se me vino a la cabeza. ¿Y si Izzy me estaba engañando?

(...)

ㅡ¿Estás segura que no estaba en tu casa? ¿Revisaste debajo de la cama, el armario?

ㅡDuff, tranquilo. ㅡSolté una pequeña risa. ㅡRevisé cada rincón de la casa antes de irme y te puedo asegurar que no estaba, otra vez se fue.

ㅡBien, entonces debemos resolver esa duda. ㅡMiró pensativo hacia el exterior y bebió un sorbo de su café. ㅡ Vamos a caminar, ¿te parece?

ㅡClaro.

Ambos nos levantamos de nuestros asientos y dejamos una propina, salimos nuevamente al frío.

Izzy debía estar en alguna parte, no podía ser que siempre que se iba desaparecía totalmente del mapa.

ㅡSabes, creo que si piensas que te está engañando debemos ir al lugar más común de todos, un Motel. ㅡSacó de su bolsillo tabaco para comenzar a armarse uno.

ㅡUn Motel... ㅡ Repetí sus palabras con frialdad. Un Motel, Jeffrey. ¿Sería esto posible?

Caminamos hacia el auto y arrancó yendo a diferentes moteles, en ninguno nos daban información acerca de quienes ingresaban. Claro que debimos suponerlos, pero en mi caso nunca en mi vida pisé uno, me siento algo así como una noob.

Fue cuando menos lo buscaba, que al sentarnos en un escalón de la entrada de un edificio, lo vimos salir de otro. Rápidamente nos paramos y escondimos tras la pared, él iba hacia el otro lado, y una mujer que no quiero ni siquiera describir lo besaba como yo debería besarlo a él.

Su amor pegajoso en la calle duró un par de minutos, mientras yo miraba con el corazón en la boca y totalmente partido.

Cuando se fue, deducí que iría a casa y no me vería. La lámpara de mi cabeza se prendió.

You Could Be Mine || Izzy StradlinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora